''Lo hicimos (incorporación del beso) porque después del programa todos eran buenos y nadie hizo nada. Ahora tenemos una prueba que lo corrobora'', afirma Gómez.
CHVSANTIAGO.- "Estoy deseando que empiece", dice emocionada Eva Gómez al hablar sobre el regreso de "Manos al fuego", el programa de CHV que pone a prueba la lealtad y confianza de diversas parejas, y que en su primera temporada se transformó en uno de los espacios más exitosos de la estación. "Se van a sorprender, porque tiene condimentos nuevos que lo hacen aún más interesante", asegura la animadora.
El programa regresa a la pantalla este jueves 26 a las 22:30 horas, tras un primer ciclo en que hacía bullir las redes sociales mientras estaba al aire, lo que para la ex anfitriona del Festival de Viña del Mar tiene una razón: "Es una radiografía latente que está en la sociedad chilena, de la que poco se habla, pero que todos sabemos. Es como ver en pantalla un reflejo de uno, de los amigos, de cómo la gente coquetea, pero que verlo plasmado en otros, es más agradable que verlo plasmado en uno".
"Además, es algo que ocurre, es algo que a la juventud le pasa a cada rato", agrega acerca de la confrontación directa con la tentación de la infidelidad a que el programa somete, mediante diversas pruebas que permiten a la mitad desafiante de la pareja ganar un pozo de $500 mil.
Por cierto, los que se lo ganan son los menos, ya que son pocos los desafiados que salen invictos, lo que no sólo redunda en que el desafiante muchas veces deje el programa con las manos vacías, sino además de regreso en la soltería. Pero eso no complica a los realizadores. "Finalmente, mi experiencia es que la gente que va, y hasta la que sale trasquilada, se va súper contenta y agradecida. Cuando uno ve que estas cosas ocurren y que pasan tanto, se da cuenta qué es lo que pasa en la sociedad", afirma Gómez.
Según cuenta la animadora, el éxito del programa en su primera temporada fue algo inesperado, y jamás pensaron que iban a ser bombardeados de mails y tuits de personas que querían poner a prueba a su pareja. Por eso, para este nuevo ciclo decidieron hacer algunos cambios, en especial en la situación que enmarca a la tentación.
"Obviamente que si ella llama, y si tú le dices 'pon a prueba a tu pareja', podría haber una pequeña conversación entre ambos, que podría ir en contra de la ingenuidad de la persona que cae. Entonces cambiamos en algunos capítulos la dinámica, para que entre ellos no se pudieran poner de acuerdo", cuenta sin adelantar más detalles.
Las reglas del juego son simples: Un hombre o mujer pone a prueba a su pareja para llevarse los $500 mil. Sin embargo, esa suma irá bajando si hay miradas indiscretas, pedidos de teléfono, si se niega la relación vigente o si se programa una cita, entre otras "caídas".
Pero ahora además hay inovaciones: A esta nueva temporada se agregaron parejas casadas sin hijos como posibles participantes, y el beso como prueba a superar. "Lo hicimos como una forma distinta a favor del programa y de la gente que quería que pusiéramos a prueba a sus parejas, para que no hubiese posibilidad de que se pusieran de acuerdo. También quisimos hacerlo porque, después del programa, todos eran buenos y nadie hizo nada. Ahora tenemos una evidencia que lo corrobora", afirma la conductora.
"Ya no hay sexismo"
Luego de ver más de 40 parejas y diferentes resultados y reacciones, la también animadora de "Lo que callamos las mujeres" asegura que el concepto de infidelidad ha cambiado, ya que ahora no se asocia preferentemente a los hombres, sino también a las mujeres.
"En este país aún se cree que las mujeres con un estímulo erótico se deben comportar diferente a los hombres. Hay todavía un dejo de que las mujeres deben comportarse de cierta forma, deben hacer esto o lo otro, y que los hombres tienen el chipe libre. Entonces sirvió para igualar, que efectivamente los hombres y mujeres frente a ciertos estímulos se comportan igual", afirma.
"Ya no hay sexismo, por lo menos eso muestran los programas que hemos grabado", agrega.