"El Festival fue una linda anécdota"

Al igual que muchos cantantes y grupos que aparecen cada año en los crecientes circuitos de la música en Chile, Javiera Bobadilla se anotó en la temporada de 2013 con un trabajo que de partida captura la atención por su título evocador y por el nombre con el que viene firmado. Malvarrosa se llama el disco. Y Javiera Bobadilla es La Pájara. Pero a diferencia de todos los demás discos que hayan aparecido ese año en Chile, La Pájara iba a llevar a Malvarrosa a un nivel insospechado para cualquier músico debutante.

Ésta es la mujer que no sólo fue a competir en febrero pasado como representante de Chile a la competencia folclórica del último Festival de Viña, sino que además ganó el festival. Al final del certamen La Pájara volvió de ese balneario con dos gaviotas de plata en el equipaje: una válida por el primer premio y otra como mejor intérprete. Todo gracias a "La retirada", una de las canciones de ese disco debut, que de tan nuevo ni siquiera había tenido un concierto de lanzamiento antes del torbellino festivalero del verano.

Es ese estreno el que La Pájara hará este viernes 11 de abril (ver recuadro al final de la entrevista), después del ajetreo viñamarino y televisivo, y de regreso en la realidad cotidiana y autogestionada que comparte con la gran mayoría de sus compañeros de oficio en la música. En vivo tocará con su banda, formada por Sebastián Wallerstein (guitarra), Luciano Taulis (viola da gamba), Maximiliano Flynn (contrabajo), Samuel Álvarez y Greco Acuña (percusión) y con tres invitados: Ignacio Reyes en quenacho y guitarrón chileno y los cantantes (me llamo) Sebastián y Jim Hast en coros.

-Será un bello concierto -anticipa la cantante-. Una instancia en donde quiero hacer cariño al alma con mis notas.

-¿Qué efecto tiene para ti hacer la presentación oficial recién ahora, después de ganar el Festival de Viña?
-Pensamos que sería una buena idea dar un tiempo a las canciones. Que el trabajo comenzara a moverse y así hacer un lanzamiento con un recorrido ya avanzado.

-¿Cambió tu mirada sobre Malvarrosa en estos meses? ¿Imposible verlo con los mismos ojos de antes, o justamente funciona como una especie de "cable a tierra" anterior al festival?
-La mirada que tengo sobre mi trabajo sigue siendo la misma. Las canciones las creé porque las tenía atragantadas, fue una necesidad. Si estas canciones me van dando alegrías, más feliz me pongo, pero mi relación con mi trabajo no cambiará por premios o galardones.

"Siempre he pensado que el festival fue una linda anécdota", continúa. "Yo venía trabajando desde antes y siempre supe que al terminar el festival tenía que seguir trabajando, sin importar cuál fuera el resultado. El Festival de Viña me ayudó a llegar a muchos más oídos, pero lo tomo como eso, una vitrina importante que no cambia en lo sustancial las cosas".

Que las canciones no se pongan celosas

Los festivales no eran una experiencia nueva para La Pájara antes de llegar a la Quinta Vergara. La cantante ya había sido finalista en el Festival de la Patagonia en 2006 y 2008 y en el Festival del Huaso de Olmué en 2010. Otra muestra previas de su repertorio fue seleccionada como finalista en el Concurso Luis Advis en 2013.

-¿"La retirada" tomó un vuelo propio distinto de las demás del disco? ¿Sigue siendo parte de la historia que cuentan todas las canciones juntas, o ya se disparó por su cuenta?
-"La retirada", hasta el momento, ha sido la canción más escuchada del disco, peo es algo circunstancial. Espero mover rápidamente otras canciones de Malvarrosa. Siento que el disco tiene muchos colores y propuestas, entonces ahora me toca trabajar duro para hacer que las demás canciones también ganen su espacio y así no se pongan celosas entre ellas.

-¿Cómo llegaste al ukelele y qué te llamó la atención del instrumento?
-Me lo regalaron y fue amor a primera vista.

-En general la instrumentación del disco es bien particular: ukelele, viola da gamba, guitarrón. ¿Cómo se dio la elección de esos timbres?
-El disco fue compuesto por completo con ukelele y voz. Al momento de grabar pensé en agregar sonoridades y fue ahí cuando se sumó Sebastián Wallerstein al proyecto, apoyándome en los arreglos. Fue así como llegamos a una sonoridad de madera, orgánica.

-Por ejemplo no hay guitarra acústico, que es un instrumento casi infaltable en esta música. ¿Fue una opción deliberada?
-No hay en la grabación pero sí en el formato en vivo. La música va mutando y no hay que cerrase a sus posibilidades.

-¿Qué importancia tiene el folclor para ti? ¿Qué tan expuesta has estado al folclor?
-Siempre he escuchado mucho folclor, desde mi infancia. Me siento muy cercana a la música de origen, me llama la atención. Aún así siento que lo hago no es folclor purista, es más bien música influenciada por este estilo.

-¿Y qué dirías que tiene de folclórico Malvarrosa?
-Pienso que el folclor en Malvarrosa no se encuentra presente de manera explícita. Se pilla en el aire, un poco escondido, gracias a las sonoridades, a la forma de cantar.

Además de tocar las diez canciones del primer disco, La Pájara hará un adelanto de cuatro canciones destinadas a un segundo trabajo que ya está preparando. Y en paralelo sigue trabajando en la producción de una eventual gira a España para este año. "Aún no está confirmada, seguimos trabajando en la gestión de esta gira", dice. "Si todo marcha bien tocaríamos en Valencia, Barcelona, Valladolid y Alicante".