''Fuimos a bombardear Croacia'' está en librerías por un valor promedio de $11.900. El poemario ''Elogio de los reptiles'' cuesta alrededor de $4.000.
AlfaguaraSANTIAGO.- Ésta no es la primera vez que el nombre de Julio Carrasco aparece en una crónica periodística. Mucho antes, en 2006, se informaba que gracias al poemario "Despedidas antárticas" el escritor ganó la decimosexta versión del Premio Revista de Libros de El Mercurio. Y antes y después de eso, apareció liderando en diversas partes del mundo una llamativa, altruista y "volada" iniciativa: Bombardear una ciudad con poemas.
Carrasco, poeta, es parte del colectivo Casagrande, los mismos que han sobrevolado con un avión cargado de poemas lugares como Santiago, Guernica (España), Londres (Inglaterra), Varsovia (Polonia) y Berlín (Alemania).
Pero ninguna de esas instancias fue tan determinante para el autor como la de bombardear la ciudad croata de Dubrovnik, en 2002, por lo que es ese hito en particular el que decidió plasmar ahora en un libro.
"Fuimos a bombardear Croacia" (Alfaguara, $11.900) narra sólo esa hazaña del bombardero Carrasco, ninguna otra. "Hemos hecho seis bombardeos, y cuando fuimos a Guernica y otros lugares traté de retomar estos hilos narrativos, pero no me salía, parece que no fueron tan emocionantes. Por supuesto, me compenetré mucho con esas experiencias, porque si no, no resultan. Pero de alguna manera me salió natural escribir cuando estaba en Croacia, tuve unas ganas de escribir que no tuve en los otros lugares", cuenta.
En parte, la razón para ello está en una serie de acontecimientos que determinaron que ese bombardeo no fuera como cualquier otro. "Fue el más duro para nosotros, porque tuvimos que salvar cosas impresionantes. Los poemas se perdieron, aparecieron dos días antes y luego no los podíamos sacar del aeropuerto, porque las autoridades no podían entender que media tonelada de poemas no tuvieran un fin comercial, o que hubiera tanta gente dispuesta a recibirlos", recuerda el poeta.
Pero eso no fue lo único: Antes de que llegaran los poemas y antes de que arribaran sus compañeros, Carrasco pasó hambre y miserias en una ciudad que no comprendía, mientras alistaba la operación que lo llevó hasta allí. Por ambas razones, envió una serie de e-mails a Chile, que luego se transformarían en la estructura principal del libro que hoy edita.
"Sólo con los mails tendría como 20 páginas, y al darme cuenta de las cosas que estaban sin contarse, di un poco con la arquitectura de la narración. Desde 2002 hasta ahora trabajé de manera esporádica, y poco a poco fui agregando cosas, sin una intención muy clara. Fui añadiendo cosas hasta que se convirtió en lo que es", explica.
¿Y qué es? Ni Carrasco lo tiene muy claro. En "Fuimos a bombardear Croacia", capítulos breves de narración se alternan con otros en los que está la copia íntegra de un correo electrónico, la transcripción de un diálogo, el punteo de los alimentos ingeridos en un día o la minuta de una rutina.
Por momentos parece una novela; en otros, una crónica de viaje; luego, una biografía. Carrasco prefiere llamarlo simplemente "relato": "Hoy los géneros son tan híbridos, cabe todo en tantos géneros, que no me atrevería a calificar. Uno habla de novela o de poesía, y puedes meter lo que quieras en ese saco. Ya se ha metido cualquier cosa allí".
Lo que sí tiene claro es que su condición de poeta se filtra en la narración, y que junto a los entretelones de la hazaña es uno de los elementos que distinguen a este relato de final conocido: Dubrovnik es bombardeada y miles de croatas ven caer poemas sobre sus cabezas.
"Bombardeamos con el mismo sistema que el piloto había diseñado para la guerra de los Balcanes. Fue increíble. Al día siguiente, las mismas galerías a las que yo acudía para alimentarme de maní y almendras, me recibían con los brazos abiertos y sabían mi nombre", recuerda Carrasco.
Dos al hilo
Pero "Fuimos a bombardear Croacia" no es lo único que Julio Carrasco publicó recientemente. El mismo día y a la misma hora en que ese libro salía de imprenta, lo hacía otro de su autoría: El poemario "Elogio de los reptiles" (Ediciones Tácita, $4.000).
"Creo que es una coincidencia astral. Yo habría preferido que incluso salieran distanciados, porque el primer libro lo publiqué el 95, el segundo en 2005, diez años después... ¡Y ahora dos juntos el mismo día! Tampoco me siento tan cómodo con eso", dice sobre el inusual curso de sus obras.
Sobre su nueva colección de poemas, cuenta que "la idea central es que si el terodáctilo, siendo un reptil, pudo volar, entonces tenemos la prueba concreta de que se puede llegar al cielo arrastrándose".