AFP
SAN SEBASTIAN.- En los últimos años Jessica Chastain se ha convertido en una de las actrices más demandadas de Hollywood, que ha sabido dirigir cuidadosamente su carrera eligiendo proyectos desafiantes. Ahora se encuentra en San Sebastián para presentar "La desaparición de Eleanor Rigby", una romántica propuesta de autor firmada por Ned Benson.
Chastain fue una niña precoz, que a los siete años ya tenía claro que sería actriz. "Era terrible en el colegio, nunca me sentí del todo cómoda y siempre estaba viendo la tele, películas, y luego actuaba como si fuera un personaje", cuenta. Entonces su abuela la llevó a un teatro y, cuando vio la obra, supo que eso era lo que quería hacer. "Y me alegro de haberlo sabido tan pronto", añade.
Aunque no se estrenó hasta 2013, la "Salomé" de Al Pacino —que primero versionó sobre las tablas— fue su primera película y confiesa que le resultó muy difícil. Encarnar al personaje bíblico según la mirada transgresora y sensual de Oscar Wilde era "un gran desafío" y le generó "muchas inseguridades", reconoce. No en vano, su exótico y lascivo baile es uno de los más famosos de la historia.
Aquel rodaje se llevó a cabo en 2006, cuando Chastain era aún una desconocida. Hasta que llegó 2011: el año de Jessica Chastain. La apocalíptica "Take Shelter", el drama romano "Coriolanus", la poética "The Tree of Life" y "The Help", por la que recibió su primera nominación al Oscar, marcaron un antes y un después en su carrera.
"Es extraño, porque fue hace sólo tres años y aún sigo conmocionada por lo mucho que ha cambiado mi vida desde entonces", confiesa. "Ahora estoy empezando como a instalarme en esta posición y la situación es más normal, pero lógicamente estoy feliz de que ocurriera".
Tan sólo un año después, la revista "Time" la calificó como una de las 100 personas más influyentes del mundo. "Me quedé en shock, creo que ese reconocimiento llegó demasiado rápido", dijo entre risas. "No soy una persona a la que le guste ese tipo de atención, pero si en algo soy influyente me gustaría hacer más películas con repartos más femeninos", señala.
"Soy consciente de la suerte que tengo de recibir tantos guiones y ser una de las pocas en Hollywood con tanto donde elegir, pero sé que hay muchas más actrices con mucho talento y quiero verlas", añade recordando el elenco de "The Help", con Emma Stone, Viola Davis y Octavia Spencer, entre otras. "Me gustaría que hubiera más equilibrio en los repartos", añadió.
Con todo, a la hora de aceptar un guión, en lo primero que se fija es en el director: "Necesita ser alguien con personalidad, tener su propia historia y un punto de vista fuerte. Además, el papel tiene que ser algo que no haya hecho antes, quiero hacer algo que piense 'Ummm, no sé si puedo hacerlo'. Eso es lo que me motiva", explica.
Así, al preguntarle cuál ha sido su mayor reto hasta ahora, no lo duda: "La noche más oscura", la película sobre la captura y muerte de Osama Bin Laden que, a las órdenes de Kathryn Bigelow, le valió su segunda nominación al Oscar. "Soy una persona sonriente, emocional, abierta, y era un personaje que no sonreía, una mujer muy cerrada, como un muro."
En la CIA, apunta, a los agentes los entrenan para no mostrar emociones, y más si se trata de una mujer. "En Estados Unidos a las mujeres que se meten en política no les está permitido llorar, tienen que ser muy frías. Fue muy duro, siempre me sentía como si llevara puesta una camisa de fuerza".
Después de aquello, del terror de "Mamá" (producida por Guillermo del Toro) y del dramatismo de "La desaparición de Eleanor Rigby", lo tiene claro: "Estoy lista para la comedia", aunque sea con un personaje con más aristas como el de "The Help". ¿Y una comedia con Pedro Almodóvar?, "¡Dios mío! Me encantaría", responde entre risas.
Escrita y dirigida por Ned Benson, "La desaparición de Eleanor Rigby" reúne las películas "EL" y "ELLA" para diseccionar la complejidad de las relaciones de pareja al enfrentarse a la tragedia. Chastain, que también produce el filme, contó que esa idea de doble estreno, pero no quiso imponerse. "Decidí producir para ayudar a los directores, no quiero ser la que diga 'esto no'".
En cuanto a la trama, habla de cómo muchos adultos siguen amarrados a la adolescencia. "Ned lo subraya en la frase de Viola Davis: 'son una generación que tiene demasiadas oportunidades'", en referencia a quienes no quieren "lidiar con la responsabilidad de hacerse mayor".
