Liam Neeson junto al director Jaume Collet Serra.
AFP.MADRID.- "Un antihéroe siempre es más interesante", asegura el actor Liam Neeson al hablar de su personaje en "Una noche para sobrevivir", la película con que mañana volverá a la cartelera nacional.
El actor interpreta allí a Jimmy Conlon, un veterano asesino a sueldo que en sus horas más bajas busca una oportunidad para redimirse a través de su hijo.
"Hay algo noble en ellos, aunque son personajes que están dañados y han sufrido, y eso que han vivido en su pasado se refleja luego", explica el irlandés.
"Una noche para sobrevivir" cuenta también con otro gigante de la interpretación: Ed Harris, que da vida al mafioso para el que Conlon ha trabajado toda su vida y con quien ha mantenido una relación de lealtad absoluta.
Una lealtad que se verá trágicamente cuestionada cuando sus respectivos hijos, Mike Conlon (Joel Kinnaman) y Dany Maguire (Boyd Holbrook) se ven implicados en un turbio y sangriento suceso.
"Esta película era muy especial porque el personaje de Liam era realmente malo", explica el director, Jaume Collet-Serra. "Por eso el final que tiene. No sé si podría volver a hacer una película con este final, es algo que no nos dejan hacer tanto", continúa.
Neeson no cierra la puerta a seguir durante unos años con este tándem que tan bien les ha funcionado en taquilla, aunque en estos momentos tiene en cartera un par de proyectos bien distintos que verán la luz el año que viene.
Por un lado, el esperado nuevo largometraje de Juan Antonio Bayona, "Un monstruo viene a verme" ("A Monster Calls"), basado en un cuento de Patrick Ness, sobre un niño que utiliza su fantasía para evadirse de problemas como la enfermedad de su madre o los abusos de sus compañeros de colegio.
Y en estos momentos el actor se encuentra en Taiwán, rodando "Silence", la nueva película de Martin Scorsese, junto con Andrew Garfield ("Spiderman") y Adam Driver ("Girls").
"Mi personaje (en "Silence") está basado en el del padre Ferreira, un jesuita portugués que apostató y escribió un libro contra la fe católica", explica Neeson. "Es una película que toca un tema muy actual, como es el fundamentalismo religioso".