Calamaro reúne diferentes clases de escritos en su primer libro, que recomienda leer en el orden que a cada uno se le antoje.
APMADRID.- Andrés Calamaro pasa de la música a las letras, para publicar el libro "Paracaídas & Vueltas", una recopilación de más de 200 escritos personales donde se presta "a la alquimia de convertir la sangre en tinta".
"Es mi Guía Michelin del pensamiento rockero evolutivo", responde el artista consultado sobre el porqué de escribir su historia, en papel y en primera persona. Este debut literario (subtitulado "Diarios íntimos") de una de las voces más personales del rock en español, recoge textos variopintos, aforismos, versos, homenajes musicales, relatos de viaje, curiosidades, tauromaquias, fotografías inéditas y, en definitiva, mucho "Calamaro" en estado puro y duro.
"Algunos textos son de hace quince años, aunque el prólogo está escrito el último día del año pasado. Llevo dos años dudando, me costó un poco convencerme de que esto merecía publicarse", confiesa Calamaro sin olvidar que, tras la improvisación inicial, hay un trabajo "muy interesante" de corrección y mejora.
Sin ser un relato para admiradores —"es un libro para lectores, no para fanáticos", sentencia—, incluye pasajes sorprendentes y muy ilustrativos para comprender a este artista que ha editado más de 30 discos, tanto en solitario como con sus tres bandas, en 35 años de carrera musical.
Pese a esta vida artística, en los capítulos más autobiográficos no explica qué lo empujó hacia allá. "Tampoco lo tengo claro. Supongo que elegí dónde quería estar. En los escenarios. En mi adolescencia, la policía esperaba al público a la salida de los teatros. Entendí pues que el rock era sinónimo de libertad", explica.
Tanto es así que el llamado "El Salmón" se atreve a inventar palabras ("magageratos", por ejemplo) para reivindicar "el argot, la jerga de los barrios, las cárceles, todo más confiable que el diccionario de la Real Academia", advierte.
Según la contraportada de "Paracaídas", el libro puede leerse al azar, "por cualquier página", aunque el aficionado no debe perderse las piezas de homenaje a "Los que no están" (Cerati, Spinetta, Guille Martin o Morente, entre otros), o el capítulo de "Iconoclásicos", donde Calamaro pone en un mismo altar a Dylan, los Stones y Maradona. "Será sólo rock & roll, pero llena nuestra vida de sentido", dice.
En el anecdotario del libro, que se distribuirá en mayo próximo en Argentina y posteriormente en el resto de Latinoamérica, se puede encontrar el consultorio del Doctor Rock o detalles recientes de la gira con Enrique Bunbury en México, el año pasado.
Este viaje "heterodoxo" al planeta Calamaro no evita que en la entrevista el artista aluda otras cuestiones. Ante preguntas sobre una Argentina en año electoral, el ex líder de Los Rodríguez desconfía de la actualidad según "la presentan", y pide reflexión "a la ciudadanía frente a la tormenta mediática que ofrece información masticada".
Respecto de la nueva denuncia judicial a la que se enfrenta en su país por incitar al consumo de drogas, el asombro llega más lejos. "Sinceramente, pensaba que el asunto de la tenencia legal de sustancias prohibidas era un tema aceptado. Me sorprende lo poco que progresa el pensamiento colectivo. Una denuncia es política, mucha gente piensa con un atraso de cincuenta años. Son ciudadaños", exclama, con "ñ".