La gente opina: temblor sacudió a la Quinta en su segunda noche
VIÑA DEL MAR.- "¡De platino, de platino!" gritaban las fanáticas de Ricardo Arjona de manera casi incansable mientras Rafael Araneda y Carolina de Moras intentaban presentar al humorista nacional Centella, quien tenía la difícil misión de hacer reír a un público que a todas luces parecía adverso, pero que terminó alzándolo como uno de los grandes triunfadores de Viña 2015.
Miguel Ángel Alvarado, el verdadero nombre del comediante, subió al escenario pasada la medianoche y en su rostro evidenciaba un nerviosismo entendible no sólo por su condición de debutante, sino que además por tener que enfrentar las pifias de un "Monstruo" que amenazaba con devorarlo.
Sin embargo, inteligentemente comenzó su rutina recordando el caso Caval y eso bastó para que se ganara los primeros aplausos que terminaron siendo una inyección de ánimo que le sirvió para ganar confianza. De ahí en más, su show sólo fue en alza.
Chistes divertidos intercalados con historias contadas con gracia y picardía fueron la base de una rutina que fue celebrada desde la galería hasta el palco.
"Me hace bien escuchar esos aplausos. Estaba bien asustado, les confieso", dijo con humildad en su primera salida de libreto. "Y es que dos guapetones en la misma noche no es fácil", agregó en tono de broma, haciendo alusión a su participación y la de Arjona.
Luego de esta intervención, Centella se adueñó por completo del escenario con un cuento sobre un carabinero y un borracho, así como con una graciosa historia sobre Adán y Eva y el origen de la humanidad. También hubo espacio para que se riera de sí mismo y su apariencia, lo que hizo que el respetable se rindiera a sus pies y comenzara a pedir la Gaviota de Plata. En ese momento, ya había alcanzado un peak de sintonía de 41 puntos.
"Cuanto esperamos para llegar a este lugar… cuanto nervio antes de subir. Uno dice 'no quiero llorar', pero la verdad es que la emoción es tan grande. Fueron tantos años esperando por este reconocimiento tan bonito", señaló al borde de las lágrimas tras recibir el primero de los dos premios que se llevó esta noche.
Justo cuando el reloj marcaba las 00:42, Centella dio inició a la segunda parte de un espectáculo que, en total, se extendió por poco más de cuarenta minutos -terminó pasada la 1 de la madrugada- y finalizó con la entrega de la Gaviota de Oro. Pero el público quería más, y por ello los animadores le pidieron un último cuento que puso el broche de oro a su exitoso debut en el Festival.