"El Hobbit: la batalla de los cinco ejércitos"
MATAMATA, Nueva Zelanda.- La descripción de ambientes, de lugares y de personajes es una de las características principales de la escritura de J.R.R. Tolkien. Quienes conocen los libros del británico saben que "El señor de los anillos" y "El Hobbit" incluyen extensas referencias a los paisajes en los que circulaban los protagonistas de sus historias, lo cual es esencial si se quiere dar vida a un universo paralelo donde conviven dragones con elfos, humanos, enanos y hobbits. ¿Pero qué tan difícil es llevar todo eso a la pantalla grande?
El director Peter Jackson trabajó por dos años en la creación de ese universo antes de grabar la trilogía "El señor de los anillos". Diseñó un completo plan de rodaje en distintas zonas de Nueva Zelanda para recrear los espacios descritos por el novelista en sus libros. Y en ese proceso, el responsable de poner todo en marcha fue su director de arte, Brian Massey. Juntos conformaron una alianza creativa que se extendió luego a "El Hobbit", franquicia que estrenará suúltimo capítulo el próximo 11 de diciembre.
Sentado en los pastos de Hobbiton, ciudad ficticia que creó con el cineasta para grabar las escenas correspondientes al poblado de los hobbits- este neozelandés fanático de Tolkien cuenta a Emol que ese escenario fue, precisamente, el más difícil de llevar al mundo real.
"Una de las complicaciones más grandes fue Hobbiton. Lograr que se viera como queríamos fue un desafío, pero lo construimos desde cero. Imagina lo difícil que es encontrar un campo en el que se vean 64 casas de Hobbits, y que se vean bien desde una colina. Eso fue muy difícil. Construir estas casas, lograr que tuvieran el tamaño adecuado, la apariencia de los libros, fue complicado. Nos demoramos seis meses en construir el set, pero fue muy reconfortante cuando lo tuvimos listo", dice.
Hobbiton se construyó en medio de un campo de ovejas a fines de los años noventa. El lugar fue escogido por Peter Jackson y Brian Massey tras una larga búsqueda por Nueva Zelanda. Finalmente, tras una expedición aérea, encontraron el escenario ideal. "Yo necesitaba tres cosas: un lago, un gran árbol y una colina donde se pudiera ver toda la locación. Estuvimos muchísimo tiempo buscando", explica el director de arte de las películas ambientadas en la Tierra Media de Tolkien.
Tras hallar el terreno se puso en marcha el proceso de construcción del set de rodaje de “El señor de los anillos”, el cual fue desarmado cuando se terminó el rodaje de la trilogía. Pero cuando años más tarde su puso en marcha "El Hobbit", los dueños del terreno y el equipo de producción optaron por reedificar Hobbiton de un modo que quedara para la posteridad.
"Tuvimos que utilizar materiales resistentes, no de utilería. Fue un proceso distinto al de 'El señor de los anillos' porque ahora todo debía durar para siempre", cuenta Massey. Las exigencias técnicas aumentaron para el departamento de arte, pero su director asegura que disfrutó el proceso . "Cuando tienes a un montón de gente trabajando en un proyecto que te interesaba desde mucho antes, tienes resultados muy interesantes. Y es bueno estimular a otras personas con el tema, también. Además Peter siempre dice lo que piensa. Y eso es bueno, porque no quieres no cumplir sus expectativas. Es muy demandante, pero sabe lo que quiere".
Tierra Media diseñada por un fan
Massey cuenta que el resto de las locaciones requirieron de un trabajo intenso, pero menor que Hobbiton, puesto a que en su mayoría son paisajes naturales de Nueva Zelanda. "Antes de que saliera la película, muchas veces pensé en lugares de mi país que servirían como locaciones. Era una especie de sueño que tenía, porque por mi trabajo siempre piensas en ese tipo de cosas".
Y este artista pensaba especialmente en los libros de Tolkien porque desde los 13 años admira su obra. "Cuando era joven leí todos las novelas unas doce veces cada una", cuenta. "Cuando empecé a trabajar en esto pensé que estaba en un sueño. Era una oportunidad única que nunca antes se me había presentado. Tener un libro favorito y que luego alguien te diga 'hagamos una película', sientes un wow… fue muy increíble. Pero lo que más pensaba era que Nueva Zelanda era un gran lugar para hacerlo. Porque tiene todo tipo de escenarios y está todo muy cerca. Puedes estar en montañas, lagos y bosques sin tener que viajar mucho. Manejas 4 horas y llegas al lugar que quieres".
Una de las cosas que más ocupó el tiempo de Massey fueron los bosques y las escenas de batallas. "Usamos un montón de árboles de utilería. Al comienzo queríamos que todo fuera real, pero eso es imposible de cumplir en estas películas", explica. Su labor pudo ser más simple si las cintas se hubieran sostenidos en programas computacionales de animación, pero eso no era lo que quería el equipo.
"La pantalla verde es un buen recurso, pero necesitas tener un escenario real. No puede ser todo digital, porque no sería verídico. Si acudes mucho a ese tipo de estrategias, básicamente tienes una animación. Ciertamente tuvimos mucho trabajo en 'El señor de los anillos' buscando las locaciones. Y al ver todo en la pantalla te das cuenta que eso nunca se podría lograr si no es en un escenario real. Creo que eso queda grabado en la audiencia, aunque sea de forma inconsciente".