El registro actual nuevamente busca desincentivar el pirateo virtual, de la mano de una edición especial para coleccionistas.
AFPNUEVA YORK.- En 1967, Bob Dylan se refugió en el norte del estado de Nueva York para componer las que se convertirían en algunas de las más famosas grabaciones de su carrera.
El prolífico cantante y compositor norteamericano, que emergió como una revolucionaria propuesta en los 60, sufrió un accidente en motocicleta que lo forzó a alejarse de la carretera. La convalecencia involuntaria terminó produciendo algunas de las canciones más aclamadas de su carrera.
Esos temas quedaron finalmente reunidos en el que se considera el primer disco pirateado de la historia del rock: Great White Wonder, palabras que luego servirían para apodar también al propio Dylan.
Casi medio siglo después, Dylan publica la colección completa de aquellas grabaciones. La caja de seis CD, The Basement Tapes Complete: The Bootleg Series, Volume 11, sale a la venta este lunes en Europa y el martes en América del Norte, y es una exhaustiva colección que fue calificada en un comunicado oficial como "un Santo Grial para dylanólogos".
La colección consta de todas las grabaciones conocidas, incluyendo varios descubrimientos recientes desconocidos para los devotos de Dylan. Los discos contienen múltiples versiones de canciones interpretadas por Dylan con su grupo, The Band.
Great White Wonder activó una industria del pirateo con fans intercambiando grabaciones en directo y descartes de estudio, que mantienen un aura de autenticidad. Los primeros contrabandos fueron considerados ilegales, pero la práctica se trasladó gradualmente a lo 'mainstream', con el grupo Grateful Dead como pioneros en acoger los pirateos como una forma de estar más cerca de sus fans.
Columbia Records publicó una versión oficial, más concisa y pulida, en 1975: The Basement Tapes, que también incluye pistas de The Band sin Dylan.
En un signo de cuánto ha cambiado el mercado musica l, Columbia ha tomado ahora el camino opuesto con esta colección. Las 138 canciones, presentadas en orden cronológico, mantienen imperfecciones y el toque de "hazlo tú mismo"; así, suenan como las grabaciones de 1967.
Pero, finalmente, el lanzamiento se enmarca también en la línea contraria al pirateo que generó y que internet naturalizó: Ya que en la red prácticamente todo está disponible al instante y gratis, las discográficas han ido cada vez más a sus archivos para publicar primeras grabaciones de artistas y objetos de coleccionista, que incentiven la compra del formato físico.