Un primer disco de canciones pop grabado ya en 2004, año en que ese tipo de sonido en Chile estaba lejos de dar el salto cuantitativo consolidado hacia 2010 y de ahí en adelante, habla de la convicción musical y personal de Yael Meyer desde entonces y también de la ruta propia que esta cantante nacida en Santiago y establecida en Los Angeles, California, ha emprendido mucho más allá de las fronteras locales. A diez años justos de ese álbum, Common ground (2004), Yael Meyer presentó su tercer disco, Warrior heart (2014), grabado y lanzado en EE.UU. y de todos modos presentado en vivo en Chile, lugar con el que esta música va a tender más de un lazo en una de las canciones.
El mismo pulso ligero compartido por las dos primeras composiciones deja bien anunciado el estilo melódico en la voz y pulcro en el sonido de la cantante, seguido por dos baladas y una tercera en la que se escucha un ukelele hacia el final del disco. Antes de eso está la presencia sorpresiva del electropop que se oye en "Human divine", así como los detalles electrónicos que ornamentan los apenas dos acordes sobre los que está construida "Vessel", junto al optimismo a todas luces de un reggae pop bien llamado "Good things are coming my way" y las cuerdas pulsadas al modo finger-picking tan propio de la música folk en la versión acústica de la canción "When the road ends".
Todas esas opciones están tocadas con bases electrónicas lo mismo que con guitarras acústicas y pianos además de frecuentes baterías y bronces. Y sobre esto Yael Meyer canta con una voz melodiosa y tersa, siempre bien tratada y afinada, próxima a la intimidad y casi etérea en canciones como "Endless kind of love". Hasta ahora había grabado todo su repertorio en inglés, pero a la altura de su tercer disco era tiempo de un debut y aquí "Yo soy" es la primera canción en castellano de la cantante. Coincide con el tono testimonial de una letra escrita en primera persona que abunda en definiciones personales y poéticas, y sobre todo es un buen estímulo para escuchar más en el futuro a Yael Meyer escribir en ese primer idioma de su vida viajera.