SANTIAGO.- "Creo que llegué al mejor disco que he hecho", dice rotunda la cantante Amaia Montero, al teléfono desde España. A seis años de su salida de La Oreja de Van Gogh, la ex vocalista de la banda vasca cree haber llegado a su plenitud en solitario, y espera que eso se evidencie en septiembre, cuando publique el que será el tercer álbum que firma con nombre y apellido.
El trabajo ya ha sonado gracias al single "Palabras", una pieza de intensidad y ruptura, que abre una primera ventana hacia "uno de los mejores momentos creativos que he pasado", y del que de cara a las labores en estudio se propuso simplemente "disfrutarlo".
"Tenía las canciones, lo que quería transmitir, y al final elegimos la mejor producción, que fue grabarlo con Martin Terefé en Londres. Y ha resultado un traje a la medida para todo lo que quería trasladar en cuanto a sentimientos, sonidos", dice sobre el trabajo con el productor sueco, quien también figura en los créditos de discos de Jason Mraz, James Blunt, Train, A-ha y Jesse & Joy, entre otros.
El proceso, cuenta, lo enfocó sin demasiadas ideas ni objetivos previos, sino que "dejando fluir lo que había adentro. Y creo que hay una evolución en las canciones, las letras y el sonido. Creo que conseguí lo que quería, aunque no hubo nada premeditado".
Ya con tres discos a cuestas, Montero siente que "te vas afianzando en todo, vas madurando, creciendo, evolucionando, y eso lo plasmo en todo: Las letras, el sonido, las canciones. Lo importante es la evolución, que vayas hacia algo mejor, distinto, y creo que se ha conseguido en todo".
Y del mismo modo en que un tercer trabajo marca su evolución, la española espera que el número termine de aclimatar a los fanáticos más tradicionales de La Oreja de Van Gogh, que aún no se acostumbran a verla fuera de su banda madre, ni a ésta sin su voz insigne.
"Al principio hubo una especie de división, no todos lo asumieron. Pero han pasado seis años, todos hemos interiorizado cosas, yo también, y no es lo mismo que cuando ocurrió", dice de sus fans.
La prueba de ello dice encontrarla en países como Chile cada vez que viene, y donde observa a "los fans que estuvieron siempre, desde el grupo, y gente que se ha ido incorporando. Hay muchos que me conocen desde que empecé, pero en cualquier caso lo que siempre siento es mucho cariño, que me tratan bien, se me respeta, me quieren, y para mí es mutuo. Mi música es para todo el mundo que la quiera escuchar: Los que nunca se fueron, y los que se van incorporando".