En el homenaje a Octavio Paz se recordó a su hija, quien falleció el domingo pasado.
El Mercurio.CIUDAD DE MÉXICO.- El lunes en la noche se llevó a cabo un homenaje al único Premio Nobel de Literatura de México, Octavio Paz, con una gala a la que acudieron poetas, pensadores, diplomáticos y artistas de distintas partes del mundo.
El evento se llevó a cabo en el Palacio de Bellas Artes, cuando de se cumplen 100 años del nacimiento del autor fallecido en 1998.
En una sala abarrotada, con un decorado minimalista, una veintena de personalidades del mundo de la cultura esbozaron un "Retrato Coral de Octavio Paz".
El británico Anthony Stanton, uno de los principales estudiosos de la obra de Paz y quien realizó la edición crítica de "El laberinto de la soledad" (1950), contó que el poeta era un "espíritu apasionado, universal, de permanente inquietud", con una inteligencia libre que no se rendía "ante las fronteras disciplinarias".
Por su parte, el ensayista estadounidense Eliot Weinberger, principal traductor de la obra de Paz al inglés, relató entre risas su sorpresa cuando se enteró de que al Premio Nobel le gustaban las películas de "Star Trek".
"Y su personaje favorito no era, como muchos mexicanos hubieran imaginado, el carismático y autoritario capitán Jean-Luc Picard, sino 'Data', el robot humanoide que sabía todo", dijo Weinberger, al comentar que Paz estaba dotado de una memoria fotográfica que hacía parecer que "también sabía todo".
Pero a Paz también le gustaban las mujeres. Ellas "despertaban su curiosidad y sus sonrisas", dijo -en español- la autora y crítica francesa Fabienne Bradu, quien reveló la "alianza que Octavio aquilataba en una mujer: inteligencia y seducción. No le simpatizaban las mujeres que eran únicamente intelecto o únicamente cuerpo".
La escritora mexicana Elena Poniatowska, última ganadora del premio Cervantes, evocó "anécdotas de sueños felices" con Paz, ya sea en la casa del escritor, en la librería francesa o en el legendario café Kikos de Ciudad de México "que ya no existe, frente a (el edificio de) la secretaría de Relaciones Exteriores... que tampoco existe".
Marie José Tramini, segunda esposa de Octavio Paz y su compañera hasta el final, pidió que el homenaje en Bellas Artes se iniciara con la lectura del poema que el escritor dedicó a su única hija, Helena Paz Garro. Ésta, fruto de su primer matrimonio con la escritora mexicana Elena Garro, falleció el domingo, un día antes de que se celebrara el primer centenario del nacimiento de su padre.