Yandel completó una década de reggaetón en el Festival de Viña del Mar

SANTIAGO.- Fue en 2006 cuando por primera vez se presentó Daddy Yankee en el Festival de Viña del Mar, evento hasta el que llegó como representante de un fenómeno que hasta entonces se intuía tan pasajero como el axé: El reggaetón.

Error. Al cerrar una década desde esa ocasión, el género sigue absolutamente vigente en este escenario y en la audiencia chilena, y más aún: No tiene señales de terminar. Así lo dejó en claro Yandel, un veterano de estas lides, y quien cerró la primera jornada de Viña 2015 con su tercer paso por el evento, aunque el primero en solitario.

Claro que eso último es una verdad a medias, ya que el grueso de su oferta y la que mejor recepción encontró en la audiencia que pasadas las 02:40 horas aún repletaba la Quinta Vergara, estuvo compuesta por exactamente los mismos temas que desplegó en 2008 y 2013, junto a su ex compañero Wisin.

"Sexy movimiento", "Noche de sexo", "El teléfono" y "Rakata", fueron algunas de esas piezas, entre las que alternaron otras que Yandel está tratando de incorporar al catálogo de sus seguidores, y en las que muestra una intención algo distinta del perreo y el dembow en estado puro.

Es el caso de la escogida para la largada ("Hable de ti"), que pese a tener frases tan reggaetoneras como "voy a darte duro", se ancla en vertientes más ligadas al pop electrónico de estos días, y demuestra por qué en la banda del puertorriqueño no sólo hay DJ —como sucede con buena parte de sus congéneres—, sino también batería, guitarra, bajo y teclados. Al debe, en tanto, quedó en "Lloro por ti", donde Yandel sepulta sus aspiraciones de cantar más allá de los márgenes de su género, con notorias desafinaciones.

Sus colegas Tony Dize (que en "Permítame" más pareció un clon del olvidado Wisin) y Tempo (quien viene saliendo de diez años de cárcel por narcotráfico) completaron el cuadro del artista en Viña del Mar, y de paso sumaron más nombres a una lista que también incluye a Don Omar, RKM & Ken-Y, Alexis & Fido y otros tantos que han animado esta década de reggaetón en el Festival.

Una Gaviota de Plata y otra de Oro sellaron la conmemoración, ya cerca de las 04:00 de la madrugada, para terminar de dejar en claro a quienes querían ver a este género sepultado lo antes posible, que sus augurios no sólo no se han cumplido, sino que además no tienen para cuándo concretarse.