Ben Affleck ironiza al adelantar "Perdida": "Es la típica historia de amor de David Fincher"

NUEVA YORK.- Después de dos años de trabajo, finalmente David Fincher exhibió por primera vez su nueva película, "Perdida" ("Gone Girl"), en el Festival de Cine de Nueva York. El director de "El club de la pelea" había mantenido bajo hermetismo esta producción, e incluso gran parte del elenco no había tenido acceso a las imágenes hasta el día del estreno, el viernes pasado.

La cinta, adaptación de la novela superventas de la estadounidense Gillian Flynn, sigue los acontecimientos que vive un hombre, Nick Dunne (Ben Affleck) cuando su esposa, Amy (Rosamund Pike) desaparece sin dejar huellas.

Nick se siente incapaz de explicar a la opinión pública cuál podría ser la causa de la desaparición de su mujer, por lo que inmediatamente todas las sospechas se dirigen a él, convirtiéndolo en el principal sospechoso de un posible crimen.

"Los medios siempre quieren que interpretes un papel, particularmente cuando te lo asignan ellos mismos: si no eres el marido de luto cuando tu mujer desaparece, se decepcionan y piensan que hay algo raro, que no puede ser verdad. Que no eras un buen marido, el asesino... Te dan otro papel", explica Affleck.

Efectivamente, Fincher vuelve a hacer antropología a ritmo de "thriller", a explorar cómo hoy en día es más creíble una persona con varias identidades que un hombre que parece no ajustarse a ninguna. El eterno esfuerzo por parecer lo que eres.

"Hoy nos sentimos más cómodos con la múltiple identidad, porque somos libres de construirla en nuestros perfiles de Facebook, Instagram. La identidad se convierte en algo más escurridizo y la gente, apoyada en el anonimato de internet, se ha acostumbrado a transitar varias identidades", asegura
el actor que interpretará a Batman.

"Perdida" produce una mezcla explosiva entre la tendencia de los medios a etiquetar a los personajes públicos y la tendencia del hombre del siglo XXI ha dominar la narrativa de su propia vida.

Y eso, aplicado a las relaciones amorosas, tiene más potencial. "Sacamos diferentes caras para atraer a los demás. Puede ser falsa, o puede ser solo media cara... Luego tienes que mantenerla y, una vez que ya te quitas la máscara, tienes que decidir: ¿nos amamos o nos matamos?", asegura el ganador de dos Oscar, uno como guionista por "En busca del destino" y otro como productor por "Argo".

"Tengo dos Oscar, David Fincher. Cuando los consigas quedamos", bromea al referirse al director que aún no logra el reconocimiento de la Academia, pese a tener una carrera brillate con cintas como "Los siete pecados capitales", "Zodiac" o "Red social".

"Sabía que el material que grabara acabaría en la película de la mejor manera posible. Respeté sus decisiones en todo momento y, aunque quizá no lo parezca, es un tipo muy divertido", aseura Affleck sobre Fincher, a quien define como un magnífico creador de atmósferas.

Así, del ambiente gris teñido de humor absurdo que Fincher siembra en el filme emergen miserias, proyecciones, frustraciones y patologías. "Es la típica historia de amor de David Fincher", ironiza Affleck, "Todo es muerte, sexo, traición, odio y misantropía", añade.

Haciendo malabares con todos esos conceptos graves, el gran reto de Affleck y Fincher era, precisamente, dar una inquietante ligereza al conflicto del protagonista, a ese hombre que no toma decisiones y que actúa de manera prácticamente aleatoria.

"Me gustó este personaje porque tenía que ser real, no tenía que generar empatía, solo ser natural. Nunca podía ser demasiado bueno ni demasiado malo, sino ajustarme a ese balance, mantenerme en el equilibro sobre las cuerdas", asegura.

Y "Perdida" juega con esa tensión, con alguien que nunca se sabe muy bien por dónde va a salir. Es, al fin, un pulso a los peligros de una sociedad sumamente manipulable y aburrida que se inquieta ante lo imprevisible.