Gabriel García Márquez fue recordado en Roma con un homenaje en el que se destacó su amor por el neorrealismo italiano.
El MercurioROMA.- El fascinación de Gabriel García Márquez por el neorrealismo italiano, género del que la literatura del realismo mágico es considerada "hija", fue recordado hoy en Roma con un homenaje que llevó por nombre "Nostalgia de Gabo y su Amor por el Cine Neorrealista".
El acto realizado en la Casa del Cine de Roma por la Embajada de Colombia en Italia fue "un interesante recuerdo no solo a sus obras sino también a su relación con el cine", según comentó el embajador del país cafetero, Juan Sebastián Betancur.
"Gabo amó siempre el mundo del neorrealismo. Él decía 'no he estudiado cine, sino el neorrealismo'. Amaba el cine casi tanto como a la literatura ", dijo el periodista y escritor Gianni Miná, quien participó en el evento junto a los directores Francesco Rosi y Fernando Birri, y a la profesora de literatura hispano-americana Alessandra Riccio.
Durante el tributo al ganador del Premio Nobel de Literatura se presentó una película inédita en la que García Márquez, junto al resto de cofundadores de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de Cuba, explican "cómo la literatura del realismo mágico es hija del neorrealismo italiano", señaló Miná.
El periodista y director de la revista Latinoamericana recordó que conoció al autor de "Cien años de soledad" durante un viaje a México. "A partir de ahí comenzó una profunda amistad con Gabo. Más tarde lo volví a ver en Roma y en Cannes, cuando se presentó alguna adaptación al cine de sus obras", comentó.
Buena parte de las obras literarias del colombiano han sido llevadas al cine por diversos autores, entre ellos Rosi, quien en 1987 dirigió "Crónica de una muerte anunciada".
"Gabo dio permiso para adaptar al cine casi todas sus novelas, pero con 'Cien años de soledad' se resistió incluso a la presión de sus amigos más íntimos. Sería demasiado difícil escribir el guión de esta obra y plasmarlo en la pantalla", dijo el cineasta.
Cabe recordar que García Márquez viajó a Roma en la década de los 50 "fascinado por la figura" del guionista y escritor Cesare Zavattini, uno de los principales teóricos del neorrealismo italiano, e ingresó al Centro Experimental de Cinematografía de Cinecittà, que vivía en aquellos momentos una de sus épocas más esplendorosas.