La escritora asegura que se encargó de defender la presencia de las escenas que ella consideraba esenciales para sus lectores.
APNUEVA YORK.- Un alta expectativa ha generado en las horas previas el estreno mundial de "50 sombras de Grey", la cinta basada en el libro homónimo de E.L. James, y que desató un arrollador fenómeno tras su salida a tiendas.
¿La razón? El arribo del erotismo y el sexo a los estantes de best sellers, como un contenido ya abierto a la gran masa de lectores, situación que ahora se replica en cines de todo el mundo: Una cinta de promesa erótica ya no restringida a recintos algo más under, sino tomándose las salas de los más grandes complejos cinematográficos.
Pero la propia autora de la trilogía original, y productora de la cinta, se encarga de dejar las cosas claras en relación con este punto. "Mi mayor preocupación era asegurarme de que el sexo tuviera clase y buen gusto", dijo acerca de la adaptación.
"En los libros está escrito con mucha coquetería. A las mujeres no nos gusta el lenguaje soez, así que eso era muy importante para mí, que se mantuviera con ese buen gusto", agregó.
Porque, finalmente, aclara, "50 sombras de Grey" es "una historia de amor, y las mujeres responden a la historia de amor. El hecho de que haya un poco de sexo perverso ahí es como un bono agregado. Sólo que se ha vuelto sensacionalista, porque es como 'oh Dios, a las mujeres les gusta el sexo'. íSí, nos gusta, muchísimas gracias por preguntar!".
En su rol como productora de la película, James cuenta que nunca perdió de vista a sus lectores, a quienes antepuso al público nuevo que pudiese llegar a la cinta sin antes haber pasado por los libro. "Mis lectores son las personas que siempre he tenido en mi mente. Comprendo su decepción cuando se olvidan escenas cruciales o faltan, así que yo fui su defensora", afirmó.
"Viniendo del mundo de los seguidores, sé lo que es cuando ciertas cosas decepcionan, y yo sencillamente no quería hacer eso. Lo que puedo decir es que al final lo conseguimos".