Cat Steven y Nano Stern los protagonistas de la última noche
VIÑA DEL MAR.- Cuando Arturo Ruiz-Tagle condicionó su regreso al Festival de Viña del Mar -después de 13 años- al hecho de actuar sólo tras Vicentico o Cat Stevens, seguramente nunca imaginó que los seguidores del astro británico podrían en vilo su participación en el certamen.
Ocurre que el comediante subió a escena a las 00:09 horas, justo en momentos que el "Monstruo" solicitaba con fuertes pifias el regreso de Stevens. Y si ya esa situación le jugaba en contra, el iniciar su rutina recordando a su personaje Arturito fue un error que le pudo costar caro.
Tras cerca de dos minutos sintiendo el rechazo del público, Ruiz-Tagle mandó al supuesto niño a dormir y se paró en la Quinta Vergara como el adulto que es y fue entonces que se escucharon los primeros aplausos.
"Buenas noches… parece que son más los aplausos que las pifias", dijo en un intento de dar vuelta lo que parecía adverso, y el público decidió entonces darle una segunda oportunidad.
"Vamos a hablar de sexo, crisis, política y rock and roll", señaló adelantando la rutina de stand up comedy que se extendió por cerca de una hora y fue de menos a más, gracias a historias que apelaban a lo cotidiano y en las que, a ratos, aprovechó de hacer alusión a temas de la contingencia como el caso Caval, logrando así carcajadas y aplausos espontáneos que le permitieron plantarse de mejor manera cuando ya completaba los diez minutos de show.
A lo largo de su presentación se río de sí mismo, de nuestra sociedad, de la televisión chilena y de la clase política con un cuento sobre unas supuestas vacaciones en Caburga junto a "una familia de esfuerzo… los Piñera, que tienen lo que tienen gracias al esfuerzo de todos nosotros" y con "Dávalos -en alusión al hijo de Michelle Bachelet-, a quien le decíamos el Sinbad, el Sinbadguenza". Ahí explotaron las carcajadas y confirmó que había domado al "Monstruo".
Después de 50 minutos de risas y aplausos, hizo la primera pausa en su rutina. "Esta noche ha sido maravillosa para mí", declaró mientras el público comenzaba a pedir a gritos la Gaviota de Plata que recibió emocionado, al igual que la de Oro que vino diez minutos más tarde.
Al cierre, y luego que Carolina de Moras le pidiera "algo más", Ruiz-Tagle trajo de regreso el personaje infantil que casi le cuesta la noche. "Voy a hacer el último chiste de Arturito y nunca más voy a hacer a ese personaje", declaró asumiendo lo vivido al inicio del show. Sin embargo, y pese a que mostró algo que ya había incluido en rutinas pasadas, esta vez sí logró generar risas y se despidió de la Quinta Vergara como un triunfador.