Desde que se dieron a conocer los nombres involucrados en De La Tierra, la etiqueta de "súper grupo" apareció de inmediato para catalogar al proyecto que reúne en un mismo espacio a Andrés Giménez (A.N.I.M.A.L.), Andreas Kisser (Sepultura), Flavio Cianciarulo (Los Fabulosos Cadillacs) y Álex González (baterista de Maná). Pero no sólo era una respuesta lógica en vista de quiénes formaban parte de esta nueva banda, sino un calificativo que para nada resulta antojadizo, en vista del extenso currículo que cada uno de ellos porta.
Pero había también riesgos en De La Tierra, sin dudas. Desde el inicio, definirse como un grupo de metal cuando entre sus filas milita el baterista de una de las agrupaciones más exitosas (y a la vez cuestionadas) del pop-romántico en español, era una jugada que innegablemente conduciría a reparos, críticas y prejuicios. Sin embargo, esto ya "es parte de nuestras vidas", dice riendo Kisser, quien ahora también aporta sus riffs a esta nueva apuesta cien por ciento latinoamericana.
Para Andrés Giménez, en tanto, la nómina de músicos no sólo es defendible: Además, considera que la presencia de cada uno de los integrantes es fundamental e irremplazable. "Cuando armamos la banda, quedó muy en claro que era un grupo de metal, pero que no íbamos a ser prejuiciosos en nada", asegura.
Esa libertad brindó la posibilidad de que se reunieran estos nombres y no otros, los mismos que se verán en Chile el próximo domingo 25 de mayo, cuando la agrupación se presente en el Teatro Caupolicán. "Me parecía que, como íbamos a hacer metal y estaba también involucrado Álex, tenía que haber involucrada también una persona con apertura musical, como él. Y esa persona, para mí, era Flavio. Lo conozco desde hace muchos años, somos amigos de hace mucho, y me parecía increíble, porque él tiene una formación musical de punk-rock, del hardcore, entonces lo veía como justo para De la Tierra", explica Giménez.
-La participación de Andreas Kisser en la banda se gesta, entonces, de una forma similar.
-AG: Pasó que cuando nos juntamos los tres, les dije "estaría buenísimo que haya otro guitarrista", y les dije que a la persona que habría que preguntarle es a Andreas Kisser, porque es el mejor guitarrista de metal de Latinoamérica y uno de los mejores del mundo. Ahí Álex dijo en seguida "wow, sí, está buenísimo, cómo no se me ocurrió", y me dijo "él es muy brother mío, subió a tocar con Maná. Déjame que yo le escribo y le pregunto", y ahí fue cuando le escribió, le mandó un mail a Andreas, y dijo que sí en seguida. Le sedujo la banda.
Con la formación completa, De La Tierra se abocó de lleno a la tarea de registrar un set de canciones para su primer álbum, aunque los primeros esbozos de un disco se trabajaron por separado. Aún así, para Giménez el resultado de esta labor realizada vía Internet se reflejó una vez que el grupo se juntó a ensayar. "Tuvimos la suerte de que cuando nos juntamos los cuatro adentro de una sala de práctica, la química que nos íbamos enviando por medio de la net, demos y todo, se hizo realidad", explica.
-¿Cuándo se junta De La Tierra a trabajar lo que sería su primer elepé?
-AK: En 2012 nos encontramos en Buenos Aires, en la casa de Flavio, en su estudio, y como Andrés dice, la química que teníamos ahí, con 15, 16 temas... En ocho días arreglamos ocho temas, fue increíble. Fue muy rápido, muy tranquilo, disfrutamos de cada momento juntos ahí, en la plática, la música. Nunca miramos atrás, siempre adelante, y acá estamos.
Las primeras presentaciones que brindó De La Tierra luego de comenzar a distribuir su álbum debut fue como parte del tour sudamericano de Metallica. "El primer concierto fue en Colombia. Fue un recital difícil para nosotros, porque estábamos tensos, nerviosos. No sólo del grupo fue el primer concierto, también del equipo que tenemos, de roadies. Teníamos roadies de Sepultura, de Maná, de D-Mente, todos trabajando juntos (risas)", recuerda Kisser.
"Creo que fue una prueba más que de fuego para nosotros. Porque creo que después de eso, ya lo que venga va a ser bienvenido", asegura Giménez.
-¿No pasó que, en medio de estas presentaciones, hubiera gente que los rechazara, por ejemplo?
-AG: En ningún momento, en ninguno de los shows que hicimos con Metallica, que a mí también me asombró, en ningún momento hubo gente que nos gritó que nos fuéramos. Nunca. En ningún momento fue de cortar una canción y decir "bueno, ésta es la última canción", y que la gente gritara "¡bien!", porque eso pasa mucho. Todo lo contrario. Terminábamos de tocar y era una ovación, y bien. La verdad, es que nos sorprendió mucho.
Algo que dejan en claro tanto Giménez como Kisser es que De La Tierra es un grupo ajeno a los prejuicios que pueda suscitar su comentada formación. "Cuando armamos la banda, quedó muy en claro que era un grupo de metal, pero que no íbamos a ser prejuiciosos en nada. El enriquecimiento que le da Flavio en el bajo y Álex en la batería a la música de De La Tierra es buenísimo, es un metal con un espíritu musical que no se ve habitualmente en el género", dice el ex A.N.I.M.A.L.
-Y respecto al show que harán en Chile el 25 de mayo, ¿cómo abordan esa presentación?
-AG: Venimos tranquilos, contentos, felices de poder tocar lo que amamos, que es música, y poder brindar nuestra música a los que quieran estar. La verdad, vamos a dar un show enérgico como el que damos siempre, como el que dimos con Metallica, lleno de emoción. Sabemos que nosotros cuatro disfrutamos arriba del escenario y, los que estén, van a disfrutar mucho de este show, porque nosotros transmitimos eso desde arriba.
El mismo Giménez asegura que "vamos a hacer algunas locuras extras, pero sí, el show es el disco más algunas sorpresas que, bueno, si las decimos dejan de ser sorpresas", dice entre risas.
-Me llama la atención que, desde un inicio, la banda se presentó como "metal latino". ¿Cómo se define eso?
-AK: Somos latinos. Si hacemos metal, será latino. Si hacemos reggae, será latino. Si hacemos música clásica, será latina, porque somos latinos. No es una característica que venga desde afuera, viene desde adentro.
-AG: Son marcaciones que quedan del legado, de lo que habla justamente "San asesino". Del legado de los verdaderos dueños de toda esta tierra latinoamericana, que son los indios. De La Tierra es una banda que tiene muchas cosas de la cultura latinoamericana. Primero, porque desde chiquititos las fuimos adoptando y porque también nos encanta fusionar eso en nuestra música, porque eso hace la diferencia. Si no, seríamos una banda de metal más. Una más dentro de las miles que hay.