Bruce Jenner: "Soy una mujer"
MIAMI.- El estadounidense Bruce Jenner ha sido campeón olímpico de decatlón, actor, padrastro de las populares hermanas Kardashian y figura televisiva. Sin embargo, más allá de todos los roles que haya desempeñado en su vida, tiene claro que hoy hay uno solo que realmente quiere ejercer: El de mujer.
"¿Tiene una idea de por lo que he pasado toda mi vida?", preguntó el ex deportista a su interlocutor, en la entrevista que concedió la noche del viernes en la cadena estadounidense ABC. La razón estaba en el proceso que había llamado la atención de la opinión pública en el mundo entero, y que recién allí se atrevía a destapar: Que se encontraba en pleno proceso para transformarse en mujer, la identidad que realmente sentía en su fuero interno.
Así habría sido incluso cuando en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976, cuando ganó el oro en decatlón, la prueba que entonces definía al deportista perfecto, al "hombre 10".
La prueba hoy es de las menos vistosas de los Juegos, y pocos recuerdan quién la ganó en Londres 2012. Sin embargo, a sus 65 años Jenner es una figura reconocible para diversas generaciones de norteamericanos, y no sólo por ese logro.
Para la más actual, es el padrastro permisivo, distraído y bonachón de las hermanas Kardashian en el show televisivo "Keeping Up with the Kardashians".
Sin embargo, para las generaciones anteriores prevalece su medalla, a lo que se atribuyeron méritos que fueron más allá de lo deportivo. Ello porque, en esos años, Estados Unidos celebraba su segundo centenario en medio de una fuerte tensión por la Guerra Fría, y en pleno auge de patriotismo tras la Guerra de Vietnam y el escándalo Watergate, que le costó la presidencia a Richard Nixon.
La victoria de Jenner, dado el momento, se sitúa para muchos sólo por detrás del "Milagro sobre Hielo", el triunfo del equipo estadounidense de hockey sobre hielo frente a la Unión Soviética en los Juegos de 1980.
Porque el decatlón, como el básquetbol, era una prueba de prestigio, siempre dominada por Estados Unidos, que sólo había cedido el oro tres veces entre 1912 y 1968. Pero en los Juegos anteriores, Munich 72, fue la Unión Soviética la que se quedó con la presea. Sin embargo, Jenner la recuperó cuatro años después, y con récord del mundo: 8.616 puntos.
De ese modo se convirtió en un héroe, y las marcas se lo disputaron como rostro. Era fuerte, atleta de éxito, campeón y atractivo. Tanto como para aparecer en una caja de cerales, y ver luego cómo se le abrían las puertas del cine, en un proceso que lo llevó a ser parte en la actualidad de uno de los más populares relity shows, como padrastro de las televisivas hermanas Kardashian.
La sombra de ellas fue el paraguas que lo cubrió en los últimos años, pero el viernes terminaría definitivamente de abandonarlo, para acaparar por sí solo todo los focos. "Soy una mujer", fue la confesión de Jenner, quien incluso calificó su vida anterior como una "mentira".
En la entrevista pidió que se le llamara aún Bruce, porque el proceso de transformación recién está comenzando. Al tratamiento hormonal y los retoques estéticos ya realizados, seguirán ahora las operaciones más complejas. Casi todo quedará documentado en televisión, en la misma cadena que transmite el "reality" sobre su familia.
Jenner, que afirma que no es gay y que le siguen atrayendo las mujeres, quiere aprovechar su celebridad para ayudar a los transexuales, un colectivo cuyo reconocimiento no ha avanzado a la misma velocidad que el de gays y lesbianas.
"Lo que estoy haciendo va a ser bueno. Vamos a cambiar el mundo. Creo firmemente que vamos a marcar la diferencia con lo que estamos haciendo", afirmó.
Pese a que ha sido un proceso de aceptación difícil, tiene el apoyo de sus hijos, de sus ex esposas y de sus famosas hijastras. "Has vuelto a ganar la medalla de oro. Estoy a tu lado en este viaje. Te quiero, papá", escribió en Instagram su hijo Brody Jenner. Un buen inicio para una carrera que seguro tendrá más dificultades que un decatlón olímpico.