Obra de teatro se adentra en los delirios de Antares de la Luz y la secta de Colliguay

SANTIAGO.- "Creo que era una persona súper torturada, que tal vez tuvo algo no diagnosticado, y que de a poco fue entrando en un delirio colectivo junto a otras personas, y fue perdiendo la noción de la realidad. Es difícil para mí juzgarlo. Desde su punto de vista, estaban salvando el mundo", dice el guionista y dramaturgo Enrique Videla.

Videla, cuya firma ha figurado en series como "El Reemplazante", "Prófugos" y "Los Archivos del Cardenal", no habla exactamente de uno de sus personajes... Aunque también sí. Porque el sujeto al que se refiere es Ramón Castillo Gaete, más conocido como Antares de la Luz, trágico líder de la secta de Colliguay, la agrupación que el año pasado se puso en el ojo público por el macabro asesinato de un recién nacido.

Castillo y la figura que bajo su seudónimo levantó en el imaginario nacional, son los protagonistas de la obra que Videla dirige desde hoy en la Sala La Vitrina de Providencia, bajo el título "Antares después de la luz", y con la que busca adentrarse en las claves que pueden determinar a agrupaciones como la que funcionó en la comuna de Quilpué.

Todo surgió luego de que la compañía que el dramaturgo y director encabeza junto a su hermana Fernanda (La Doña), viviera prácticamente un cruce con el caso de Antares. "Esto pasó cuando nosotros estábamos trabajando en torno al apocalipsis y las sectas, y nos pillamos con que este caso real tenía tantos puntos en común con eso que investigábamos y que nos interesaba tanto. Fue natural desembocar en este proyecto", cuenta.

De este modo, construyeron a su propio Antares, descartando la opción de una crónica de sucesos, para optar por un tratamiento del personaje como una metáfora de ese mundo que investigaban. "Él viene a representar una búsqueda que tiene toda una generación, que se ha decepcionado de religiones institucionalizadas, de causas políticas, y de alguna manera busca construir su propio camino a la iluminación", explica.

"Hoy en día —agrega— uno tiende a vivir la religión de forma cada vez más ecléctica, tomas elementos del budismo, el reiki, de Latinoamérica, haces un mix y generas tu propia religión. Eso nos enganchó: La mezcla de esta secta, desde lo oriental, a lo latinoamericano y a lo pop. Esa búsqueda es de todos en Chile ahora, el cómo te relacionas con la espiritualidad".

Y eso, cree Videla, entrega a este relato otro factor de inusual potencia dramática: Que un mundo como ése, puede estar mucho más cerca de lo que creemos. "Creo que no es tanta la distancia que hay entre uno y una persona que pueda entrar a una secta, porque el poder se ejerce de una manera súper gradual, y las inquietudes de estas personas eran universales: Estaban chatos de Santiago, como mucha gente lo está; decepcionados de la medicina tradicional, al igual que muchos. En esa inquietud, de salir del espacio urbano, uno busca alternativas, y de a poco, porque en las sectas la gente no se vuelve loca de un día para otro, vas entrando en una dinámica sin darte cuenta".

La obra se sitúa en un "tiempo vago", en el que los espectadores entrarán a la secta a través de un personaje, para seguir el viaje de éste hacia el interior de la agrupación, y hacia un delirio que acaba por capturarlo todo, hasta confundirse con la realidad.

"Antares después de la Luz" se estrena esta noche a las 20:30 horas, en la sala ubicada en Marín 349. En ese mismo horario seguirá hasta el 31 de agosto, con funciones de jueves a domingo, y entradas a $4.000 (general) y $2.500 (estudiantes).