''El vagón de tercera clase'' fue robada en 1992.
El Mercurio.DUBLÍN.- Un cuadro del pintor francés Honore Daumier (1808-1879) que fue robado de la Hugh Lane Gallery de Dublín hace más de 20 años, fue recuperado por la policía irlandesa y desde hoy vuelve a estar expuesto en ese museo.
Se trata de la obra "El vagón de tercera clase", una acuarela de pequeño tamaño que fue arrancada de la pared de la High Lane un sábado de junio de 1992, durante las horas de apertura al público.
Su valor entonces se calculaba que era de "cientos de miles" de euros, pero los responsables del museo han rechazado ahora poner un precio estimado al cuadro de Daumier.
El cuadro fue descubierto, al parecer por casualidad, durante una investigación de la Oficina de Recuperación de Bienes Criminales (CAB) de la policía.
"Esta unidad está especialmente contenta de que, en el marco de una investigación en 2013, esta importante obra de arte haya sido recuperada y devuelta al museo, tras ser robada en 1992", declaró a los medios irlandeses su responsable, el superintendente Eugene Corcoran.
Por otra parte, la directora de la Hugh Lane Gallery, Barbara Dawson, ha destacado el "buen ojo" de los detectives que reconocieron la valía de "El vagón de tercera clase", finalizado por Daumier en 1864.
"Para mí fue chocante entonces, porque lo arrancaron literalmente de la pared. Fue un robo peculiar y resulta interesante que alguien eligiese precisamente ese cuadro", recordó Dawson.
La directora de ese museo, perteneciente a la Municipalidad de Dublín, dice no estar segura aún si alguien lo robó para admirarlo en privado o si fue un trabajo encargado por terceras personas.
"No nos lo han dicho. Quizá se trató de alguien envidioso al que le gustaba tener cosas para su disfrute personal", agregó Dawson.
Daumier está considerado uno de los artistas satíricos más destacados del siglo XIX, famoso por obras que servían de crónicas sobre la sociedad urbana francesa de la época.
Su irreverencia en la conocida litografía "Gargantúa" le costó seis meses de cárcel, pues retrata de forma grotesca al monarca Luis Felipe de Orleáns, con cabeza en forma de pera y transformado en un gigante glotón sentado en una silla-orinal.
"El vagón de tercera clase", en que Daumier retrata a un grupo de trabajadores y a un niño viajando, está considerado como un claro ejemplo de su arte costumbrista.