Va a ser la tercera de tres visitas especiales en la historia de Kaiser Chiefs con Chile. Luego de su debut en Santiago en una noche compartida con las bandas estadounidenses The Mars Volta y R.E.M., en el mero día en que Barack Obama fue elegido Presidente en 2008, y tras un regreso al festival Lollapalooza en 2013, el grupo inglés inicia la temporada de espectáculos rockeros internacionales a gran escala de 2015 en conjunto con Foo Fighters, este 15 de enero en la Pista Atlética del Estadio Nacional.
Hay un valor personal agregado en esa venidera visita de la banda, que a diferencia de 2013 ahora sí trae un disco reciente. Es el quinto de su recorrido luego de Employment (2005), Yours truly, angry mob (2007), Off with their heads (2008), The future is medieval (2011, reeditado en 2012 en EE.UU. como Start the revolution without me) y el nuevo: Education, education, education & war (2014), que ha sido difundido por canciones como el primer single oficial, "Coming home", aparte del poema "The occupation", leído por el actor inglés Bill Nighy.
En Education, education, education & war además hace su debut oficial el nuevo baterista, Vijay Mistry, en lugar del fundador Nick Hodgson, alejado en los últimos días de 2012, con lo que la formación actual de Kaiser Chiefs es con el cantante y líder natural Ricky Wilson (voz), Andrew White (guitarra), Nick Baines (tecladista también conocido como Peanuts), Simon Rix (bajo) y el citado Mistry (batería). De todos ellos Peanuts suele asumir las vocerías de prensa, tal como hace acá antes del concierto del 15 de enero (ver detalles en el recuadro al final) y a propósito del disco nuevo.
"Cuando contamos con una cantidad decente de tiempo para tocar, lo que hacemos es mostrar las canciones nuevas que tenemos. Esta vez tendremos una hora, así es que vamos a poner todos los hits antiguos, así como las canciones nuevas. Y es bastante cool, porque tocar los éxitos es un modo de apelar a los fans anteriores, a quienes también mostramos el nuevo disco. En Sudamérica no lo hemos tocado todavía, y siempre es bueno actuar allá. Uno sale con una sonrisa en la cara cada vez", afirma.
El resultado de esa lucha
Originarios de la ciudad inglesa de Leeds, Kaiser Chiefs fueron esta vez a grabar a EE.UU. junto al productor Ben Allen, hombre con sede en Atlanta que trae créditos previos con gente tan diversa como las bandas alternativas estadounidenses Animal Collective y Deerhunter, además del dúo Gnarls Barkley, entre el rapero Cee Lo Green y el productor Danger Mouse.
"En primer término la razón para ir a Estados Unidos fue que queríamos trabajar con Ben Allen y él tiene su estudio allá", dice Peanut. "Pero también tenía sentido para el grupo porque nos gustaba la idea de salir de Inglaterra, no estar cerca del hogar, sin planes, sin distracciones ni razones que nos hicieran parar de trabajar. Son buenas condiciones para hacer un disco, estar concentrados en un estudio por seis semanas. Es trabajo duro y era bueno hacerlo tan lejos de la casa. Ahí te das cuenta de que alejarte es mejor para ti y para el proceso de trabajo. Cambia todo el tiempo, pero esta vez disfrutamos hacer un disco fuera de Inglaterra".
-Sin que por eso el disco deje de tener que ver con Inglaterra, ¿no? ¿Es cierto, por ejemplo, que el título es una cita a Tony Blair?
-Sí, es una frase como de 1997, creo. Fue una idea que Tony Blair (Primer Ministro entre 1997 y 2007 en el Reino Unido) dijo en alguna conferencia de su partido, a propósito de unas elecciones y de cuál era un punto importante en la campaña: educación, educación, educación. Lo que es muy noble, pero también se contrapone con la guerra.
-La ecuación es de tres partes de educación y una de guerra, al menos en el título...
-Sí, no es una broma, es una observación de cuál es la situación real, en que la guerra también está presente. Y también se relaciona con el grupo. Educación y guerra tienen que ver con los cambios que hemos tenido en el último par de años. Perdimos a nuestro baterista inicial, tenemos uno nuevo, ésos son descubrimientos a los que hay que adaptarse.
-¿Qué tan importante es ese cambio, teniendo en cuenta que Nick Hodgson, además de baterista, cantaba y estaba involucrado en la composición de las canciones?
-Bueno, simplemente tuvimos que movernos. Decidimos seguir. Eso fue a comienzos del año pasado, o tal vez hace dos años, y también se relaciona con la parte de "educación" del disco, porque en los primeros dos discos estuvimos todo el tiempo juntos en la misma habitación, en torno a la idea de compartir las canciones y de terminarlas juntos. Y creo que de eso salieron algunas de las mejores canciones que hemos escrito. Y ahora hizo falta ese re-aprendizaje, de educarnos a nosotros mismos sobre cómo escribir canciones y cómo estar en un grupo, que es una forma de aprender también, muy de estar en una escuela. A veces hay unas pocas batallas, discusiones y peleas, además. Así que puedes leer un título sobre educación y guerra a una escala política, pero también a una escala personal.
-¿Esa escala política tiene que ver con canciones como "Ruffians on parade", que habla de paradas militares y guerras con drones o aviones no tripulados, o incluso con ese poema hablado del disco? ¿Son dos comentarios puntuales sobre la guerra?
-Sí, la respuesta a esa pregunta es sí, en particular porque en el caso de ese poema ("The occupation") se cumplió el centenario de la Primera Guerra Mundial este año y hubo muchas actividades e información, documentales y gente hablando sobre el tema. Creo que eso es lo que Ricky tuvo en mente en la letra de esa canción, entonces hay imágenes de pequeños soldados, de ropas militares. Es una parte enorme de la historia del mundo, en particular en la historia de Europa. La idea de incorporar un poema a un disco a veces puede ser un poco pretenciosa y arriesgada, pero es inusual. Y cuando lo escuchamos fue "wow, de verdad funciona bien".
-De hecho, ¿cómo funcionaría este poema en vivo? ¿Lo están haciendo?
-Lo tenemos previsto para el próximo año, estamos trabajando en eso y ejercitando el modo de incorporarlo en el show. Tal vez hay que bajar las luces, escuchar un ruido de fondo y entonces poner en vivo el poema, es un asunto más escénico. Es estimulante, porque nunca hemos hecho algo así antes. Ése es el tipo de paso que nos gusta dar.
-En otra de las canciones nuevas, "The factory gates", Ricky Wilson canta "What you make in the factory floor / You take straight to the company store", el vínculo entre el obrero en la fábrica y la sala de ventas de la compañía. ¿Parece una preocupación social de nuevo, acerca del empleo, de la clase trabajadora?
-Yeah, se trata básicamente del trabajo considerado como un modo de sobrevivir y no de vivir, no de tener una vida. No hay un buen estado mental ahí. Creo que Ricky está escribiendo en la canción sobre toda esa pérdida de energía, de llegar a trabajar a las nueve de la mañana, o a la hora en que las puertas de las fábricas se abran, y luego de terminar tu jornada a las cinco o las seis y listo, eso es. Es ese círculo de monotonía, ¿no? De estar ahí una y otra vez, todos los días.
-A la altura de un quinto disco, ¿es interesante constatar que éste es un grupo que ha titulado discos y canciones con palabras como "Empleo", "Revuelta", "Revolución", "Educación", "Guerra"? ¿Hay ahí un retrato del grupo, en esos puros nombres?
-Sí. Hay una diferencia de un año y medio o dos años entre cada disco, y es un lapso en el que te dedicas a producir las canciones, a grabar, pero visto en general funciona de ese modo. Los discos tienen una conexión profunda con el grupo. Pones a muchos personajes dentro de cada disco y tal vez no estás siempre pendiente de eso, porque estás tocando la música, pero de alguna forma son tus sentimientos los que están ahí. Es difícil de explicar, pero entiendo lo que dices. Creo que en particular es una perspectiva personal a causa de las luchas, de las peleas, en especial con el hecho de que en este disco se fue nuestro baterista. En un momento no sabíamos qué hacer con la banda, si continuábamos o no. Hubo una lucha que dar ahí. Y creo que lo que escuchas en el disco es el resultado de esa lucha.
-Habiendo dicho todo esto, ¿qué tiene que ver Kaiser Chiefs con una banda como Foo Fighters, el grupo con el que van a tocar acá? ¿Hay afinidades?
-Sí, los hemos visto, ya hicimos una gira con ellos por Estados Unidos, también tocamos en Australia, nos hemos encontrado en festivales de verano. Nos llevamos bien, creo que es un reto en especial en términos de público cada noche. Es un elenco muy bueno en estadios, es simplemente algo vivo en el escenario.
-Va a ser la tercera vez de ustedes en Chile, después del día de la elección de Obama en 2008 y del festival Lollapalooza el año pasado. ¿Alguna expectativa especial para esta vez?
-Sí, hemos tocado en estadios en Sudamérica y siempre había querido estar ahí, después de ver cosas de AC/DC o Rock in Rio en videos, esa clase de DVDs, es algo que una banda de rock tiene que hacer, tocar en Brasil, en Chile, en Argentina, porque el público es tan intenso. Y ahora lo hemos podido hacer y estamos esperando por volver, porque los fans son tan amables y buenos, lo cantan todo en los conciertos. Me encanta la energía que los fans sudamericanos crean.