La sociedad de productores y DJs chilenos que forman DJ Raff y Bitman viene de un año movido. En marzo pasado publicaron su primer disco, RVSB (2013) y dejaron disponible en octubre el EP Live at Lollapalooza (2013), con el registro de su actuación en la versión de ese festival en Chicago, aparte del cumpleaños personal que Bitman celebró en septiembre con su 10 years mixtape (2013). Y si el objetivo es hacer bailar, no se trata de perder impulso: Justo a un año de su debut vuelven con su segundo álbum, Nightlife (2014), nuevamente lanzado por el sello estadounidense Nacional Records.
Bien presentado con el título de "Vida nocturna", apenas empieza este disco es una invitación a entrar no sólo al club, hábitat natural de un dúo dedicado a hacer bailar como RVSB, sino directo al festival de masas, categoría donde la dupla se ha ejercitado en encuentros como Maquinaria (Santiago) en 2012, South by Southwest (Texas), los citados Lollapalooza (Santiago y Chicago), Celebrate Brooklyn! (Nueva York) y Smokeout (California), en 2013. Ya sea a paso lento en las bases para el hip-hop de "This is RVSB", para la cadencia reggae de "Like a lyon", o a pulso más acelerado en "High speed" y en la pista que da título al disco, Raff y Bitman encadenan en estas diez pistas un nuevo repertorio para expandir la fiesta.
Los ingredientes son variados y van desde esas señas de rap y reggae hasta los timbres brillantes de sintetizadores que revisten parte de esta música. Y los invitados abren nuevas posibilidades. Un acierto es la presencia de Tina Weymouth, bajista y cantante de los new wave Talking Heads, conectada aquí también al borde fiestero de su banda paralela Tom Tom Club: "She always dance" se llama la canción que comparte con RVSB, y parte con la sugerente línea "Hacemos el amor en la tarde / porque de noche ella siempre baila". Más incitante se oye en "Moonlight", la colaboración vocal de la cantante argentina Natalie Clavier, vocalista de Thievery Corporation, y el contraste con las voces femeninas corre por cuenta de las rimas de Loki da Trixta y la participación del santiaguino Boomer, primer exponente del dance hall local, que ensambla muy bien en dos de estas canciones su pronunciado raggamuffin de sabor jamaicano, y denominación de origen cien por ciento pincoyana. Talento chileno para la exportación.
—David Ponce