Director de Festival de Valdivia: "Urge hacer una coordinación entre certámenes"

VALDIVIA.- Las salas de cine están repletas en Valdivia. A un día de la inauguración de su tradicional certamen, la audiencia que llegó a la Región de Los Ríos ya está en sintonía con el ambiente cinéfilo que se instaló el martes en la ciudad y que permanecerá allí hasta el próximo domingo, día en que se den a conocer las películas ganadoras de las competencias de cortos y largometrajes chilenos e internacionales.

La organización del festival espera recibir a unas 17 mil o 18 mil personas, cifra menor a la del año pasado (más de 18.500), debido a que en esta oportunidad se disminuyó el número de producciones en exhibición. El director del encuentro, Raúl Camargo, advierte que aunque fue una decisión "políticamente incorrecta" se hizo para otorgar "un festival más ameno para las audiencias y también para nuestro equipo técnico, el cual se desvive todos los años para que todo funcione bien. También queremos que los espectadores disfruten la ciudad".

Camargo asumió este año la dirección del Festival de Cine de Valdivia tras la partida de Bruno Bettati. Su llegada se produjo después de ser por varios años el programador del evento, labor que este año volvió a ejecutar. Para 2015 se espera que otra persona asuma la elaboración de la grilla. Su doble cargo en el certamen se produjo por problemas de financiamiento internos. El evento más importante del cine local quedó en números rojos el año pasado, debido a que no se adjudicó los fondos concursables Australab.

La mesura en los gastos de este año debería permitir que para la próxima versión se puedan tener mayores fondos. El panorama se ve claro y positivo, según Camargo, quien destaca que no le preocupa el número de espectadores de este año, sino que la "fragilidad" que existe en la coordinación de los festivales a nivel nacional. Con esto se refiere a que no hay una planificación grupal para mejorar e impulsar la formación de más audiencias. Prueba de ello es que el próximo Sanfic comenzará el 21 de octubre, poco después del fin de Valdivia.

"Lamentamos que se haya producido un escenario de fragilidad en los festivales. Valdivia mantuvo su fecha y sus días, sólo el año pasado se hizo una excepción y se agregó un día porque eran la celebración de los 20 años. Lamentablemente otros festivales, como Sanfic, Fidocs y Viña del Mar redujeron sus días y salas, lo que es una muy mala noticia para la cinefilia, para la comunidad. Cambiaron sus fechas", explica el cerebro del certamen.

"Yo temo que el próximo año estemos juntos,  lo cual sería muy malo. Viña del mar pasó de noviembre a inicios de septiembre (2 al 6), Fidocs puede que pase de junio a fines de septiembre, y Sanfic ya se puso la tercera semana de octubre (21 a 26). Entonces se van a concentrar todos los festivales en un mes y medio", añade.

Camargo analiza ese escenario y recalca que "es pésimo, porque no hay bolsillo que aguante, no hay plan académico que aguante. Creo que urge hacer una coordinación entre certámenes. Nosotros hemos sido muy serios en eso. Hemos mantenido sistemáticamente nuestras fechas y las informamos al resto para tener una solidaridad y un compañerismo, porque somos un festival de vocación pública, con un importante financiamiento público y por eso nos preocupa esta situación".

Para respaldar la conveniencia de una mejor coordinación, el director recuerda que "antes Viña y Valdivia estaban separadas por tres semanas, y se hizo un concilio justamente para separar las fechas, porque era importante para el país que lo estuvieran".

La solución a este eventual tope de fechas puede solucionar se a través del diálogo, dice Raúl Camargo. "Nosotros apelamos a la seriedad. Pese a tener un presupuesto más bajo, mantenemos la fiesta del cine", concluye.