Se desconoce cómo llegó la obra a manos del vigilante del cuartel nazi cuya familia se adjudicó la pintura.
La SegundaMÚNICH.- Un cuadro expropiado a judíos en el nazismo fue adjudicado por la justicia alemana a los descedientes del portero de un cuartel nazi, señala hoy el diario "Sddeutsche Zeitung".
Un tribunal de la ciudad de Múnich falló en mayo pasado que la pintura fuese restituida a la familia del empleado del cuartel en Múnich. La presunta propietaria del cuadro era judía y fue deportada a campos de concentración. Según la Oficina Alemana de Asuntos Patrimoniales Pendientes, no hay descendientes de la mujer que puedan reclamar el cuadro.
El cuadro, de un valor estimado en unos 100.000 euros (135.000 dólares), apareció en noviembre de 2008 en un programa de subastas por televisión y fue identificado por un espectador como arte expoliado.
La policía alemana abrió una investigación. La pintura procedía al parecer originariamente del mismo marchante al que el comerciante de arte Hildebrand Gurlitt compró muchos otros cuadros que heredó luego su hijo Cornelius. Se desconoce cómo llegó la obra a manos del vigilante del cuartel nazi.
Gurlitt adquirió la pintura del artista flamenco barroco Frans Francken titulada "El sermón de la montaña" en 1943 en la Francia ocupada por los nazis para incorporarla a una colección destinada al futuro "Museo del Fhrer" en honor al dictador nazi.
La obra había sido dada por desaparecida en 1945. Se perdió su rastro junto con el de otras 650 en el saqueo de un edificio en Múnich a finales de la Segunda Guerra Mundial.
Cornelius Gurlitt falleció a principios de mayo a los 81 años, después de protagonizar una de las noticias artísticas de 2013 por el hallazgo en su casa de una valiosa colección, un total de 1.400 lienzos entre ellos obras de Picasso, Matisse o Klee, muchos de ellos probablemente expropiados de forma ilegal durante el régimen nazi.