Semana corrida y dieciochera

Cinco días continuados y endieciochados son tiempo suficiente para una avalancha de música en vivo como la que acaba de haber en la capital. Las más diversas fondas se instalaron en la ciudad con motivo de la temporada, desde el metal y el punk hasta la música más tradicional, una de cuyas muestras claras se vio cuando ya caía el telón del último día en el Estadio Nacional, con la dupla entre Chacareros de Paine y Los Huasos Quincheros, que puso fin a la 15ª Fiesta Chilena en Ñuñoa este domingo 21.

Encabezados por su directora Teresa Rodríguez en voz, arpa y guitarra, Chacareros de Paine mostraron su especialidad entre los ritmos de guaracha, vals, cumbia o correteado, y el doble sentido de recitados como "Usté es como una guitarra / que me imagino tocando / hacerle muchas posturas / y terminarla punteando", que salpican todo el repertorio, basado en parte en su más reciente disco Que viva el canto campesino (2013). En contraste con esa picaresca campesina, Los Huasos Quincheros trajeron luego el repertorio añoso y a cuatro voces de autores chilenos como Clara Solovera o Nicanor Molinare, que nadie encarna mejor. Salvo playback que usan a veces, es además la ocasión de escuchar las guitarras del grupo, entre los acordes de Benjamín Mackenna y Ricardo Videla, y las melodías de Antonio Antoncich y el más reciente integrante, Cristian O'Ryan, proveniente de Huasos del Camino.

Con una línea editorial más pop, pero con un esquema similar, partían cinco días antes las actividades en el Parque O'Higgins. Con la fiesta "Chile, Santiago te Saluda" y con tope de horario a las dos de la madrugada, el municipio de Santiago sustituyó las tradicionales fondas de ese recinto por una celebración similar a la de comunas como Recoleta, Providencia o Ñuñoa, en torno a un escenario central que en este caso se aproximó a un Lollapalooza dieciochero entre cuequeros, cumbieros y nombres como los de Ana Tijoux o Manuel García, quien abrió la primera jornada el miércoles 17 con Ángel Parra como su nuevo socio. En contraste con esas restricciones de horario funcionaba desde ya también la Gran Fonda Guachaca en la Estación Mapocho. El jueves 20 fue la locación de una fiesta de largo aliento entre los valses y boleros del Trío Inspiración, las cuecas de Los Canallas de la Cueca y Los Santiaguinos y las especialidades bailables de La Banda Dominguera, elenco que encabeza el trombonista Héctor "Parquímetro" Briceño, y con el bono extra de unas cuecas bien bailadas por la Ministra de Cultura.

Otra de las transformaciones de la temporada fue La Píter Fonda, versión más concisa de La Yein Fonda en cuanto a elenco, duración y tamaño, concentrada en dos días en el Club Chocolate en el barrio Bellavista, pero con los ingredientes en similares proporciones. El viernes 21 abrió el elenco de vieja escuela que capitanean María Esther Zamora y Pepe Fuentes, con la atracción extra histórica de Hernán Bahamondes, legendario acordeonista de grupos como Fiesta Linda y Los Caporales. Siguieron Los Tricolores con su solvencia de siempre en la cueca, y Los Tres, dueños de casa, con su dieta balanceada de rock & cuecas y con el guitarrista Sebastián Cabib tan creativo en los solos como sólido en la tarea de recrear al pie de la letra, cuando hace falta, las notas dejadas por su predecesor, el mencionado Ángel Parra. Y a la hora en que terminaban Los Tres partía, a una cuadra de distancia en La Peña del Nano Parra, la Fonda Sonido Popular, calurosa y febril al son del sonido rockero y mestizo de bandas como Chilito Juai y de Combo Ginebra, uno de los grupos adelantados a ese movimiento bautizado ya hace unos años como "nueva cumbia chilena", con la personalidad de su acordeonista David Santis y un repertorio de éxitos como "Loquito por ti", y creaciones propias como "Pasto seco".

Un día más tarde Chico Trujillo daba otra de sus acostumbradas muestras de cómo esa misma cumbia, germinada en espacios iniciales como el Galpón Víctor Jara o la propia Peña del Nano Parra, se ha vuelto un fenómeno permeable a gran escala. La banda del Macha llegó hasta la fiesta oficial de la comuna de Providencia en el Parque Inés de Suárez a incendiar la pradera con su formación de figuras tan diversas como Camilo Salinas, Joselo Osses y Pájaro Aaya, y con éxitos del calibre de "Conductor", el instrumental "El eléctrico", el inicio abolerado de "Loca", y "La escoba", que terminó de fundir en una misma jarana de empellones a adolescentes, abuelitas y niños en hombros de sus padres: "De verdad quedó la escoba", como comentaba una vecina de Providencia a su marido en medio de la cancha. Al mismo tiempo, una selección de grupos cuequeros como Las Primas, Los Aguiluchos, Las Niñas y los recientes Horacio Hernández y sus Malas Juntas ponían a bailar al público al otro extremo del parque. Y esa noche el mismo sonido urbano quemaba sus últimos cartuchos en otra de las fondas cuequeras, la del Club Comercio Atlético del barrio Matta. "Como si estuviéramos a 17", invitaba el pianista de La Gallera!!! antes de convocar al baile a una pista atestada de público, poco antes del cierre con los citados Canallas de la Cueca, que dedicaron una última cumbia a la clausura de estas fiestas: "La caña dulce", presentó el acordeonista Diego Valtierra. "Para la caña de mañana domingo y el lunes ir a trabajar".