Gregory Cohen y cinta de Marcela Said sobre el conflicto mapuche: "Cubre un campo minado"

SANTIAGO.-  Una íntima mirada al conflicto mapuche es la que da Marcela Said en su primera película de ficción "El verano de los peces voladores", la cual llegará a los cines el próximo 28 de agosto. La cinta aborda ese conflicto local desde la óptica de una familia de clase acomodada con terrenos en la Región de la Araucanía.

Aunque los personajes comparten la misma sangre y un mismo hogar, sus perspectivas son completamente opuestas. Hay una clara brecha generacional que diferencia la postura del patriarca, el manipulador Francisco (Gregory Cohen), con la de su hija, la adolescente Manena (Francisca Walker). Entre ellos se ubica en un punto neutral la madre, Teresa (María Izquierdo), y el tío de la familia (Bastián Bodenhöfer")

La producción no muestra de forma explícita la problemática mapuche, pero las vidas de los protagonistas y sus inquietudes, de un modo u otro están marcadas por la tensión en la zona. Pancho, por ejemplo, está obsesionado con la eliminación de unos peces carpa que abundan en su lago, y no tendrá problemas en instalar mecanismos extremos para sacarlos de allí, aún cuando ponga en riesgo a sus empleados (los cuales son mapuches). Manena, por su parte, percibe la fijación de su padre como algo dañino, pero su voz de quinceañera no es escuchada. Como adolescente, también tendrá sus primeras desilusiones amorosas y forjará lazos con personas ajenas a su círculo social.

Said opta por narrar conflictos acudiendo a metáforas y símbolos, lo cual es valorado por el hombre tras el abusivo Pancho, el actor, dramaturgo y director Gregory Cohen. "Este es un guión que se va haciendo lentamente, es muy sutil. Uno no termina de imaginarse cómo va a ser la película considerando que la relación entre los personajes es variada e intensa, y hay mucho de oculto", cuenta el director de "El baño".

"Tiene tramas y subtramas; cosas que se ven, como rabias, resentimientos, obsesiones; pero también cosas que se ven menos, más intimas, pequeños guiños, como la obsesión de Pancho Valle por las carpas, que es inexplicable. La metáfora funciona mucho, porque en el fondo no son las carpas solamente las que van a volar. Está en esencia algo por explotar, que es el conflicto mapuche a nivel colectivo y el conflicto de las personas a nivel más íntimo", explica Cohen, quien destaca la relevancia que juega la "tremenda e indescriptible" presencia del paisaje sureño en la cinta, pues logra una "intensa expresividad" de lo que no se cuenta con diálogos.

"La película cubre una zona que es un campo minado, no solamente en el paisaje, sino que las personas son un campo minado por todo lo que tienen que reventar, y no pueden hacerlo, porque si revientan viene la represión, discusiones familiares, separaciones matrimoniales o problemas padre-hijo. Todo eso es un campo minado, no sólo los problemas políticos e ideológicos", sostiene el actor.

La directora del documental "Opus Dei" presentó su debut en la ficción el año pasado en la Quincena de los Realizadores de Cannes, donde obtuvo buenos comentarios de la crítica. Y aunque se podría especular con que "El verano..."  aborda un tema local, la audiencia extranjera logró conectar con él, e incluso proyectarse.

Cohen cuenta que cuando acudió a una exhibición de la cinta en la ciudad española de  Gijón, "la gente obviamente habló del tema mapuche, pero rápidamente sirvió de puente para empezar a plantear el tema que los mismos asturianos tienen en términos de autonomía con España. Entonces empiezan a aparecer los conflictos regionales y locales a partir de un estímulo, de una motivación. Y eso es lo bueno del arte", dice.

"No se agota en su propio tema, en su fábula", recalca. "Lo bueno de la película, es que además de que se entiende el conflicto mapuche, se entiende que hay muchos equivalentes en el mundo: En Irlanda con los ingleses, Palestina con Israel, en Ucrania con los rusos. Los problemas de invasiones y de culturas dominantes con las etnias están en todas partes", concluye.