No hay dos impresiones al respecto. Puede haber un semitono de diferencia, pero el fa menor con que parte la primera canción de este disco ("Riverman") remite instantáneo al fa sostenido menor con que empieza el éxito más monumental de Oasis ("Wonderwall"). Y el efecto es consistente con la mayor parte del sentido que tiene el segundo disco de Noel Gallagher, quien no por nada es el el cerebro de la disuelta banda inglesa y no se va a hacer problemas en replicar su estilo en Chasing yesterday.
No corresponde acusar aquí de "autoplagio", si es que es aceptable esa palabra por lo demás, al menos por dos razones. Noel Gallagher hizo todas esas canciones pasadas y es su prerrogativa hacer uso del archivo personal. Y luego es lo bastante informado como para haber copiado y pegado ideas de otros también, desde los Beatles para adelante, y se demora nada en demostrarlo acá porque en la misma canción el primer verso que canta es "Something in the way / she moves me to distraction", tal como George Harrison escribió "Something in the way she moves / attracts me like no other lover".
Por lo demás en Chasing yesterday no todo es cita ni nostalgia. Nadie va a descubrir ahora lo conservador que ha sido Gallagher como compositor de canciones, desde los meros inicios de Oasis, cuando en "Slide away", del primer disco, ya dejó hecha la base para el coro de "Champagne supernova" en el segundo, y para las estrofas de "Don't go away" en el tercero, con "Live forever" muy cerca de todas las anteriores además. Aquí en cambio hay algunas canciones donde sí sorprende con giros armónicos impredecibles para sus estándares, como en el coro de "While the song remains the same" o en las estrofas de "The girl with X-ray eyes" y la inspiración Bowie que las sobrevuela. Aparte cuenta a su favor como siempre lo bien logradas que están todas las melodías, entre momentos apacibles ("The dying of the light"), himnos fabricados para estadios ("In the heat of the moment"), canciones más rockeras ("You know we can'tgo back") e incluso un borde Rolling Stones más caricaturizado ("The mexican").
Lo más inesperado del disco es el único momento en el que el autor deja de lado por completo la seguridad de su estilo, y es también lo mejor: "The right stuff", una canción poblada de atmósferas y notas de saxo, beneficiada por la intervención de una cantante que comparte la melodía a dúo con el autor. Por cierto la voz nunca fue la mayor ventaja de Gallagher, sobre todo al lado de ese cantante de rock por naturaleza que es su hermano Liam, quien de hecho se extraña en otra de las composiciones, "Lock all the doors": no es sorpresa enterarse de que la canción data de los años de Oasis en 1992. Hacia el final el guitarrista de los Smiths, Johnny Marr, llega a poner su distinción de siempre en "Ballad of the mighty I", melodía con un bonito eco de los Hollies que en los '60 grabaron la canción "Bus stop". Son las herramientas propias y prestadas que han permitido a este hombre construir su imperio. Está escrito aquí mismo, en títulos como Chasing yesterday, el disco, o "While the song remains the same", la canción: Persiguiendo el ayer, mientras la canción se mantiene igual. Firmado: Noel Gallagher.