SANTIAGO.- ¿Tiene sentido escribir una autobiografía cuando tienes 28 años y fuiste criada por una familia amorosa, no tuviste grandes problemas y hace sólo tres años eres una figura conocida en televisión? La creadora, directora y guionista de "Girls", Lena Dunham, cree que sí.
Desde que saltó a la fama en 2012 con esta serie —que sigue a cuatro veinteañeras intentando afianzarse en Brooklyn— la figura de HBO se ha mostrado al público como una artista egocéntrica y a ratos soberbia. Con este antecedente, la existencia de un libro sobre su vida no causa sorpresa. Es más, reafirma la imagen de "joven inteligente y creativa" que tanto se ha esforzado en fabricar en entrevistas, alfombras rojas y en los guiones de su serie.
En "No soy ese tipo de chica" (Espasa, $10.900), la ganadora del Globo de Oro a Mejor Actriz de Comedia repasa su vida íntima a través de cinco capítulos ("Amor y sexo", "Cuerpo", "Amistad", "Trabajo" y "Panorama general"), en los que entrega detalles de sus frustraciones y expectativas emocionales.
Tal como Hannah Horvath —su personaje en la comedia televisiva—, Dunham se muestra aquí como una "loser" con suerte, como una mujer que aunque no tiene un cuerpo perfecto ni estabilidad emocional, logra sus metas y es valorada por su entorno.
La publicación generó polémica tras su lanzamiento en los países de habla inglesa el 30 de septiembre pasado, debido al calibre de sus confesiones. La que provocó mayor impacto fue una frase relacionada a su hermana que se interpretó como "abuso sexual".
"Compartí cama con mi hermana, Grace, hasta los diecisiete. Le daba miedo dormir sola y todos los días a eso de las cinco de la tarde empezaba a preguntarme si podía dormir conmigo. Solía hacer un poco de drama diciendo que no, y me deleitaba al verla suplicar y enfurruñarse, pero al final siempre cedía. Su pequeño cuerpo pegajoso y musculoso se cosía a mi espalda cada noche mientras yo leía a Anne Sexton, veía reposiciones de 'Saturday Night Live', y a veces hasta cuando deslizaba mi mano bajo la ropa interior para solucionar algunos temas".
Esa fue la declaración de Dunham que fue ampliamente cuestionada por la prensa estadounidense, pero ella le bajó el perfil asegurando que era sólo "curiosidad infantil".
Pero la guionista siempre cae de pie. Y bajo esta premisa, la polémica sirvió para difundir aún más su libro a nivel internacional. A Chile y el resto de Latinoamérica llegó recientemente luego de lograr buenas ventas en el mercado anglo.
Las polémicas confesiones de la actriz van desde los toqueteos a su hermana hasta incluso detalles de su órgano sexual: "El verano pasado comenzó a arderme la vagina… Me imaginé lo peor: una bacteria carnívora que me pesqué en la India abriéndose camino uretra arriba para acabar convirtiéndome en poco tiempo en un saco de huesos. Un pequeño tumor, como una arveja, ahí dentro de mí. El arañazo imperceptible de un tampón".
Tampoco se salva su progenitora. "Hubo una vez en que creía que estaba acariciando a mi gato calvo, y en realidad era la vagina de mi madre. Por encima de las sábanas, claro", dijo la autora en una ocasión, cuando intentaba conquistar a un tipo, recuerda.
Dunham escribió su autobiografía tras recibir un adelanto de 3,5 millones de dólares por parte de la editorial Random House. Tal vez dicha suma la llevó a entregar detalles privados que sólo podrían interesa a un fan (como "La superficie de mi lengua es exagerada. Parece un dibujo de la luna. Seguro que algo le pasa"). Lo que sí es seguro es que el libro es apto para lectores que estén en sintonía con su ácido sentido del humor, y que se rían al toparse con comparaciones como: "El holocausto, los trastornos alimenticios. La misma diferencia".