Miles de personas participan de la primera jornada de Lollapalooza 2014 en el Parque O'Higgins.
Felipe González, El MercurioSANTIAGO.- Fue al mediodía exacto que DJ Acres arrancó el primer scratch a sus tornamesas para dar inicio puntual a la nueva versión de Lollapalooza. El festival que este fin de semana se tomará el Parque O’Higgins con dos días completos de música en vivo tuvo su partida encargada a las rimas de rap sobre bases de reggae que son la especialidad de Movimiento Original.
Sobre uno de los dos escenarios principales del festival, los tres maestros de ceremonia y el DJ del grupo chileno hicieron valer su experiencia ya ganada ante grandes masas, con éxitos como "Grandes pasos" o "Me siento bien" y canciones más recientes “Quédate con tu orgullo”. “El día está frío, pero venimos a cambiarlo con nuestra energía”, fue uno de los saludos iniciales de Piri Simple al Mic, uno de los MCs, porque en efecto fue una mañana nublada y fría la que marcó la antesala de este primer día de festival y obligó a los asistentes a llegar abrigados al parque O’Higgins.
Como respuesta, Movimiento Original y el público subieron pronto la temperatura con melodías como las de "Siempre natural" y consignas como "Somos más de diez, somos más de cien, somos más de mil, mucho más que un millón" entonadas a coro por miles y, luego, con el invitado especial de este primer show.
El grupo devolvió la mano que Quique Neira tendió en una de las versiones previas de Lollapalooza: esta vez convocó al cantante de reggae a compartir la canción "Dame un poquito de ti" en vivo. "Ya salió el sol", dijo Piri minutos después, como una misión cumplida, porque a las doce veinte de la tarde los rayos solares ya habían superado a las nubes para sumar desde entonces un calor creciente al festival.
Un público considerable de más de cinco mil personas llegó puntual al parque desde el primer minuto, y de ellos, pasado el mediodía, una buena cantidad de seguidores estaba viendo en vivo el rock de guitarras de Prefiero Fernández bajo el escenario techado de La Cúpula. Luego, en precisa sincronización con el cierre de Movimiento Original, se iniciaba en el escenario norte la actuación de Joe Vasconcellos, la otra figura principal convocada para la apertura.
Fue poderío instantáneo el que instaló el cantante de entrada. Desde las congas se puso al mando de una sabrosa entrada salsera, en sintonía perfecta con las palmas sincopadas del público, para un show que se iba a desarrollar sin fisuras por los siguientes sesenta minutos. Una versión de "La funa" que partió en reggae y terminó en ritmo bahiano y raggamuffin, un empalme al mismo pulso con "Transformación" para mantener la intensidad, y el tono trasnochado de "Sólo por esta noche" marcaron el inicio, encomendado a los cuantiosos hits que Vasconcellos tiene a su haber desde los años '90.
Una sólida banda de ocho integrantes y rica en timbres de guitarra, teclados, flauta traversa, trompeta, trombón, saxo, acordeón y dos percusionistas fue el mejor aval del cantante para poner a sonar los arreglos lujosos de la versión del vals "La joya del Pacífico", luego el carnaval declarado y futbolero de "Sed de gol" y, hacia el final del repertorio, todo el peso de éxitos como "Mágico", la cita a Chic antes de “Huellas”, "Ciudad traicionera" y el cierre con "Hijo del sol luminoso" para terminar con un himno.
Al inicio del show el cantante de Café Tacuba, Rubén Albarrán, observaba parte del show desde un costado del escenario, listo para tomar el relevo una hora más tarde. El grupo mexicano es parte de un cartel que para el resto del día incluye actuaciones de gente como Lucybell, Nano Stern, Cage The Elephant, 31 Minutos y, hacia la noche, Phoenix, Francisca Valenzuela, Nine Inch Nails, The Wailers y Red Hot Chili Peppers entre muchos otros.
Mientras Vasconcellos iniciaba su presentación en uno de los escenarios principales, el segmento dedicado a los niños era inaugurado por el conjunto Cantando Aprendo a Hablar. La banda nominada al Grammy Latino 2011 levantó el telón en Kidzapalooza con un show de 45 minutos que reunió a unas 300 personas.
La popularidad de esta sección del festival llevó a los organizadores a ampliar el escenario y aumentar las atracciones aledañas. Para acceder a este sector, los asistentes deben acudir con su pulsera de acceso a un stand de acreditación. Esto permite salir del Parque O'Higgins y reingresar una vez durante la jornada (con el objetivo de ir a dejar a los menores para luego regresar a los espectáculos de cierre).
El Movistar Arena, por otra parte, dio la partida a la sección electrónica con el DJ nacional Fat Pablo. El músico montó un espectáculo de una hora ininterrumpida de música dance, acompañada de una nutrida producción de luces y videos distribuidos por todo el recinto, al cual llegaron unas 500 personas.