De menos a más

Lo decía hace ya doce años uno de los guitarristas antes de la primera visita del grupo a Chile. Con Mogwai no se trata del volumen, y por eso recomendaba al público el uso de tapones para los oídos: se trata de la sensación física del ruido. Tal como entonces, la marca registrada del grupo de rock escocés es la intensidad del ruido que producen con sus guitarras e instrumentos en general, y ése fue uno de los puntos altos del festival Primavera Fauna que tuvo lugar este sábado 22 de noviembre en Santiago.

Hubo que esperar en todo caso para llegar a esos niveles, de volumen y también de relevancia. La nueva versión del festival avanzó en líneas generales de menos a más, con los mejores shows programados en buena parte desde la segunda mitad de la jornada en adelante. Tres nombres al menos fueron clave para subir el promedio general: el cantante noruego Erlend Øye, el músico francés Yann Tiersen y los mencionados Mogwai, los tres concentrados entre las horas de los últimos rayos de sol y la caída de la noche en el Espacio Broadway de la comuna de Pudahuel.

Grupos como Cóndor Jet y Niño Cohete había puesto desde temprano una cuota válida e interesante de música chilena a contar de la una de la tarde, mientras los primeros invitados extranjeros oscilaban entre los australianos Pond, con proporciones logradas de rock y psicodelia, y el carácter mucho más genérico de los estadounidenses Beach Fossils, por citar dos polos iniciales. El mejor síntoma de la marcha inicial del festival era que el éxito más explosivo lo había conseguido el cantante sirio Omar Souleyman con un show efectivo pero bastante austero en recursos sobre el escenario más electrónico del festival.

Erlend Øye & the Rainbows vinieron pronto a agregar una primera señal de distinción. El del cantante iniciado en el dúo folk Kings of Convenience fue un show rico en colorido, beneficiado por una amplificación y una mezcla de sonido que no cabe sino calificar de excelente al servicio de los timbres de pianos eléctricos, melódicas o flautas traversas a los que el cantante noruego echa mano para vestir sus canciones, bien compuestas en códigos que pasan con facilidad desde el soul al pop.

Luego y sin pausas, a la misma hora en que los chilenos Astro tocaban en otro de los escenarios, fue el turno del músico francés Yann Tiersen, quien presentó el show con más carácter de toda la jornada e impuso el poder de su música por sobre cualquier clasificación. De mayoría instrumental, el concierto fue protagonizado por Tiersen junto a un grupo siempre dinámico de instrumentistas múltiples que lo escoltaron mientras el compositor se desempeñaba por igual en piano, teclados, guitarra, violín y voz ocasional, como cuando cantó "Palestine", una de las canciones con texto del programa. Más allá del rock y de cualquier frontera musical, Tiersen trajo una entrega valiosa de música emancipada de adjetivos y libre por definición.

La aludida intensidad conseguida por Mogwai fue la siguiente instancia recordable de la noche. Aun si no revistió el carácter más próximo que tuvo ese debut de 2002 en el viejo teatro Novedades en Santiago, la actuación de los escoceses también alcanzó cumbres sonoras sobre la base del contraste permanente de volúmenes altos y bajos en su música, siempre instrumental por lo demás. Una mole sónica que quedó suspendida incluso después de la salida de los músicos del escenario fue la mejor despedida del grupo. Para entonces Electrodomésticos iniciaban en el tercer escenario una muestra de su repertorio tan histórico como actual en la música chilena, y se preparaban los shows finales de grupos como Tame Impala y 2manyDJs en esta versión de Primavera Fauna que se tomó su tiempo en despegar, pero que dejó buenos momentos al final del día.