"La música latina es muy sexy"

La visita coincide con el año en que Richard Marx acaba de publicar su primer disco en una década. El cantante estadounidense lanzó el 8 de julio último Beautiful goodbye, el undécimo disco de una carrera iniciada en la segunda mitad de los años '80 y muy difundida en las radios FM locales de la época, y ya está anunciada su próxima actuación en Chile, como parte del festival "Hit Parade" (ver recuadro al final de la entrevista) que compartirá con otras figuras de la misma época como las cantantes Belinda Carlisle y Taylor Dayne.

Pero no va a ser una ocasión para escuchar demasiada música de su disco nuevo. Y Richard Marx es el primero en saberlo. El cantante y compositor originario de Chicago, que el mes próximo cumplirá cincuenta y un años, tiene sobre todo una cantidad de éxitos radiales de los años '80 y '90 que venir a mostrar en vivo para satisfacer a su audiencia, con ejemplos como las baladas "Right here waiting for you" (1989) y "Now and forever" (1993) en ese repertorio.

-No sobrecargo el show con material nuevo porque, por más que me encanten las nuevas canciones, la gente, el público, quiere escuchar los hits y las canciones que conocen -asume en una entrevista telefónica desde EE.UU. tres meses antes de su regreso a Chile, país donde ya actuó en 1992 en el Festival de Viña-. Yo soy igual cuando voy a conciertos. Así que hago unas pocas canciones nuevas mezcladas en el show, pero van a ser sobre todo los éxitos.

Ése es mi público

Sólo con esos éxitos Richard Marx tiene minutos suficientes de vuelo para sustentar un show, sobre todo si es compartido con otros colegas de su época. Y su catálogo está tan nutrido en canciones de sonido rockero como en baladas melódicas, las mismas que en la jerga local de los años '80 eran conocidas como "lentos".

El cantante debutó con el disco Richard Marx (1987), difundido por el puso ligero del single "Should have known better", y dio los golpes definitivos con Repeat offender (1989), segundo disco que contiene nuevas dosis de pop rock en "Satisfied" y "Too late to say goodbye" y sobre todo sus balada más exitosa en "Right here waiting" acompañada al mismo pulso por "Angelia" y "Children of the night".

Dos años después apareció Rush street (1991), que se consolidó en las radios con "Hazard" y "Keep coming back", justo a tiempo para debutar en Viña del Mar al año siguiente. Y un último éxito alcanzó a cosechar de su cuarto disco, Paid vacation (1993), con otra de sus baladas: "Now and forever". Luego siguieron sus discos Flesh & bone (1997), Days in Avalon (2000), My own best enemy (2004), la antología acústica Stories to tell (2010), el navideño Christmas spirit (2012) y su regreso a las canciones nuevas con Beautiful goodbye (2014).

En paralelo la carrera de Marx entró en un segundo tiempo durante el cual el cantante se transformó además en autor y compositor de éxitos para otros solistas y grupos, con ejemplos como "This I promise you" (2000) para el primer disco del grupo vocal adolescente N’Sync; "To where you are" (2001), primer hit de Josh Groban; "Dance with my father" (2002), en coautoría con Luther Vandross, o "Long hot summer" (2010), de Keith Urban.

-No estaba grabando canciones por mi cuenta pero estuve muy ocupado haciendo música -comenta al respecto-. Estuve haciendo muchas giras también, dando muchos conciertos. Siempre estuve escribiendo canciones para mí. Eso es disfrutable. Escribir canciones es divertido y hacer discos es divertido. Pero publicar discos y promocionarlos a veces no es tan divertido.

-¿Cómo es presentar un disco de canciones nuevas diez años después del anterior? ¿Suena diferente?
-Sí, creo que es diferente. Suena a algo de la música por la que he estado influenciado últimamente, todo lo que va desde música latina y brasileña a música electrónica, y también hay mucho que simplemente salió de mi imaginación. No creo que este disco suene como la mayoría de mis discos previos.

-¿Qué músicos latinos o brasileños son esos?
-En el último año pasé mucho tiempo en la casa de alguien donde siempre sintonizaban radios donde tocan distintos tipos de música latina y v brasileña. Siempre he sido un fan de, tú sabes, los clásicos: Antonio Carlos Jobim, por ejemplo. Pero escuché a Astrud y Bebel Gilberto y realmente me encantó esa música. Creo que eso me influyó también, el hecho de escuchar algo de esta nueva música latina que es realmente sexy, y que de verdad calzaba con el disco que estaba haciendo.

-¿Por dónde iba esa influencia, por las armonías, las melodías, o el ánimo de la música?
-Sólo pienso que es música muy sexy, y las canciones que estaba escribiendo en ese tiempo son canciones muy sexies: son canciones sobre seducción. No tiene mucho que ver con decir "forever" o "to the end of time". Ya escribí esas canciones, ya hice muchas así. No quisiera nunca quedarme componiendo siempre el mismo tipo de canción una y otra y ora vez. Ahora estoy más interesado en escribir  canciones sobre una nueva parte de la relación entre dos personas. La seducción y la pasión. Y un montón de música latina, incluso si las etras no hablan de eso, tienen una vibración relacionada con eso que es muy sexy, muy seductora.

-En ese sentido ¿no es tan motivador tocar las canciones antiguas?
-Bueno, no es como si fuera la primera vez que las toco, pero si te gustan  las canciones que compusiste está bien. No es que mire mi lista de canciones del show y diga "Oh, Dios, otra vez". Nunca lo he pensado de esa forma. Me gustan las canciones que he hecho. Y disfruto cantándolas y me encanta cuando la gente las canta a coro conmigo en cada show. Además siempre trato de reinventarlas y mantener el interés.

-¿Parte del público tal vez quiere escucharlas tal como suenan en el disco?
-Bueno, con todo el respeto debido al público, si quieren escuchar las canciones exactamente como están en el disco es probable que lo mejor sea que se queden en la casa y escuchen el disco.

-Han pasado veinticuatro años desde tu primera visita a Chile en 2002, para toca en el Festival de Viña. ¿Algún recuerdo de eso?
-Yeah, lo recuerdo y fue uno de mis shows preferidos. Viña del Mar fue tan divertido, el público fue increíble, esteban demencialmente salvajes y locos. Hay un video en YouTube de mí tocando en Viña del Mar y fue una noche de verdad estimulante. Creo que tocamos dos noches de hecho. No tuve mucho tiempo libre en Chile, creo que tuvimos un día y nos tomamos el día en Santiago, jugué tenis en un bello club de tenis, tuvimos una cena encantadora con la gente que nos había recibido. Mis recuerdos de Santiago son hermosos.

-¿Te tomó por sorpresa que el público conociera las canciones?
-Bueno,siempre llego a cada situación esperando lo mejor, pero esto excedió mis expectativas. La gente cantaba todas las canciones, eran muy cálidos. Me gusta los públicos que hacen ruido, y ellos hicieron mucho ruido, cantando, gritando y dando alaridos. Ése es mi tipo de público.