Francisco Javier Olea recreó un fúsil con implementos usuales en el trabajo de un ilustrador.
twitter.com/oleismosMONTEVIDEO.- Destacados caricaturistas chilenos y latinoamericanos condenaron el sangriento atentado contra el semanario satírico francés Charlie Hebdo, que dejó doce muertos el miércoles en París.
Francisco Olea, ilustrador de revista "El Sábado" y autor de libros como "Y Usted Quien Es?" (2014) tuiteó una composición en la que aparecen instrumentos de diseño como lápiz, goma de borrar, regla y sacapuntas, colocados de manera que forman un fusil y enmarcada con la inscripción "¡A tomar las armas compañeros!".
La imagen fue ampliamente divulgada a través de las redes sociales, al igual que la del también chileno Guillermo Galindo (Malaimagen), quien tuiteó un diseño en blanco y negro que presenta a Jean Cabut, Georges Wolinski, Tignous y Stephane Charbonnier, cuatro de los cinco caricaturistas muertos, atacando con lápices a dos agresores encapuchados que resisten con armas largas.
Los dibujantes terminaron formando parte de una verdadera red de ilustradores latinoamericanos que condenaron el atentado a través de sus trabajos, entre ellos el argentino Liniers, el brasileño Carlos Latuff, y la venezolana Rayma Suprani.
Liniers, reconocido por su tira de Enriqueta y por sus presentaciones junto a Kevin Johansen, tuiteó un dibujo con la leyenda "Estamos con #CharlieHebdo", solidarizando con la publicación francesa. Poco después, el dibujante —que recientemente ilustró la tapa de la revista estadounidense The New Yorker— publicó otra ilustración en la que se observa a un personaje comentándole a otro: "Yo, de lo que soy fanático es de no ser fanático".
Su compatriota y colega Bernardo Erlinch publicó una ilustración en fondo negro en la que se lee: "Se ha puesto tan serio el mundo que el humor es una profesión de riesgo". Abajo, sobre un charco de sangre, se ve un ejemplar del Charlie Hebdo.
La caricaturista venezolana Rayma Suprani, que denunció en septiembre haber sido despedida del diario El Universal por una viñeta política, comentó en una entrevista a la revista local Runrunes: "Antes los caricaturistas nos hemos enfrentado al poder político, al económico, al totalitarismo, pero ahora aparece este monstruo llamado fundamentalismo religioso".
El brasileño Carlos Latuff, crítico de la publicación francesa, también utilizó su cuenta de Twitter para difundir una tira que muestra a dos hombres armados abriendo fuego contra la sede del Charlie Hebdo. De la puerta del edificio sale una mancha de sangre, destacada en color rojo. Al fondo, las balas atraviesan el edificio y alcanzan una mezquita. "Este tipo de acción sólo favorece al discurso antiislámico y antimigración, cada vez más fuerte en Europa", dijo a la agencia local EBC.
Laerte, uno de los más reconocidos humoristas gráficos de Brasil, también condenó el ataque, pero señaló que, si bien siempre estará a favor de que exista la libertad de expresión, ésta "existe en un mundo que no puede ignorar un contexto de mayoría religiosa y meterse con los dogmas de aquella religión impunemente", dijo al diario Folha de Sao Paulo.
El colombiano Vladimir Flores, conocido como Vladdo, manifestó su tristeza por el hecho tuiteando fotos de 2010 en las que aparecía con dos de los asesinados.
En entrevista con la publicación Semana recordó que, siendo musulmán, "es difícil" opinar sobre las caricaturas de la controversia, "pero aquí el punto no es si las caricaturas eran ofensivas o no, sino que a todas luces es una reacción desproporcionada para una caricatura".