Las generaciones son el asunto que ha tenido musicalmente motivado a Álvaro Scaramelli en el último tiempo, a juzgar tanto por sus actuaciones en vivo como por su más reciente canción. En directo el cantante se presenta desde 2013 con sus hijos, los mellizos Adriano y Gianluca Scaramelli, ambos de dieciocho años, y en estos días termina de grabar un single con la misma temática, como queda claro en el título: "Renuncio a ser un viejo".
A sus 48 años, el cantante suma en su historia capítulos como su éxito inicial con la banda pop Cinema entre 1984 y 1987 en el movimiento del "rock latino" de la época, la carrera solista que mantiene desde 1987, el Festival de Viña que ganó en 1988 con la canción "Soy tal cual soy" y su dedicación desde 2007 a lo que figura como "asuntos del alma" en su reseña biográfica, como terapeuta en biomagnetismo medicinal, reiki, sonoterapia y análisis del aura.
Su disco más reciente tiene directa relación con esas actividades. Es Puro espíritu (2013), un compilado de canciones previas e inéditas conectadas con los libros que Scaramelli ha publicado: "Sanarte" (2007), subtitulado "El arte de sanarse uno mismo"; "Sanarte (Las enseñanzas de Jesús místico)" y "La evolución de la conciencia (Dónde estoy y hacia dónde voy)". En cambio "Renuncio a ser un viejo", canción que va a estrenar con su concierto doble de este sábado 24 de mayo (ver recuadro al final de la entrevista), se conecta con su repertorio más terrenal, según explica.
-Puro espíritu es un disco más conceptual, es un puente entre los libros que he escrito y la onda más mística. Esto otro (la canción) es retomar al Álvaro Scaramelli, pero con nuevas energías -distingue-. Es una canción bien potente, por la temática que aborda, por el sonido entretenido, y por ahí puede haber una veta y unas ganas de hacer un disco más rocanrolero. Todas las historias musicales tienen giros con la vida, y presiento que podría haber un giro con esta canción. La generación nuestra, que estamos al borde de los cincuenta, no es la de nuestros padres, que envejecieron de una manera distinta.
-¿Cómo están envejeciendo ustedes?
-Estamos enveciendo como más juveniles. Antiguamente uno envejecía a los cincuenta años. Yo creo que ahora uno a los cincuenta años no asume, no acepta ser viejo. Y es porque hay una condición interna, uno se siente más vital. Salvo que tú te dejes arrastrar por esa vejez. Creo que hoy día desde los setenta para adelante se envejece. Entonces siento que mucha gente de mi generación va a sentirse identificada con esta canción.
Scaramelli Marconi, los genes italianos
"Canciones que se convirtieron en libros" es el subtítulo del disco Puro espíritu. "Es que fue así", explica el autor. "Sólo que yo no sabía que iba a haber libros después. Pero cuando empecé a escribir me di cuenta de que mucho de lo que había desarrollado, a nivel de poner en práctica la conciencia, ya lo había escrito antes de manera inconsciente en canciones".
Hubo un repertorio previo considerable al que echar mano para buscar esas canciones. Álvaro Scaramelli grabó tres discos con Cinema, entre los iniciales Cinema en directo (1985) y Locos rayados (1987) y la reaparición posterior con Cinema (1994), de donde provienen éxitos como "Y tú no estás", "Locos rayados", "Tom y Jerry", "Siempre hay algo", "En medio de este mundo" y "Bodeguero". Y como solista su colección incluye once discos en total, con diversas canciones difundidas en su momento en radios y en estelares de la televisión de los '80 y los '90.
Son Mi tiempo interior (1987), escuchado en las emisoras de la época por los singles "Déjenme", "Eres tan diferente" y "Si lo sabes, te arrepientes", este último a dúo con la rockera argentina Patricia Sosa; Secretos develados (1988), con "Secretos develados"; El espejo encantado (1989), con "No estoy en París"; Ramo de flores (1991), con "Ramo de flores", "Eres parte del aire" y "Estrella pasajera"; Álvaro Scaramelli (1993), con "Derriba los muros"; Anécdotas del Viejo Whisky (1997); Canciones para la memoria (1998), con "Soy tal cual soy"; el disco en vivo Tiempos buenos (1999), la banda sonora del musical Greystoke (2000); Scaramusas (2002), difundido por el single "Soy de donde", y el actual Puro espíritu (2013).
-Por ejemplo una canción como "Derriba los muros", de mediados de los '90, ¿cómo aparece después en tus libros?
-Es que los libros hablan de una forma de ver la vida, de aprender a no preocuparse, a tener fe. A confiar en la vida. A entrar en un sistema distinto donde no te dejas llevar por el dramatismo que te pone la vida en general. Y para verlo de esa manera hay que hacer ciertos cambios. Entonces "Derriba los muros", que tú estás mencionando, hace eso: esa letra busca no quedarse llorando por el pasado, romper las barreras. Pero ésa es de los '90. Y (en el disco) hay canciones del año '85. Por ejemplo de la época de Cinema rescaté el "Mariposas", el "Saben aquellos" (de su segundo disco como solista), "Secretos develados", "Déjenme". Algunas no fueron conocidas y otras sí.
Las canciones nuevas de Puro espíritu son tres, entre "Ganas de recuperar", la inédita "Yo soy la vida", compuesta para el musical "Greystoke", y la que dio origen a la idea de Scaramelli de volver a grabar después de diez años: "Canción por la paz". Es la composición con que el autor ganó, en la categoría de música internacional, el festival "La música libera, libera la música", celebrado en 2012 en la región de Emilia Romagna, Italia, de donde provienen sus abuelos.
"Me mandaron los pasajes, toda la cuestión, y fui cantar a Faenza y a Módena, dos noches. Fue interesante, bien bonito. Y con esa canción me dieron ganas de hacer este disco", explica. Ya había estado en Italia cuando actuó en el Festival de San Remo en 1998, tras ganar el Festival de Viña con "Soy tal cual soy". "Canté en San Remo, en la gala, con treinta músicos. Cuando terminé hasta los músicos se parararon a aplaudir. Fue súper emotivo", recuerda. Esta vez para su regreso a ese país viajó con su familia, incluida su madre, que pertenece a la primera generación de hijos de italianos nacidos en Chile.
-¿Fue una especie de encuentro con las raíces?
-Obviamente, todo parte desde ahí. Nosotros tenemos una serie de historias con Capitán Pastene -dice, a propósito de esa localidad en la provincia de Malleco, región de la Araucanía-, que es el lugar donde llegaron los inmigrantes de la Emilia Romagna en dos barcos. El lugar se llamó la Nueva Italia y después fue Capitán Pastene. Entonces hay todo un vínculo.
-¿En tu familia los abuelos son los inmigrantes?
-Claro. Hay un abuelo que viene de esta rama, y hay otro que también era italiano, porque (el apellido) es Scaramelli Marconi, pero que llegó a Valparaíso, desde otra zona, de Génova, también del norte de Italia. Son vínculos que van quedando, que uno entrelaza y que van dando un sentido a la vida. Porque de ellos, de los abuelos inmigrantes, recibimos la educación. De ahí viene la prestancia del abuelo, que sin nada sale adelante, sin ni uno, sin quejarse, y ésa es la primera máxima en la vida, ¿ah? Ni quejarse ni pedir nada. Todo lo puedes conseguir con tus manos. Es algo que está muy fuerte en nosotros, en la familia. Entonces de ahí surgen varias canciones también. Yo creo que son raíces que están ahí en los genes.
El disco fue dirigido por el tecladista y productor René Calderón. "Él me planteó trabajarlo bajo el concepto de los Buddha-bar, una colección de discos electrónicos. Y ahí florecieron ideas para adaptar las canciones. Están bastante transformadas, con instrumentos étnicos, secuencias y bases electrónicas, pero dentro de un lenguaje llevadero, bonito. Es ese tipo de discos para escuchar, que los puedes poner en un restorán, que tienen eso de 'ambient'".
En la cubierta de Puro espíritu el cantante aparece con un particular instrumento similar a una guitarra, fabricado por el artesano y luthier Enrique Rebolledo. "Le puse un efecto que se llama Ravi sitar, que me traje de Estados Unidos, y pom, la guitarrita funcionaba súper bien", dice. "Entonces varias de las canciones tienen esta como cítara, de tres cuerdas".
-No es una guitarra entonces.
-Nopo, no tiene nombre. Yo le puse scaramelaika. Y yo inventé la afinación.
Te guste o no te guste: doce canciones conocidas
Una década completa transcurrió entre Scaramusas (2002), anterior disco de Scaramelli, y su actual regreso a las grabaciones. "Dejé de tocar con banda por un tiempo. Hice muchos eventos solo con piano, empecé con esto de los libros y seguí cantando, pero en este formato".
-¿Y además coincidió con que paraste de grabar?
-Partió por la crisis (de la industria disquera). Scaramusas fue el último disco que grabé con un sello (Warner), porque después de eso los sellos dejaron de grabar discos. Desde ahí hubo un vacío.
Son los años que coinciden con su trabajo como productor para el grupo bailable Axé Bahía y con su participación en el reality show "Rojo VIP" en 2004 y 2005. "Y ahí tuve un repunte, porque a mí me fue muy bien en 'Rojo VIP', a nivel de presentaciones, de todo lo que generó después. Fueron tres años bastante fuertes, y hasta el día de hoy no falla la pega. Pero son momentos en que estás más o menos vigente, dependiendo de la presencia que tengas en los medios, en televisión y radio".
-¿No estaba la necesidad de mostrar canciones nuevas?
-Claro, pero justamente el "Rojo VIP" me hizo rescatar mi repertorio. Asumí también que la gente quiere escuchar lo mío "clásico". Entonces dejé de hacer cosas nuevas. Y ahora tengo ganas de cantar o de nuevo. Porque también pasó un tiempo en el que no se vendían discos, entonces uno decía "Y para qué voy a hacer un disco". Hoy en día no sé si es necesario hacer discos. Puedo hacer un single, trabajar de manera independiente. Hay un reordenamiento del mercado en el que ya uno se puede plantear la vida haciendo canciones y no discos.
-Pero esa es una condición de la industria. ¿La composición no es algo más personal? ¿Dejaste de hacer canciones porque no tenía sentido publicar discos?
-Lo que pasa es que cuando compones, cuando has probado el éxito de ser escuchado, la retribución de que te pidan una canción en vivo, el hecho de cantar una canción que todos están coreando, cuando uno ha probado eso, es doloroso y es difícil decir "Tengo algo nuevo que ustedes no tienen dónde escuchar porque no tengo adónde cresta mostrarlo", y se produce ua frustración.
-¿Tuya? ¿O del público?
-Mía. Durante estos años hice el ejercicio de llevar canciones a las radios, después del Scaramusas. Y veía que no entraban, que no entraban, aunque eran canciones buenas, buenísimas, pero están cerradas las puertas, y es difícil revertir eso. Entonces no es que uno no componga. Hice canciones, las llevé a radios y no resultó. Ahí no se genera la energía para hacer el disco. Uno se desestimula.
-¿Y ahora es distinto?
-Como que uno termina un proceso de sanación, y ahora me da lo mismo que me toquen el "Viejo" en la radio o no. Me gustaría que me lo tocaran, pero si no me lo tocan igual estoy contento con la canción. No me voy a frustrar. Ya pasé la etapa de la frustración. Pero ése es un proceso interno.
-¿Por qué crees que esas nuevas canciones no entran en la radio? ¿Alguna teoría?
-Bueno, ahí tienes por ejemplo la Radio Uno, que toca pura música chilena, pero se niega a tocar canciones mías que no sean de los '80. Entonces tú vas a escuchar sólamente los "Locos rayados" o no sé qué. Tengo el disco Canciones para la memoria, el Tiempos buenos, hay un montón de canciones súper lindas que podrían estar sonando. Pero son sesgos que tiene el programador, que dice: "Tú fuiste importante en esta época (los '80), de aquí para adelante no me interesa tu vida. A mí me interesa del Álvaro Scaramelli lo conocido, no lo nuevo". No sé cuál es la razón, porque yo me siento mucho mejor músico y mejor cantante ahora que antes. Siento que tengo mucho más para dar. Sin embargo ahora me veo con más limitaciones para entregar lo que hago. Creo que es azaroso, o que hay un prejuicio, o un sesgo. Si supiera podría hacer algo, pero no lo sé.
-No depende de ti finalmente.
-No depende de mí. Sí está en cuestionamiento la calidad de lo que haces. Las radios siempre se excusan con la idea de lo que uno lleva no es bueno. Pero lo que estoy llevando yo sé que es bueno. Llevé una balada con la que gané el Festival de la Serena, el año 2007 ("Dame un segundo"). La canción está súper bien grabada, perfectamente podría ser un hit, yo estoy seguro de eso. Pero lo intenté meter y no hubo caso. Yo estoy seguro de que no es por calidad, es por el espacio, la "parrilla"… algo pasa ahí.
-De hecho en un momento las noticias sobre ti dejaron de tener que ver con música, ¿no?, cuando en los '90 contrajiste la "bacteria asesina" o cuando ocurrió el incendio de tu casa, que lo mencionas en la letra de "Renuncio a ser un viejo". ¿Esas cosas pasaron a ser más comentadas?
-No sé si la bacteria asesina o el incendio, porque no me lo comentan tanto, sino esa cosa de la mala suerte, pero hace mucho tiempo que no me topo con esos comentarios. Ahora últimamente la gente me relaciona con la cosa mística, los libros, hay un cuento ahí. Pero si bien como tú dices con Álvaro Scaramelli se viene una imagen que incluye la música y otras cosas, cuando la gente me ve en vivo, en muchas actuaciones que hago, en municipalidades, casinos, para todo tipo de público, tengo en mi repertorio doce canciones que el noventa por ciento del público que está, le guste o no le guste Alvaro Scaramelli, las conoce.
-Digámoslas de corrido. ¿Las puedes nombrar?
-Sí, te puedo decir. De la época de Cinema: el "Tom y Jerry", el "Locos rayados", y si canto "En medio de este mundo" (entona Hoy se muere una flor, en tiempo de primavera) la van a cantar. Después canto el "Déjenme", "Eres tan diferente", el "Secretos develados", el "No estoy en París", el "Ramo de flores", el "Te quiero" (entona Te quiero de veras, porque eres sincera), una balada muy romántica; canto el "Eres parte del aire y el sol", la "Estrella pasajera". Ya voy en diez. Canto el "Derriba los muros", el "Bodeguero", "Soy tal cual soy", que es el de Viña, canto el "Tiempos buenos", ya vamos en catorce. Puedo cantar también en algunos lugares el "Soy de donde", que tiene un video con muchas visitas en YouTube. Quince canciones que pueden ser fácilmente identificadas. Y en el show la gente va como subiéndose arriba de un carro: "ah, ésta la conozco, ah, ésta también", y en la mitad ya están todos arriba de la pelota.
-¿Eso es el otro lado de la frustración por el hecho de que las canciones actuales no entran en la radio? Porque en esas radios creen que lo que importa tuyo es justo todo eso que acabas de mencionar. ¿No es un doble filo? ¿Esos mismos éxitos de antes son los que no dejan avanzar?
-No, mi frustración jamás va a ser por lo que hice, sino por cómo meter algo nuevo, aunque siento ya una resignación: ya metí tantas canciones que está bien. No sé cuál es la razón, pero siento que en este país nos cuesta mantener vivos a los artistas. Se quedan con lo que fue y es difícil dales cuerda, son muy contados los casos. Es más, por alguna razón las canciones, aun habiendo sido grandes éxitos, salen de "parrilla". Por ejemplo, en la FM2 o en la Pudahuel, que tocan siempre "clásicos", podría estar sonando cada cierto tiempo el "Tiempos buenos", que es una canción que a todo el mundo le gusta. Si puedes escuchar canciones de Chayanne, que son más antiguas todavía y que están programadas, ¿por qué las canciones de los chilenos salen de "parrilla" y siguen las de los extranjeros? Quizás es la presión que ejercen los sellos para mantener a los artistas.
Más allá de Tom y Jerry: ecos de Cinema
Álvaro Scaramelli tuvo ocasión de remontarse a sus inicios en vivo con la reunión de Cinema para la versión de 2013 del festival "La Cumbre del Rock Chileno", dedicada en junio de ese año a los músicos de su generación bajo el nombre de "Las voces de los '80".
Alineado con Álvaro Scaramelli (voz), Rodrigo Bari (guitarra), la dupla entre Adriano y Gianluca Scaramelli (guitarra y bajo), René Calderón (teclados) y Alejandro Miranda (batería), el grupo tocó las canciones "Y tú no estás", "La música en inglés", "Siempre hay algo", "En medio de este mundo", "Locos rayados" y "Tom y Jerry".
-A la segunda o tercera canción el público se puso de pie. Que era típico de los '80: en los '80 no existía quedarse sentado, ésa era la gracia. Porque Cinema fue fuerte en su época, metimos varias más canciones que otras bandas.
-¿Cómo recuerdas "La música en inglés", del primer cassette? Es una letra en la que cuestionabas muchas cosas.
-Bueno, de ahí sacaron Los Prisioneros "Por qué no se van del país" (la canción "Por qué no se van", del disco Pateando piedras, de 1986).
-¿Sí? ¿Es tu teoría o te consta?
-Yo tengo una información interna de que es así. Claro, porque nosotros decíamos Si no quieres escuchar / la música de este lugar / Si no quieres ser de aquí / Ve a bailar a otro país. Ésa es la consigna de la canción. Y una persona interna de ahí me dijo que uno de Los Prisioneros le decía a Jorge González "para qué te quebrai tento si le copiaste la canción al Scaramelli".
-¿Primero fue la de Cinema?
-Es que nosotros tocamos con Los Prisioneros en el Teatro Cariola en el '84, ponte tú. No nos conocíamos. Ellos nos escucharon a nosotros y nosotros los escuchamos a ellos. Éramos todos cabros, estábamos partiendo. Y ahí tocamos "La música en inglés". Es de los primeros temas.
-En el '84 Los Prisioneros ya llevaban un año. ¿Y ustedes?
-También -dice Scaramelli, que recuerda que el debut de Cinema fue en una fiesta en el Colegio Suizo en la capital-. Tiene que haber sido en el '84.
-En esa letra también hablas de música en vivo. Dice "Buscando un recital donde ir a bailar".
-Pero voy todos los viernes a comprar el diario / por si hay un recital para ir a bailar.
-Pero no hay, y el personaje siempre termina escuchando la radio.
-Siempre termino escuchando la radio / parece que todos aquí caminan para atrás.
-¿De dónde viene esa letra? ¿Algo puntual la motivó?
-Era el discurso: no se escuchaba música pop en las radios, todavía no sonábamos ni Los Prisioneros ni nosotros ni nadie.
-¿Los argentinos sí?
-Todavía no. Charly García sonaba con el "Estoy verde". Pero todavía no sonaban ni GIT ni Soda Stereo, no existía el movimiento del "rock latino". Y nosotros fuimos a golpear puertas a las radios.
-Qué radios habrán sido en ese tiempo: ¿la Carolina, la Concierto…?
-… la Galaxia, que todavía no tocaba música en español, la Pudahuel. A la que íbamos también, donde estaban tocando al Alberto Plaza, era la Concierto. Y el cuento era "No,a ustedes les falta calidad". Yo era súper inquieto, y entonces de ahí surgió la canción, como incitando a la gente. Porque a quién nos dirigíamos: al público que nos veía en vivo.
-De hecho ese primer disco de Cinema está grabado en vivo, ¿no?
-Está grabado en vivo, en la discotheque Gente el año '85.
Scaramelli recuerda que ese debut del grupo, Cinema en directo, vino a continuación de un catálogo previo que el sello RCA había lanzado con grabaciones de músicos como la Banda Metro y Keko Yunge, a cargo del productor musical Jaime Román, el mismo que luego formó el sello Musicavisión asociado a TVN (y que en 2013 fue condenado por el delito de obtención de servicios sexuales de menores, tras el descubrimiento de una red de prostitución infantil).
-Primero nos contactaron y nos propusieron sacar un casette en vivo, y después de eso nos tiraron a grabar a Buenos Aires los Locos rayados -recuerda el cantante. En ambos discos están las canciones "Tom y Jery", "Siempre hay algo" y "La música en inglés", y en el segundo aparece "Locos rayados"-. Creo que Cinema fue una muy buena banda. Como que perdimos reconocimiento porque hubo mucha envidia y porque teníamos un manager que era muy agresivo y representaba al establishment.
-¿Jorge Mackenna?
-Era Jorge Mackenna, que había trabajado con artistas antiguos, el (Fernando) Ubiergo, el Pollo Fuentes. Todas las otras bandas tenían managers alternativos, el principal de ellos el (Carlos) Fonseca, que no tenían escuela anterior. Pero como Mackenna tenía escuela anterior, tenía acceso a Televisión Nacional, a esto, a esto otro. Entonces creo que el hecho de haber ido al festival de Viña hizo que nos pusieran el rótulo de los apitutados, y que a lo mejor no se viera que detrás de eso había calidad.
-Pero al mismo tiempo no seguiste haciendo el mismo tipo de canciones que "La música en inglés", que es casi una letra de protesta, ¿no? "Locos rayados" es más juguetona. ¿Eso puede haber tenido que ver?
-Los únicos que hacían canciones de protesta eran Los Prisioneros. Yo pienso que en ese momento nos empezamos a contagiar con el pop latino. Y el pop latino consistía en hacer bailar, en hacer cantar. Creo que ninguno de nosotros estaba con el ánimo de protestar políticamente. En esa canción hice una opción porque había algo por qué pelear: porque no se tocaba música en la radio. Pero después dejó de existir esa pelea porque se empezó a tocar, y empieza a surgir un ambiente para actuar: ¿contra qué ibas a protestar? La gente quería bailar, queríamos disfrutar.
"Ahora: aun así, cuando hicimos el disco Secretos develados (el segundo como solista, en 1988), grabé la canción 'Hoy como ayer', que en la letra dice Hoy como ayer no estamos solos / frente a un salvador / ni frente a una crucifixión. Y esa canción la iba a tocar en el Festival de Viña en el año '88, cuando fui como solista. Pero me la prohibieron en el ensayo. Porque decía Frente a un salvador… No había ánimo ni de protesta ni de nada, pero la censura existía. A nosotros nos censuraron, pero nos censuraron", recalca, "en el año '95".
-¿Con el disco de el "Bodeguero"?
-Con ese disco.
-¿Por qué?
-Por el primer single que sacamos, "Ángel descarriado"; ésa una canción de protesta, social, de la manera de ser de los chilenos. Y decíamos Hey, escucha, ándate a la lucha / La lucha por la vida, la lucha por la liberación. Y cuando la sacamos nos dijeron (en el sello) "Esta canción no, porque no se entiende muy bien si dice Frei, escucha, ándate a la chucha". En serio. Sí señor. (Eduardo) Frei ya estaba gobernando, y por la idea de que se pudiera usar la canción para denostar a Frei tuvimos que buscar otro single.
Una selección de canciones de Cinema es parte del show que Scaramelli está presentando junto a sus hijos, los cuales a su vez integran desde 2013 el dúo A&G. La banda actual del cantante incluye a Rodrigo Bari (guitarra), quien lo acompaña desde los inicios de Cinema, a los citados Adriano y Gianluca Scaramelli (guitarra y bajo), Alejandro González (teclados) y Roberto Bosch (batería), hijo del trompetista Gustavo Bosch. Y en A&G también actuará esta vez Diego Bari (guitarra), de catorce años, hijo de Rodrigo Bari.
-Ésta es una banda rocanrolera, que es como volver a los orígenes -dice Scaramelli-. Y es la banda que estoy preparando para mis hijos. En realidad todo esto es una excusa, un invento, para darles un espacio para que se presenten en Santiago, porque han tocado mucho conmigo en provincia, en formato de dúo y con pistas. Pero ahora van a tocar por primera vez con banda y van a abrir el show con cinco canciones de A&G. Y luego me presento yo con los grandes éxitos.
A&G están preparando su primer disco con Scaramelli y Bari como productores, y ya mostraron una versión reggae de "Imagine", de John Lennon. "Les va súper bien en vivo, tienen carisma, tienen energía, tienen vitalidad, tienen pinta, y las canciones son bien arriba", dice el padre. "Yo creo que esto de 'Renuncio a ser un viejo' también tiene que ver con estar tocando con mis hijos. De repente uno entra en una inercia, pero ellos mismos me decían 'Estás ahí sentado en el piano, pero tú eres vital', y tocan al lado y se acercan y la gente se entusiasma. Entonces ¿sabes qué? Renuncio a esto de envejecer. Quiero vitalizarme. Aparte del (Rodrigo) Bari, el resto de la banda son todos cabros jóvenes, gallos de veinte años, que tienen otro punch".