"Hemos llegado a hacernos conocidos por algo más que sólo dos canciones"

Dos o tres razones hubo hace un par de años para haberse perdido el show de los neoyorquinos MGMT entre quienes asistieron a la segunda versión chilena del festival Lollapalooza, celebrada en 2012 en el Parque O'Higgins. Dos o tres cosas que pasaron a la misma hora y en el mismo lugar.

Una se llamaba Skrillex, el fenómeno que ese año abarrotó la cúpula del parque con más de catorce mil personas ansiosas de movimiento y estímulo electrónico. Otra era Peaches, la artista que a la vez dio uno de los pocos shows provocadores de ese festival, en un escenario alternativo. Y otra era que mucha gente prefirió dejar a medio ver el show de MGMT para conseguir una buena ubicación en el de la banda rockera Foo Fighters que cerraba esa jornada.

Son los avatares de tocar en festivales. Pero esta vez el grupo estadounidense que encabezan Andrew Van Wyngarden y Benjamin Goldwasser no tendrá competencia. MGMT llega por segunda vez a tocar en Chile el 6 de noviembre con un concierto en el Teatro Caupolicán de la capital. Aunque de todos modos Van Wyngarden guarda buenos recuerdos de ese debut de 2012. "Estuvimos muy brevemente en Santiago, fue una visita corta, pero recuerdo haber andado por ahí y que los fans tenían mucha energía", dice el músico por teléfono, semanas antes de su regreso. "Es un muy buen público".

Intentando cruzar ese puente

Ésta será la ocasión de ver además a MGMT luego de la salida de su reciente disco, publicado hace un año. Es el tercero de su trayectoria, iniciada con Oracular spectacular (2008), un álbum que trae dentro el efecto psicodélico, multicolor y explosivo de las canciones "Time to pretend", "Kids" y "Electric feel", éxitos hermanados por melodías de sintetizadores adictivas a la primera escucha. Continuaron con Congratulations (2010) y el citado MGMT (2013), del cual habrá más de una muestra en el nuevo repertorio en vivo, según adelanta Van Wyngarden.

"Hemos estado tocando cinco o seis canciones del nuevo disco, y mezclando de alguna forma canciones en la lista, entre el primero y el segundo con el nuevo. El concierto es como una gran mezcla. Y pienso que funciona. Las canciones se llevan bien entre ellas. Es divertido tocar una canción como 'Siberian breaks' (del segundo disco) y después tocar una como 'Kids' o algo así". cuenta.

-¿La gente reacciona distinto a las del nuevo disco y a las anteriores?
-No, creo que no hay realmente una división. Es cool estar en el escenario y ver en qué distintos niveles el público se involucra con las canciones, pero la gente viene a los shows a escuchar lo que tocamos, a bailar, a pasar un buen rato, y creo que eso es algo que pueden hacer con las canciones nuevas como con las antiguas.

-¿Aun si se supone que el nuevo disco es más experimental?
-Sí, hay canciones como "I love you too, death" o "An orphan of fortune", que están basadas en improvisaciones de forma libre. Pero en vivo tocamos "Alien days" (la primera del disco nuevo), y ésa es una canción en la que es posible reconocer melodías y cantar a coro. Realmente no veo gran diferencia entre "Alien days" y "The handshake" o "Of moons, birds & monsters", que son de nuestro primer álbum, incluso.

"Creo que tenemos elementos pop similares al primer disco en el último álbum", continúa. "Es sólo que no tenemos una canción como 'Kids'. Pero hemos llegado a hacernos conocidos por algo más que sólo dos canciones. Es algo más variado. Y creo que la gente ve a nuestra banda de esa manera. El grupo está definido por un sonido particular, del que todas las canciones forman parte".

-¿Están tocando algunas de esas canciones que mencionabas, como "Love you too, death" o "Mystery desease"?
-No, si tocáramos una canción como "Love you too, death" sonaría muy distinta al disco, porque un poco del espíritu de la canción estaba basado en una improvisación, algo experimental. Y con el fin de conseguir esa sensación tendríamos que hacer la misma experimentación (en escena). Estamos intentando cruzar ese puente.

-¿De todos modos la música tiende a cambiar en vivo con los años? ¿Es distinta la versión de "Kids" del primer disco a la que tocaron este año en el festival de Glastonbury, por ejemplo?
-Sí, creo que de verdad terminaríamos un poco frustrados y aburridos si no hubiéramos hecho cambios y arreglos en las canciones, durante estos últimos seis años. Definitivamente tratamos de mantener esa frescura cada noche, tratamos de traer nuevas canciones, hacer covers, y sí, tenemos nuevos arreglos para las canciones más antiguas. De esa manera queda todo mezclado y surge algo nuevo.

Hay otra línea que conecta el primer disco de MGMT con el más reciente, y es algo que está en los créditos. Es la firma en la producción de ambos trabajos de Dave Fridmann, músico y productor estadounidense, integrante de Mercury Rev desde fines de los años '80 y productor de discos para grupos como The Flaming Lips, Luna, Mogwai, Weezer, The Delgados y los propios MGMT entre muchos otros. Así recuerda Van Wyngarden esa primera experiencia en Oracular spectacular.

"Cada cosa fue muy nueva, y de algún modo un poco atemorizante también, en ese primer disco. Éramos de verdad un grupo de college muy incipiente, y Dave Fridmann era esta especie de productor mágico en nuestras cabezas, porque había tocado en Mercury Rev y grupos como ésos. Trabajamos con él a pocos meses de haber grabado un demo instantáneo con todas las canciones", dice el músico.

-¿Es un contraste con cómo volvieron a trabajar el año pasado?
-Sí, porque registramos todo en el estudio de Dave, él estuvo ahí grabando improvisaciones y jams, sugiriendo arreglos. Fue muy diferente como forma de trabajar, pero siempre cómodo, productivo y divertido en el estudio. Es especial por eso, es cool esa relación especial que tenemos con Dave, nos conoce desde el comienzo.

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