Voivod deleitó a los asistentes al The Metal Fest durante la tarde de este sábado.
Cristian Soto, El MercurioSANTIAGO.- En su tercera edición, el The Metal Fest apostó por privilegiar a agrupaciones nacionales y apostar por números consolidados para los fanáticos del género en la sección internacional, aunque privilegiando la diversidad de estilos, una constante dentro este festival que se inició en 2012. Y aunque en las dos versiones anteriores la presencia foránea fue generosa tanto en número como en calidad, lo cierto es que las cerca de siete mil personas que llegaron al Movistar Arena pudieron disfrutar de un show de calidad similar, pero con mayor presencia local.
Es cierto que un número mucho menor de asistentes fue el que presenció a las conjuntos nacionales Rancho y Afterlife, encargados de dar el vamos a esta fiesta metalera. Sin embargo, la cantidad de fanáticos comenzó a aumentar de forma paulatina y para el instante en que comenzó Voivod, el primer gran nombre dentro del cartel internacional, unos cinco mil fanáticos desmenuzaron la presentación de los canadienses.
Al mismo tiempo, nombres como Boa y los antofagastinos Martyrium contrastaban estilos y públicos en los escenarios nacionales. Esta diversidad, no obstante, se desvanece en cuanto entra un artista internacional. Los canadienses Voivod fueron el mejor ejemplo, al unir a distintas generaciones de metaleros con su compleja forma de abordar al género. Prueba de ello es que el cierre de su show, la versión del tema "Astronomy Domine" de Pink Floyd, fue acompañado tanto por los antiguos seguidores del grupo como por jóvenes fanáticos.
La convivencia de estos tres escenarios, todos con apuestas distintas entre sí, supuso un ejercicio de democracia bastante particular para el público. El privilegiar un acto por sobre otro resultó una constante en la que, si en ocasiones anteriores los que perdían eran los grupos nacionales, en esta oportunidad –y en gran parte por la presencia de dos escenarios para conjuntos locales– la balanza fue más equitativa.
Así, tanto All Tomorrows, con una performance cercana a bandas como Meshuggah, como Conflicted, de corte más clásico, contaron con un importante marco de público, mientras que en el escenario principal los suecos At the Gates, quienes sucedieron al show de sus compatriotas Hypocrisy, demostraban en el escenario internacional del The Metal Fest su estatus como clásicos del género, en el que alternaron cortes como "Suicide nation", de su disco de 1995 Slaughter of the Soul, con "The burning darkness", del álbum Terminal spirit disease, de 1994.
Debatiéndose entre actos consolidados y apuestas, al menos a nivel local, es la forma en que se desarrolló la primera parte de la tercera edición de The Metal Fest, que se cerrará con la presencia de Megadeth en el escenario internacional, mientras que los nacionales Pentagram, Crisálida y el grupo formado por los guitarristas Claudio Cordero y Erick Ávila serán los que finalicen la participación de bandas locales.