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El chileno Sebastián Silva presentó "Nasty Baby" en la Berlinale

"Nasty Baby" es protagonizada por el propio cineasta junto a la integrante de "Saturday Night Live" Kristen Wiig.

08 de Febrero de 2015 | 11:53 | DPA- Emol
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En Nasty Baby es primera vez que Sebastián Silva, además de dirigir, actúa. ''Fue agotador'', señaló.

Funny Balloons

BERLÍN.- El cineasta chileno Sebastián Silva presentó hoy, en el marco de la sección Panorama Special del Festival de Cine de Berlín, su último trabajo "Nasty Baby" en torno a una mujer de mediana edad que quiere formar una familia con su mejor amigo gay y la pareja de éste.


Lo que en un principio puede parecer la simple historia de una pareja homosexual -formada por un artista latino y un negro que trabaja en una carpintería- que vive en un piso bohemio en Brooklyn y que deciden ayudar a su amiga para que se quede embarazada, acaba tornándose en una especie de thriller que empuja al espectador a hacer frente a una ambiguedad moral extrema.


"El bebé lo quieren tener los tres juntos, en grupo. Eso es lo que me parece más interesante en términos de familias modernas", explica Silva en conversación con dpa sobre su film que desarma el modelo familiar "un poco más establecido y conservador como el padre y la madre que se casan y tienen niños".


El esperma de Freddy, al que da vida el propio Silva, no tiene calidad suficiente para poder ayudar a su mejor amiga Polly -a la que da vida la actriz estadounidense Kristen Wiig- por lo que acaba pidiéndoselo a su pareja Mo (Tunde Adebimpe), algo que a Mo no le entusiasma especialmente.


"Los niños se pueden hacer también como se hacen en esta película. Los bebés se pueden hacer en un laboratorio con una jeringa", agrega el director famoso por películas como "La Nana". "Es un plan en conjunto y eso es lo que más me gustaba. Un niño con una madre y dos padres. ¨Cuál es el conflicto?".


Silva es consciente de que fuera de las grandes ciudades esta historia puede verse como algo "mostruoso" desde el punto de vista de una sociedad homofóbica, conservadora.


"No necesariamente un pene tiene que entrar en una vagina, en una cama de una pareja casada por la iglesia. Eso es un conservadurismo totalmente obsoleto. Persiste, sí, en muchas sociedades, pero eso no quita que la naturaleza de hacer un bebé puede ser totalmente distinta", afirma.


A lo largo de su film no se cuestiona si lo que hacen está bien o no. "Yo siento que la película no pone en tela de juicio su decisión", indica sobre su primer largometraje en Estados Unidos desde que decidió fijar su residencia allí y el tercero en inglés después de "Magic Magic" y "Crystal Fairy", que rodó en Chile.


Su personaje acaba al borde del colapso, algo que parece haberse convertido en una constante en sus películas. "Todos explotan en algún momento", reconoce.


Es la primera vez que Silva se pone delante de la cámara algo que fue mucho más agotador de lo que se imaginó. "Me vi atrapado en actuar y dirigir", explica sobre un film semi improvisado, con diálogos abiertos.


Su decisión de ser guionista, director y protagonista de su película se basó en parte en el egoismo. "Quería verme retratado tratando de tener un hijo y con un giro dramático de guión. Ver cómo mi vida podría cambiar radicalmente".


"Se trata de ver cómo la tragedia puede entrar en la vida de uno sin que uno se la espere para nada. Como que la vida puede cambiar de un segundo a otro. Fue interesante este experimento personal", indica.


Esta tragedia viene propiciada por la aparición de un vagabundo llamado "The Bishop", en un barrio que se ha transformado por completo acogiendo a una clase más acomodada, que hace que el tercer acto sorprenda al espectador. "Ese personaje está en todos lados. Todas las ciudades están llenas de Bishop, de gente a la deriva".


La película producida por el también director chileno Pablo Larraín -que presenta en la sección de competición de la Berlinale "El Club"- es el sexto largometraje de Silva.


Silva ve "desafiante" hacer películas en otros idiomas y países y confiesa que le encantaría aprender francés para rodar en Francia su proyecto "Second Child" sobre un niño de ocho años homosexual con ímpetu sexual.


Ahora se encuentra ultimando la producción de su próxima película "Captain Dad", una película de mayor presupuesto al ser catorce personajes en un bote en el Caribe.


Sin embargo, su decisión de hacer películas fuera de Chile no tiene que ver con que no se sienta bien acá, sino en no querer dar tanta fuerza al tema geográfico. "No quiero filmar en Chile sólo porque soy chileno, me parece demasiado fuerte el elemento geográfico narrativo para que se involucre en cada película".


El film podrá verse hoy en la sección Panorama de la Berlinale después de su paso por el festival de Sundance.

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