"Vemos estas canciones en lugares como Lollapalooza"

En el mundo del rock y el pop, abundan las bandas formadas al alero de un colegio, los tipos que se conocen en la ruta de la música y que de pronto deciden hacer algo juntos, y las agrupaciones formadas por un productor según objetivos comerciales concretos. Pero seguro que pocas, muy pocas podrían contar una historia como la de la agrupación local Travesía: "Nos conocimos en el jardín infantil de nuestros hijos", dice Miguel Tapia, ex baterista de Los Prisioneros y actual integrante de esa agrupación.

El dato sobre el momento y el lugar de reunión no es menor en este caso. Porque en Travesía se juntan el fundador del grupo más trascendente del rock nacional, una chilena que hizo buena parte de su vida en Brasil, un músico guatemalteco y otro cubano. Una mezcla diversa, que sólo en una casualidad como ésa pudo darse. "Partió todo en nuestro barrio, que es Pirque, hace unos diez años", cuenta Tapia.

Pero no fue hace diez que todo cuajó, sino hace dos, cuando el baterista se introdujo con ideas propias en el núcleo musical que ya formaban Gabriela Pozo, Rufino "Choco" Cabrera y Leo Fernández. Así nació Travesía y así nació también Puerto Groove, el disco que ahora relanzan con el sello CHV Música, tras una primera hornada independiente. Allí abordan principalmente la música de raíz latinoamericana, desde los sonidos andinos hasta el son cubano, pero cruzados por la electrónica y otros aderezos contemporáneos.

"Yo afortunadamente, por mi padre, escuché mucho folclor latinoamericano en mi casa, y me quedé con toda esa información, que me gusta mucho. Cuando conocí a Leo, Gabriela y Choco, ellos llegan con esta misma información musical, así es que fue fácil para mí entrar en eso, pero con toda la influencia y el manejo que yo tengo en lo electrónico, y que se compenetra con la experiencia musical de cada uno. Así nació nuestro sonido, nuestra banda", cuenta el ex Prisioneros, quien tras el quiebre del trío sanmiguelino lideró proyectos como Jardín Secreto y Razón Humanitaria.

-¿Y para Leo, Gabriela y Choco, que tenían un origen más ligado a la música de raíz, cómo fue recibir recibir este aporte con el que llega Miguel?
-Gabriela: La música electrónica siempre me ha gustado, así es que fue un aporte muy interesante, y para Leo y Choco, fue abrirse a ver cómo esta fusión amalgamaba y se formaba un sonido muy propio. Cuando Miguel hizo este aporte para mí fue como "wow, funciona".
-Leo: Para mí fue un poco un logro, porque aunque yo soy cubano y estoy metido en esos ritmos, siempre he sido muy tecnológico, y tenía el sueño de hacer algo parecido, mezclar lo actual con lo antiguo.

-Al pasar algunas canciones tradicionales como "Chan Chan"  (Buenavista Social Club) por el filtro de Travesía, pareciera que algo de la lógica del remix se desplegara en lo que hacen. ¿Lo ven así?
-Miguel: Hay algo de eso, que es una influencia que a mí me toca en particular, porque yo crecí con los remix, me gustó mucho cuando los empecé a escuchar a mediados de los 80, esas versiones que llegaban de canciones extranjeras para bailar en la discoteca. A mí me gusta mucho bailar, para mí siempre ha sido importante que la música te mueva el cuerpo, el pie. Por eso el disco lleva el nombre Puerto Groove, por el movimiento. Yo soy ochentero, y tengo esa influencia.

-Al escuchar el disco, uno puede imaginarse estas canciones sonando en un local como Maestra Vida, por ejemplo. ¿Pero se imaginan sonando además en un club de moda?
-Gabriela: Absolutamente.
-Leo: Es lo que más nos interesa.
-Gabriela: Hay canciones que son muy discotequeras, como el cover de "País tropical", y en general todo el disco se baila. La mixtura con la electrónica hace que veamos a estas canciones en eso, en lugares como Lollapalooza, en festivales. Yo creo que sacamos estas canciones de la cosa más salsera, ése es nuestro gran aporte.
-Leo: Nosotros tomamos lo que hoy está vigente y mezclamos, sin límites, nombre, tope o temáticas. Abiertos de mente. La idea es mezclar, mezclar y mezclar...

-O sea que lo que hagan a futuro puede ser totalmente diferente, puede abrirse a aun más cosas...
-Leo: Totalmente.
-Miguel: Podría ser un disco muy experimental en el sonido, pero ten por seguro que ese experimento que resulte va a hacer bailar.

-En países como México y Colombia hay varias bandas mezclando electrónica y música de raíz, y ya forman una cierta "movida". ¿Creen que podrían ser parte de este mismo impulso regional?
-Miguel: En el disco hay una canción que se llama "Rupa Rupa", que compuse en el año 98. La gracia es que la versión original es la guitarra de Víctor Jara sampleada en un loop, con una secuencia electrónica debajo. La versión nuestra es con guitarrón chileno y base electrónica. Lo que quiero decir es que desde hace años que estaba con esa inquietud de mezclar los dos sonidos. Ahora, si afortunadamente caemos justo de pie donde ya hay una apertura y una cultura musical, súper bien. Si hay una movida, va a ser perfecta para nosotros, independiente de que llevemos años en esto.

-De hecho, con Jardín Secreto hiciste una versión de "El Albertío" (Violeta Parra). Eso fue a principios de los 90...
-Miguel: Jardín Secreto fue un grupo que estuvo fuera de tiempo, porque entonces la música electrónica no era bien vista en los medios, la gente no la conocía, y los músicos encontraban que era música de mentira, que apretabas un botón y todo sonaba solo. Ese trabajo estuvo fuera de tiempo, y ahora cuando escucho a gente como Gepe pienso que Jardín Secreto habría entrado perfecto hoy. Pero afortunadamente estoy con Travesía, y con el propósito mucho mejor logrado.

-¿Entonces ves continuidad entre Travesía y Jardín Secreto, e incluso Razón Humanitaria?
-Miguel: Claro que sí. Con Razón Humanitaria mezclábamos música de raíz latinoamericana, secuencias, un poco de folclor, trompe, música mapuche... Hace tiempo que tengo esa inquietud, y ojalá que podamos hacernos un nombre y ganarnos un espacio para mostrar nuestra música. Tocar en lugares grandes, como Lollapalooza, o pequeñitos. Somos gente mayor, nuestros intereses son diferentes que a los 18 años.