"El boca en boca va a llenar el Caupolicán"

Para quienes siguieron a una banda que logró revolucionar al hard rock local a punta de trabajo constante y buenas canciones, el 30 de abril de 2009 fue un día difícil. Claro, ver en el escenario por última vez al grupo que te acompañó en el día a día es un espectáculo con sentimientos encontrados, de preguntas que quedan en el aire y de ciertas recriminaciones, en especial con aquellos que decidieron seguir y exponerse, dar un salto sin tener muy en claro cómo sería esa nueva aventura.

Todas estas sensaciones se debieron haber plasmado el día que Weichafe decidió parar. El trío, conformado por Ángelo Pierattini, Marcelo Da Venezia y Mauricio “Negro” Hidalgo se convirtió en una de las agrupaciones nacionales más reconocidas y queridas, con una base fiel de público que los ayudó a llenar varias veces recintos como el galpón Víctor Jara, en el céntrico Barrio Brasil, y el Teatro Novedades, último lugar que pisaron antes de que ese capítulo del conjunto se terminara.

Conocido es el camino que siguieron los tres: Pierattini inició una carrera solista con momentos de mayor brillo, como los discos Vampiros (2010), Fuego en los andes (2012) y Baila Dios (2014), que le valieron elogiosos comentarios de la prensa y los fanáticos; mientras, Da Venezia (que también trabajó en un proyecto de música japonesa) e Hidalgo se embarcaron en Viejo Zorro, banda que no perduró en el tiempo. Luego, Hidalgo comenzó a hacerse cargo de las baquetas en La Mala Senda, que a la postre se transformó en su banda estable.

Con todas esas actividades, con carreras ya formadas, ¿cómo fue que el 27 de abril se anunció el regreso de Weichafe? Marcelo Da Venezia da luces al respecto: “El Ángelo me invitó a participar de una canción en su disco Fuego en los andes. Ése fue como el primer acercamiento post separación de Weichafe”. De ahí, las cosas siguieron su camino. “Después de eso, participé en unos shows que también hizo y como que ya empezó a haber un poco más de cercanía, a estar de nuevo cerca y, ya posterior a eso, también fui incluido en la banda”, dice el bajista.

Esos acercamientos generaron las primeras conversaciones. "Sentimos que la química estaba ahí, intacta, desde el punto de vista musical, personal y todo, entonces por qué no hacerlo", asegura Marcelo. El acercamiento con el "Negro" Hidalgo completaría esta idea. "La verdad es que no nos dejamos de ver nunca, en estos años. Pero una vez que la banda se separa lógicamente también… no es que se haya perdido la amistad sino que el vínculo se rompe, el día a día. Entonces empezamos a retomar eso, primero que todo", explica el baterista.

-Haciendo un asado de camaradería, me imagino.
-Hidalgo: Claro, tal cual. Y hasta que un día se presentó la oportunidad de hacer esto y dijimos "bueno, si lo vamos a hacer, hagámoslo bien, hagámoslo grande" y empezamos a planear de a poquito, de hace rato ya. Fue súper natural, no hubo nada planeado, nada muy premeditado tampoco.

-¿Cómo fue ese primer ensayo de la banda, luego que decidieran volver a tocar juntos?
-Hidalgo: Raro (risas).
-Marcelo Da Venezia: Raro igual.
-Hidalgo: Porque volver a retomar algo que tú tenís tan interiorizado hace años atrás, fue raro, porque descubrimos que el inconsciente funciona perfecto (risas), uno puede volver a retomar la cosa como desde donde la dejó, digamos, y ha estado bueno. Ha sido mucho mejor que antes musicalmente, diría yo.

La reformada banda decidió mostrar a modo de adelanto la canción “Las cosas simples", perteneciente al álbum Weichafe (2003), como una forma de ejemplificar este nuevo momento musical que viven. Esa pieza "siempre fue un tema que unía criterios dentro del público de Weichafe", explica Ángelo Pierattini. "Lo ejemplifico de la siguiente manera: Que un rincón llegaba con la polera de Maiden y el otro rincón llegaba con la de los Beatles, como que era un gusto en común, siempre", dice el guitarrista. Y agrega: "En el fondo era mostrar esa aura, ese momento. Y no sé si hablar de un ‘nuevo’ Weichafe, yo creo que tiene que ver con un proceso de desarrollo, de madurez".

Todos son Weichafe

El trío anunció su regreso el pasado 27 de abril y de inmediato, en esta era de redes sociales e hiperconectividad, los comentarios no se hicieron esperar. "Ahí supe lo que era el trending topic”, dice entre risas Marcelo Da Venezia. Pero lo cierto es que la reacción de un público que los supo esperar fue eso: Una avalancha de energías positivas, celebrando esta reunión. "Ha sido sorpresivo todo, en verdad. Ésa fue la primera sorpresa gigante, porque sí, esperábamos cierta reacción, pero no esperábamos tanto", dice el bajista.

Un hecho que ratifica esa comunión que tiene Weichafe con sus seguidores fue la salida de un box-set con la discografía completa del grupo, que fue ofertado a través de la cuenta en Facebook del grupo, y que en un par de semanas agotó dos ediciones, transformándose no sólo en un éxito de ventas, sino también en un ejemplo concreto de esa unión entre la banda y su público. "La gente tiene un compromiso con la banda, que revela como un cambio de paradigma también. Quebrando la regla, ¿cachai?", dice Pierattini.

Sin embargo, la industria parece estar lejos de ese cambio. Así lo relata el guitarrista: "Hay que contar la dura. Había un sello interesado. Un sello independiente igual, pero perteneciente a una multinacional, y los tipos a última hora, cuando les fuimos a dejar los masters, nos dijeron que no era viable económicamente este box-set". El "Negro" Hidalgo aporta con la sentencia: "Porque ya nadie compra discos, nos dijeron".

-La venta del box-set y la frase "la historia se escribe en la calle" habla de un grupo muy comprometido con su público, y viceversa.
-Hidalgo: Absolutamente. Las gestiones de todo tipo las estamos haciendo nosotros, como lo hemos hecho siempre. No porque se vaya a llenar el teatro y se agoten los discos dejamos de estar preocupados nosotros de las cosas internas de la banda, y eso quiere decir que el trabajo sigue siendo como de una persona común y corriente, como trabaja todo el mundo que sale en la mañana y se levanta a trabajar, y por ahí está la parte de la identificación del público con nosotros, yo creo.
-Pierattini: Hay una empatía porque ellos también se levantan todos los días a las ocho de la mañana a trabajar doce horas diarias. Hay como una empatía con eso, como eso de la solidaridad de la clase obrera.

Esa sensación también se traslada al concierto que el próximo 13 de diciembre la banda realizará en el Teatro Caupolicán. “Lo que pasa es que la gente es, en definitiva, nuestro promotor también, el boca a boca. Nosotros no salimos tanto en los diarios ni en las radios, pero sí estamos en la casa de cada uno de ellos y en los carretes de cada uno de ellos. Y ahí es donde nuestra música se difunde. Por eso te digo que hay un compromiso fuerte con la banda, porque hay un arraigo, como que se sienten representados, y nosotros también con ellos. Porque, no sé, siento que ésa es la gracia también", dice Pierattini, y asegura: "Para nosotros el Caupolicán es como para un músico mainstream llenar el Estadio Nacional, con toda la prensa y todo. Para nosotros, llenar el Caupolicán tiene la misma significancia, porque es el boca a boca el que lo va a llenar".

-¿Cómo ha sido la preparación para el show de regreso?
-Da Venezia: Extensa. Llevamos como cuatro meses ensayando, más o menos.
-Hidalgo: Hemos ensayado mucho, porque vamos a tocar muchas canciones, como siempre. En los shows que organizamos nosotros, tratamos de tocar la mayor cantidad de temas, para que la gente se vaya feliz. Eso es lo lindo.
-Pierattini: De hecho, es un show basado en esta comunión con el público de la que te hablábamos antes. Ellos son nuestro cuarto integrante, entonces como que se ha hecho con ese feedback.

Weichafe y la defensa del patrimonio musical

El intenso debate en torno a la ley del 20 por ciento de música chilena en las radios no ha estado ajeno al trío. Para Ángelo Pierattini, el tema es simple. "Nosotros la hicimos sin radio, sin Internet. Porque las nuevas generaciones dicen ‘ya, pero nosotros la hicimos por Internet’. No po, uno tiene que ir al meollo del asunto que es: Esto es un trabajo, un oficio, hay que legislarlo. No es que si yo la hice por Internet, todo el mundo la tiene que hacer por Internet. Cada uno tiene su vía y nosotros lo valoramos, pero eso no puede exigirle una norma a todo el mundo. Tiene que haber algo más transversal, algo que nos una a todos y algo que nos haga desarrollar a todos de una manera más o menos similar, o tener las mismas oportunidades”.

Critican, eso sí, la desinformación que hay respecto de esta iniciativa que acaba de ser aprobada en el Senado. “Hay mucha ignorancia de parte de la gente, producto de lo que muestra la empresa también, porque siempre la gente dice ‘a mí no me pueden obligar a escuchar música’. Resulta que toda la vida te han obligado a escuchar música. Toda la vida ha sido así. Toda la vida has escuchado la música que las multinacionales quieren que tú escuches”, dice Marcelo Da Venezia.

-Bueno, tú tienes un bar en el que bandas hacen presentaciones.
-Da Venezia: La reacción clásica de alguien que va pasando por fuera del bar es "¿quién va a tocar? Tal banda. ¿Y qué tocan? Tal cosa. ¿Y cuánto vale, o es gratis? No, vale dos lucas. Ah, ya". Y raja. O sea, no hay interés de ver bandas. Pero ya es una cuestión súper generalizada. Entonces, también el escuchar música nacional más seguido, empezar a involucrarse un poco más con eso, te va a hacer o te va generar esas ganas de, quizás, participar de eventos o ir a conocer bandas, porque te vas a dar cuenta de que la realidad musical en Chile es muy buena, así de simple.

-Pierattini: Aquí estamos hablando de identidad cultural, estamos hablando de patrimonio. No estamos hablando de hamburguesas. Porque el problema es que algunos políticos o alguna gente confunde un televisor con el nivel de educación que puedes tener. O con la difusión del arte chileno, en este caso, la música. No tienen nada que ver. Aquí, estamos hablando de patrimonio cultural, de identidad nacional. La mano de obra produce eso también: Que se hagan cosas en Chile, y que el mismo país las consuma, genera mercado y genera identidad, genera una mejor sociedad.

-Hidalgo: La gente, por ejemplo, ahora está feliz con que haya hartas teleseries, harta producción. Hasta los actores hicieron lo mismo hace años atrás y se aprobó un porcentaje, que es alto, de producción nacional que tiene que haber en la tele. Entonces, claro, al principio se cubrió haciendo programas con vedettes y puras cosas fáciles, para que la gente pudiera captar el producto nacional, pero hoy eso derivó en que tenemos series como ‘Los 80’ y un montón de cosas. O sea, hoy día hay de todo. En años más, va a pasar lo mismo con la música, creo. La gente se va a acostumbrar a escuchar música nacional y va a descubrir que su banda favorita también es una banda nacional. De más.