La historia del inédito rescate fue recogida en un libro que será pubilcado en EE.UU.
Imagen de TV: Gobierno de ChileSANTIAGO.- La investigación realizada por el periodista Héctor Tobar sobre la saga de los 33 mineros sepultados en Atacama y plasmada en el "Deep down dark: The untold stories of 33 men buried in a chilean mine and the miracle that set them free" ("Las historias no contadas de 33 mineros enterrados en una mina chilena y el milagro que los puso en libertad") incluye dramáticos relatos de los protagonistas de la historia que dio la vuelta al mundo.
Extractos del relato, publicados en el prestigioso medio estadounidense "The New Yorker", repasan los momentos que los trabajadores vivieron dentro del oscuro refugio bajo tierra durante 70 noches.
El texto relata cómo los operarios intentaron escapar mientras la mina se desplomaba, solo para encontrar "una superficie azul grisácea de diorita, una lisa muralla de roca que ahora bloqueaba la rampa completamente. Para Luis Urzúa, la barrera se veía como "la piedra que pusieron en la tumba de Jesús".
Encerrados en las profundidades, los mineros cubiertos de hollín oyeron un profundo rugido como un lamento en la distancia: era el sonido de muchas toneladas de roca que se desplomaban dentro de cavernas situadas muy profundamente en la montaña. "La mina está llorando", se dijeron unos a otros.
El libro, que será lanzado en octubre en Estados Unidos, revela los momentos de desaliento que los 33 experimentaron mientras se extendía su prisión bajo las rocas, y algunos de ellos escribieron notas de despedida a sus familiares mientras los alimentos y las esperanzas se acababan.
También brinda el relato del momento en el que con un sonido como el de una pequeña explosión, seguido por el ruido de piedras cayendo al suelo y de metal contra la roca, seguido por un silbido de aire, anunció la llegada de la primera broca que llegó hasta el refugio subterráneo. José Henríquez miró la broca que asomaba y dijo "Dios existe".
Tobar, ganador del premio Pulitzer en EE.UU., trabajó durante tres años en el libro en los que entrevistó a los mineros con la intención de construir una "versión colectiva" formada por los recuerdos de los participantes en la dramática odisea, cuyas imágenes dieron la vuelta al mundo en 2010.