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Con dos performances clásicas y una nueva, Yoko Ono abre gran restrospectiva en España

La artista inaugura hoy la muestra con lo mejor de su obra, que tuvo como preludio a tres intervenciones. Una de ellas, fue la célebre performance del jarrón, que realizó en Londres, en 1966.

13 de Marzo de 2014 | 09:04 | EFE
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La artista realiza en Bilbao un recorrido por lo mejor de su obra.

AFP

BILBAO.- La artista japonesa Yoko Ono dijo que de niña quería ser como un guerrero de una oración japonesa, que atravesaba siete desgracias y ocho sufrimientos, hasta que las desgracias de la vida lo llevan a decir "basta" y convertir ese lema en "siete felicidades y ocho tesoros".


Eso es lo que orienta las "perfomances" que la viuda de John Lennon ha realizado en el auditorio del Museo Guggenheim de Bilbao, en España, cada vez con aforo completo (unas 400 personas).


De ese modo, ha introducido la retrospectiva sobre su obra que abre hoy en la pinacoteca bilbaína, en la que es considerada una de las muestras más esperadas de los últimos años en la ciudad.


Las clásicas "Sky Piece to Jesus Christ" y "Promise Piece", así como la reciente "Action Painting", fueron las encargadas de dar el vamos a su paso por el Guggenheim Bilbao, con nuevas versiones.


En la primera representación, unos voluntarios envolvieron con vendas a los integrantes de una orquesta de cámara, mientras ejecutaban varias piezas musicales, de tal manera que, al final, ya no pueden seguir tocando.


El público ríe, mientras los músicos, convertidos en crisálidas por las vendas, perseveran y tocan notas sueltas, aprovechando las rendijas que quedan, en un símbolo de la lucha contra las ataduras que se visualizan durante esta "performance".


En "Pintura de acción", la artista pinta a brochazos con tinta "sumi", negra sobre blanco, unos caracteres de caligrafía japonesa. Después, toma la palabra para explicar la acción: "En la escuela elemental, todos los niños japoneses cantaban una oración en la que un guerrero quería atravesar siete desgracias y ocho sufrimientos, para contribuir a mejorar el mundo. Me parecía algo increíble. Yo quería ser así", recordó.


"Con el tiempo, me olvidé de esa oración y me ocurrieron muchas desgracias, hasta que en un momento creía que eso era demasiado y dije '¡basta!'. Convertí esas siete desgracias y ocho sufrimientos en siete felicidades y ocho tesoros, aquí representados" (en los caracteres).


"Son mi contribución a esta bella ciudad de Euskadi que es Bilbao", concluyó la artista.


En "Promise piece" Yoko Ono rompió un jarrón en el escenario (atl como hizo en Londres en 1966) y pidió al público que recogiera trozos, con la promesa en volver en diez años para recomponer el jarrón.


La artista inaugura hoy la exposición retrospectiva "Yoko Ono. Half-A-Wind Show", que recopila cerca de 200 obras que descubren su poliédrico universo artístico, en casi seis décadas de actividad.

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