SANTIAGO.- Que ésta es una situación inédita en los 36 años de historia de Teletón. Ésa es la máxima que ha imperado en boca de Mario Kreutzberger esta noche, tras dar inicio al bloque de cierre de la presente edición de la campaña solidaria.
¿La razón? No poder cumplir con el ya tradiciona ritual de trasladarse con todo hacia el Estadio Nacional, luego de que los prevencionistas de riesgos dijeran a mediados de esta tarde que el agua caída sobre los equipos instalados en el recinto de Ñuñoa, hacía totalmente imposible realizar allí una actividad de esa magnitud.
Pero aparejada a esa máxima también ha venido otra: "De esto nos vamos a levantar". Con ese ánimo se dio inicio pasadas las 22:00 horas al bloque final de la campaña solidaria, donde a esta hora aún faltan cerca de siete mil millones de pesos para llegar a la meta de $25 mil millones.
A la antigua, entonces. Tal como en la primera Teletón del año 1978, y todas las siguientes hasta mediados de los 90, se está llevando a cabo a esta hora el desenlace de la campaña, que en el plano artístico comenzó con una obertura a cargo de un ballet reducido en relación con el que ensayó para actuar en el Nacional.
Fue ese elenco el que desarrolló un cuadro centrado en los pueblos originarios, para luego dar paso a los argentinos Miranda!, quienes se plegaron al ánimo imperante. Ale Sergi, cantante y líder de la agrupación, destacó que en sus reiteradas visitas a Chile ha visto una y otra vez al país levantarse, aludiendo al problema climático y logístico sufrido, pero también a otro factor: La aparente lejanía en relación con la meta económica buscada.
La performance fue seguida desde afuera del Teatro por cerca de tres mil personas, de acuerdo con cálculos difundidos por el propio Don Francisco. La masa corresponde a público que no pudo entrar al Estadio Nacional, y que buscó concretar su propia meta en el recinto de calle Mario Kreutzberger.
Obviamente no encontraron autorización, pero la organización buscó paliar en algo el problema y recompensar el sacrificio con la única salida posible: Instalar un par de pantallas gigantes.