Pierre Le Guennec junto a su esposa Danielle.
AFP
PARÍS.- Un electricista retirado y su esposa, que una vez trabajaron para Pablo Picasso, serán juzgados a partir del martes por un botín de 271 cuadros que, según ellos, fueron un regalo del artista.
Pierre Le Guennec y su esposa dijeron que la segunda mujer de Picasso les entregó un baúl lleno de obras de arte que datan de entre 1900 y 1932, y que mantuvieron prácticamente intacto en un garaje hasta 2010, cuando decidieron poner sus cosas en orden para sus hijos.
Los herederos del pintor malagueño califican el relato de ridículo, por lo que demandaron a los ex trabajadores por pertenencia ilegal de los cuadros.
Le Guennec explicó que trabajó en tres de las propiedades de Picasso en el sur de Francia, e instaló una alarma de seguridad en una de las viviendas.
Un tribunal francés comenzó a dirimir el misterio el martes en el inicio de un juicio de tres días a Le Guennec y su mujer, Danielle. Sostienen que el pintor español, o su esposa, les dieron 180 litografías, collages y pinturas y 91 dibujos, alrededor de 1970, cuando Le Guennec empezó a trabajar como empleado de mantenimiento en sus propiedades.
Le Guennec mantuvo las obras guardadas durante y nunca han sido mostrados al público. Si son hallados culpables de robo, la pareja se enfrenta a una condena de hasta cinco años de prisión y una multa de 375.000 euros.
El caso se está convirtiendo en gran parte en un proceso de "su palabra contra la mía " porque algunos de los testigos potenciales han fallecido, porque las pruebas de un robo hace 40 años pueden ser difíciles de localidad y porque incluso el Estado casi no menciona que los cuadros hayan sido robadas.
Hace unos cinco años, Le Guennec comenzó a preocuparse por qué pasaría con las obras tras su muerte, según su abogado. Quiso evitar cualquier problema legal para sus hijos, por lo que contactó con el ente encargado de gestionar la herencia de Picasso.
En septiembre de 2010, Le Guennec viajó a París para que la fundación evaluara los cuadros. Unos días más tarde, fueron confiscados por la policía. Desde entonces, los actuales propietarios han presentado versiones distintas sobre cómo consiguieron el botín.
Pierre supuestamente contó que la esposa de Picasso en aquel momento, Jacqueline, le dio una caja cerrada que contenía las obras diciéndole: "Toma, esto es para ti. Llévatelo a casa", y nunca más volvieron a hablar del tema. Danielle explicó que su marido llegó a casa con una bolsa llena de basura y le explicó que Picasso le había dado los trabajos.