Inti-Illimani Histórico lanza su disco Manns el sábado 27 y el domingo 28 de diciembre a las 21.00 horas en el Teatro Nescafé de las Artes, de Manuel Montt 032, Providencia, Santiago, con boletos entre $28.000 y $14.000.
Foto: sitio oficial.Eran varias las opciones posibles una vez planteada la grabación que Inti-Illimani Histórico resolvió hacer este año. La definición básica era simple: un disco del grupo con Patricio Manns, el creador de un catálogo de canciones chilenas que va desde "Arriba en la cordillera" hasta el bolero "Medianoche". Pero eso podía significar por ejemplo una antología del prolífico cancionero que Inti-Illimani y Manns han creado desde fines de los '70. O bien disco de nuevas grabaciones con Manns en la voz junto al grupo.
De hecho esto último es lo que imaginó el propio Manns en principio.
-Naturalmente, como no es modesto, pensó que iba a ser un disco con él -cuenta Horacio Salinas, director del conjunto.
Ni lo uno ni lo otro, sino una tercera opción. El disco es una colección de canciones originales de Manns que Inti-Illimani nunca había grabado, y que se remonta más allá del trabajo conjunto que ellos han hecho, para llegar a los inicios del autor y compositor, en los años '60. Manns se llama, y más que una antología o que un disco grabado en conjunto es un homenaje.
Es la opción más inesperada además, porque el grupo se interna así e la fase inicial de Manns, el hombre que en los citados años '60 puso su firma con propiedad en el cancionero chileno en su calidad de autor, compositor e intérprete de canciones como "Arriba en la cordillera" y "El cautivo de Tiltil", por citar sólo las dos más universales.
En esa época, mientras el cantante ya figuraba en los escenarios, las radios y las portadas de las revistas, Inti-Illimani recién se iniciaba en 1967, más de diez años antes de inaugurar su colaboración con Manns en el exilio durante la dictadura, y mucho antes de que en el nuevo siglo el grupo se dividiera entre Inti-Illimani e Inti-Illimani Histórico, la alineación que comparten los integrantes mayores Horacio Salinas, José Seves y Horacio Durán y los jóvenes Camilo Salinas, Fernando Julio, Danilo Donoso y Hermes Villalobos.
Y si bien Manns se refiere a los inicios de Manns, Inti-Illimani Histórico hizo otra salvedad y optó por no grabar algunas de las canciones más populares de esa época, como las citadas "Arriba en la cordillera" y "El cautivo de Tiltil". Las diez selecciones elegidas oscilan entre la primera composición de la carrera de Manns, "Bandido", la única en la que el cantante acompaña al grupo en el disco, hasta la "Balada de los amantes del camino de Taverney", la única selección de los años '80 en su repertorio, pasando por títulos como "La guitarrera que toca", "Valdivia en la niebla" y "El andariego".
-Hicimos algo que podía resultar arbitrario, que es dejar de lado "Arriba en la cordillera", "El cautivo de Tiltil", "En Lota la noche es brava" o las mismas que hemos hecho juntos, que son más de treinta canciones -considera Horacio Salinas-. Pero quisimos hacer un homenaje centrado en Patricio y darle ese tema, si se quiere, del amor. Si se dan cuenta todas las canciones son una sola canción, en la que la muerte, la tragedia están muy presentes. Y es admirable cómo lo hace, con rigor poético y sin concesiones. Quisimos acentuar esa parte. A lo mejor después vendrá un disco con las canciones más batalleras de él.
Su modo poético de decir las cosas
"Buscamos un tratamiento de las canciones relativamente simple, nada que distrajera mucho del canto", define Salinas acerca del sonido del disco. "No quisimos hacer ninguna pirotecnia. Y nos celebramos mucho de tener ahora instrumentos nuevos que nos permiten hacer otros arreglos: acordeón, piano, instrumentos de sonidos largos".
-¿Patricio Manns escuchó el disco mientras grababan?
Salinas: Algunas canciones las escuchó acá (en el estudio de grabación), y se sorprendía de las cosas que había escrito. Creo que Patricio vive inmerso en su poesía, en su historia, sus canciones, y era interesante porque algunas cosas le sorprendieron muy gratamente. En un momento dijo "Ah, no sabía que tenía este ritmo esta canción".
-¿Elegir el período temprano de Manns es un modo de reconocerlo como un precedente a la generación de ustedes en alguna medida, se da esa relación?
Salinas: Hacer este disco fue recordar también el impacto que nos produjo cuando conocimos estas canciones, mucho antes de trabajar con él. "Bandido", "Ya no escucho tu nombre" uno las escuchaba por la radio, y todos nos dolíamos con esas canciones. Con "Bandido" y "Arriba en la cordillera" él creó una situación muy única en el panorama del dial radiofónico de esos años. Se escuchaban estas canciones, las de Víctor Jara, todo el repertorio del Neofolklore y el resto eran los Beatles. Y Patricio puso una vara muy alta con "Arriba en la cordillera".
Durán: Uno de los aspectos revolucionarios de Patricio Manns en la canción chilena, muy temprano, ya en los años '50, es que coloca al ser humano desde un punto de vista que nunca había sido tratado. Más de alguna vez, en mi no corta vida, he escuchado críticas al hecho de que cantara sobre bandidos, ladrones, pero no es sólo eso. El de "Valdivia en la niebla" es un personaje que reflexiona entre el río y el amor, hay toda una manera totalmente revolucionaria de tomar la identidad chilena a través de su poesía. Eso ha hecho que Manns, además de la belleza de su música, tenga un sentido de la identidad extraordinario.
-¿Cómo fue para ustedes esa influencia, recuerdan haberlo escuchado en la radio en esos años?
Seves: La influencia está en las creaciones mismas. Tengo el testimonio de Valdivia, de haber participado en mis inicios en unas peñas allá, donde lógicamente todos estos eran discos que se incorporaban al repertorio de la peña. Y lo que tenían de atractivo era que permitían experimentar nuevas melodías, armonías particulares, aparte de que en el ambiente de Valdivia estaban los pescadores, los distintos personajes de los que él hablaba.
Durán: Yo vivía en una pensión en Viña del Mar y corríamos con un amigo a escuchar esta cuestión. Hay dos canciones de Manns que me impresionaron mucho más incluso que "Arriba en la cordillera", que es indiscutible y todo, y que son "Bandido" y "La guitarrera que toca". En el '66 teníamos una peña de los estudiantes en la Universidad Técnica (actual Universidad de Santiago), y yo era el director de la peña, pero estaba a cargo del vino y las empanadas, no estaba metido en la música. Y ahí tocaba el dúo Hernán y Marcia, de Hernán Gómez (futuro integrante de Quilapayún), y cantaban "La guitarrera que toca", en el año '66. Y era un impacto que me estremecía, para mí era como si se abriera el mundo a través de la canción.
Salinas: Incluso en el año '69 a Patricio se le ocurrió pedirnos entrar al conjunto. Nosotros pensamos que era una broma, porque era un tremendo personaje y nosotros éramos unos muchachos imberbes todavía. Pero después me confesó que lo decía en serio. Claro, trabajaba con distintos grupos, con Las Voces Andinas, con Los Cuatro Cuartos, y no hubiera estado de más (que se uniera a Inti-Illimani). Le encantaba la manera en que hacíamos los arreglos.
-¿Habría sido un paralelo con Víctor Jara en Quilapayún: Patricio Manns en Inti-Illimani?
Salinas: Mira, sí, pero no se concretó. Patricio Manns era como la Violeta (Parra), andaba por aquí, por allá, era difícil atraparlo. Y además era periodista, tenía muchas actividades.
Durán: Eso fue en el año '68 ó '69, y lo digo, a lo mejor después me van a retar los cabros, pero nosotros teníamos esa conciencia de no tener las voces de los Quila, que eran un referente, ya eran famosos. Teníamos lindas voces con el Max Berrú, el mismo Jorge (Coulon) que cantaba muy bien, pero nos quedábamos por ahí no más. Y entonces hay dos arreglos que marcan el estilo del grupo, a mediados del '68: "Huajra", un tema instrumental, y "Juanito Laguna remonta un barrilete", un tema argentino donde cantamos al unísono. Y es interesante cómo el arte surge a partir de las limitaciones: nos dábamos cuenta de que hacer cosas corales épicas no tenía ningún sentido, entonces cantábamos al unísono. Y esa es una marca de Inti-Illimani.
La historia viene a cuento porque es esa canción, "Juanito Laguna", la que marcó la posible entrada de Manns a Inti-Illimani a fines de los '60, explica Durán. "Manns estaba yendo a la Peña Chile Ríe y Canta, de René Largo Farías, porque antes estuvo en la Peña de los Parra pero después se aguachó en la Chile Ríe y Canta. Y ahí dijo, en su modo poético de decir las cosas, 'Yo soñaba, yo era el barrilete (volantín) de Juanito Laguna. Yo quiero estar en ese conjunto'. Claro, por supuesto una vez nos quedamos de juntar con él y no apareció nunca. Pero bien, las cosas se dan cuando tienen que darse. Diez años después tuvimos el encuentro con Manns que nos tiene aquí".
Voz alta, fuerte, brillante
-¿Cómo fue para José Seves hacerse cargo de la voz principal en estas versiones?
Seves: Fue bien natural y espontáneo probar otras formas de poner la voz después de revisar el carácter de la interpretación. Yo estoy acostumbrado un poco a seguir el esquema de Patricio, que en esos años era voz alta, fuerte, brillante. Y encontramos esta interpretación un poco más cercana. Había un reto en esto, porque en varios temas de Patricio Manns él cuenta una historia larga, y hay que encontrar el modo, el vehículo para llevar eso de manera que la historia se mantenga. No soy actor, pero tiene algo que ver con interpretación actoral.
Salinas: Y es interesante el asunto de la voz, porque hemos conversado en las grabaciones sobre cómo trabaja (el cantante y autor brasileño) Chico Buarque, por ejemplo, un enorme, celebérrimo, que utiliza esa capacidad de susurrar canciones. Las habla, las canta, cambia el registro de voz. Es impresionante, es casi un actor que va haciendo distintos personajes en un repertorio vastísimo. Nosotros jugamos un poco con eso, de otra manera, y nunca lo habíamos hecho.
-¿Qué paralelo harías entre las músicas que tú has compuesto para las letras de Manns y las composiciones que él hizo antes de trabajar contigo?
Salinas: Creo que son cosas distintas. Aquí hay una serie de canciones tremendamente originales que hacen una gran contribución a esto que luego va a ser la Nueva Canción Chilena, con una manera bastante audaz de tomar la guitarra. Víctor (Jara) también era muy dado a eso de poner de repente el dedo por casualidad en la guitarra y así aparecía algo distinto. Bueno: Patricio, que no tiene idea de dónde está el si bemol, dice que tiene una visión geométrica de los dedos en la guitarra. Empieza a mover de manera simétrica los dedos y va apareciendo la música.
-¿Un poco como Violeta Parra en el "Gavilán"?
Salinas: El "Gavilán", claro. Por ejemplo, de "Valdivia en la niebla" decía (el compositor chileno) Gustavo Becerra que era la mejor canción de Manns, porque es muy rara: avanza, después empieza a bajar, tiene toda una estructura completamente arbitraria y nueva, original. Yo soy de una escuela bastante más formal, me guío más por trayectos armónicos que están dentro de la historia de la canción. Son musicalmente cosas distintas. Pero lo que me gusta mucho es cómo de repente he podido subrayar bien con la música lo que dice la poesía de Patricio. Y al revés también: yo le he dado melodías y él les ha puesto textos que calzan perfecto, como un terno a la medida.
-¿Cómo fue la experiencia de invitarlo a cantar en la canción final del disco, "Bandido"?
Salinas: A mí me sobrecoge cuando lo escucho. Al final quedamos con una sensación muy grata en términos artísticos, musicales. En realidad es un homenaje que hacemos a este enorme cantautor chileno.
Junto con selecciones de su cuantioso repertorio previo, Inti-Illimani Histórico va a presentar buena parte del nuevo disco en los conciertos del 27 y el 28 de diciembre en el Teatro Nescafé de las Artes. Y con Manns incluido. "Lo vamos a invitar. Si lo vamos a hacer igual que el disco tiene que llegar a la última canción", dice Salinas. "Le tenemos un cariño entrañable a Patricio, porque él es responsable de canciones emblemáticas del grupo, textos maravillosos, 'Samba landó', 'Vuelvo', 'Medianoche'… Yo creo que sin Patricio estaríamos muy perdidos de una manera de hacer canciones del Inti-Illimani. Tenemos pocos letristas. Es complejo hacer canciones, y es un arte que él domina con este sello de identidad tan fuerte en cuanto al rigor y la calidad poética, en tanto paroliere, como dicen los italianos, en ese arte de hacer canciones, que es distinto al de la prosa y la poesía".