Flores amarillas y vallenato fueron algunos de los elementos que imperaron en la despedida colombiana a García Márquez.
APBOGOTÁ.- Con vallenato, flores amarillas y lecturas de su obra, Aracataca despidió hoy de manera simbólica a su hijo más ilustre, el escritor Gabriel García Márquez, fallecido el jueves en México a los 87 años.
De manera simultánea al homenaje solemne que se le realizó en el Palacio de Bellas Artes de Ciudad de México, en Aracataca un numeroso grupo de coterráneos del Nobel recorrió las principales calles de ese pueblo del Caribe colombiano, para darle el adiós al autor de "Cien años de soledad".
Gabriel García Márquez nació el 6 de marzo de 1927 en Aracataca, adonde su padre Gabriel Eligio García Martínez había llegado tres años antes para trabajar como telegrafista, y donde conoció a la que sería su esposa y madre de sus once hijos, Luisa Santiaga Márquez Iguarán.
La lluvia que desde hace meses no caía en el pueblo acompañó a los cataqueros en su homenaje al hombre que con su prosa puso a Aracataca en el mapa de la literatura universal. Ello porque, según coinciden los especialistas en la obra del Nobel, es precisamente a este pueblo al que el escritor retrató en su obras más ilustre bajo el ficticio nombre de Macondo.
Un retrato del Nobel y una pancarta con mensajes sobre el autor abrieron el cortejo que partió de la Casa Museo Gabriel García Márquez, pasó por la estación del ferrocarril y se dirigió a la Iglesia de San José, donde el hijo ilustre del pueblo fue bautizado el 27 de julio de 1930.
Mariposas de papel y flores amarillas, las preferidas de Gabo, adornaron la caravana en la que además se escucharon vallenatos, la música típica de la costa atlántica colombiana, que era una de las predilectas del escritor.
El acordeonista Julio Rojas interpretó canciones del gusto de García Márquez, como "Jaime Molina", de autoría del compositor Rafael Escalona (1927-2009), uno de los amigos de toda la vida del Nobel de Literatura 1982.
También en Barranquilla, capital del departamento del Atlántico, donde Gabo vivió algún tiempo, se le rindió un homenaje al que asistieron sus hermanas, otros familiares, amigos y la alcaldesa de la ciudad, Elsa Noguera.
El homenaje se llevó a cabo en la iglesia del Perpetuo Socorro, donde Gabo contrajo matrimonio con Mercedes Barcha en 1958. Durante el acto, la Orquesta Sinfónica Metropolitana de Barranquilla también interpretó "Jaime Molina" y llovieron mariposas amarillas como las que rodeaban a Mauricio Babilonia en "Cien años de soledad".