NOVOSIBIRSK.- Tras las críticas de la Iglesia ortodoxa rusa, el nuevo director de la ópera de Novosibirsk, Vladimir Keyman, suspendió la cuestionada representación de "Tannhäuser", en un caso que se ha convertido en un escándalo teatral sin precedentes en Rusia.
Según Keyman, no fue posible conversar con el director de la obra Timofei Kulyabin sobre los cambios a realizar en una pieza que ha recibido los elogios de la crítica y público, pero que ha sido criticada por la Iglesia ortodoxa al considerar que ofende a la religión.
El lunes, tras varias semanas de polémica, el Ministerio de Cultura ruso despidió al director de la ópera de Novosibirsk, Boris Mesdrich, que se había negado a seguir la orden de cambiar escenas ideadas por Kulyabin.
En una escena de la ópera, que se estrenó en diciembre, se ve a Jesús como una figura cinematográfica rodeado de mujeres medio desnudas. El viceministro de cultura, Vladimir Aristarjov, señaló que no se podía "permitir" que ese tipo de escenas se financien con dinero de los contribuyentes. Parte de la población se siente ofendida, aseguró.
El caso ha llevado a artistas y defensores de los derechos humanos a acusar al Ministerio de Cultura de "censurar" y de violar la libertad artística.
Los líderes de la Iglesia ortodoxa denunciaron a Kulyabin y Mesdrich por ofensa religiosa, pero un tribunal de la ciudad de Novosibirsk, donde viven millones de personas, se negó a prohibir las representaciones después de que un perito rechazase la acusación de blasfemia.