El detective Cormoran Strike debe investigar la desaparición de un escritor deslenguado en ''El gusano de seda''.
Salamandra.SANTIAGO.- Cuando sólo han pasado dos años desde que J.K. Rowling lanzó al mercado literario "El canto del cuco", su primer libro escrito bajo el seudónimo de Robert Galbraith, las librerías chilenas acogen ahora la segunda novela publicada por el alter ego de la británica: "El gusano de seda" (Salamandra, $15.750).
En ella, la creadora de "Harry Potter" trae de vuelta al brillante detective privado Cormoran Strike y a su hábil asistente, Robin Ellacott, para investigar la desaparición de Owen Quine, un escritor que estaba por difundir un libro con secretos de la elite intelectual del Reino Unido.
Aunque la dupla protagónica mantiene la simpatía que la caracterizó en la primera novela, esta vez los personajes gozan de una buena reputación por el trabajo que ejecutaron en el libro anterior. En "El canto del cuco", el investigador y su empleada fueron capaces de solucionar el complejo homicidio de una top model británica, y eso los hizo ganar un lugar dentro de la prensa y adjudicarse nuevos casos.
Es así como Cormoran Strike se convierte en un afamado detective y construye su propia identidad pública, dejando atrás el período en que sólo era conocido como el hijo ilegítimo de un reventado rockstar.
Con una historia rápida, ágil y bien narrada, Galbraith desentraña los acontecimientos que llevaron a la desaparición y posterior asesinato de Owen Quine. Además de elaborar un relato con altas dosis de suspenso y misterio, el autor también hace una crítica a los medios de comunicación a través del personaje de Dominic Culpepper, un periodista que contrata a Strike para que haga su trabajo.
"El gusano de seda" llega a Latinoamérica tras debutar con éxito en el Reino Unido a mediados de 2014. Rowling tardó sólo 15 meses en elaborar esta secuela, luego de que se destapara la verdadera identidad de Robert Galbraith y, como consecuencia, el libro rápidamente se convirtiera en superventas.
Aunque la crítica británica elogió la pluma del supuesto escritor tras la publicación de "El canto del cuco" en abril de 2013, para Rowling no fue fácil sacar adelante este proyecto. El manuscrito fue rechazado por varias editoriales, hasta que finalmente lo aceptó Little Brown.
La verdadera identidad de Galbraith fue filtrada por un abogado del bufete que representa a Rowling, Russells Solicitors. El responsable de la negligencia, Chris Gossage, reveló la información a su esposa, quien posteriormente la difundió en Twitter. Aunque esto puso fin al proyecto secreto de Rowling, trajo como consecuencia que se le reconociera también como una buena creadora de novelas negras, y no sólo como la autora de la más afamada saga infantil de los últimos tiempos.