Esta es una de las situaciones expuestas en la muestra parisina de Alain Samsofy.
EFE.PARÍS.- Desde que el año pasado se estrenó "La gran aventura Lego", los productos de dicha marca han incrementado su popularidad al interior del público infantil y adulto.
El interés que han generado las figuras Lego llegan ahora hasta las esferas artísticas, con una exposición que las muestra en situaciones insospechadas.
El responsable es el artista francés Alain Samsofy, quien mezcla varias técnicas para su exhibición: fotografía, "stret art", modelado e instalación.
"Cuando nació mi hijo dejé de trabajar para ocuparme de él. Muchas ideas han nacido de ahí. Ahora tiene dos años y medio y ya se da cuenta cuándo papá está jugando y cuándo está trabajando", asegura Samsofy.
El artista documenta, en instantáneas que merodean por los territorios de "la poesía, el humor y la política" y en las que muestra el asalto de las criaturas de LEGO al mundo de los humanos.
En su parcela creativa, que emana de la cultura "geek" y actualmente se expone en la galería Art Génération de París, los juguetes interactúan con elementos de la vida cotidiana: un pescador lanza su caña en una lata de sardinas, un jefe indio abandona enojado un restaurante Buffalo Bill, un caracol ataca a su domador, entre muchas otras situaciones.
En su imaginario también aparecen superhéroes del cómic, como Superman, Spiderman o las Tortugas Ninja, o antihéroes de la televisión como Homero Simpson.
Pero entre los referentes de la ciencia ficción, a Samsofy le delata su apego hacia "Star Wars", con escenas del "making off" de la prueba de actores para el papel de Darth Vader, del maestro Yoda parodiando a E.T. o de los androides C-3PO y R2-D2.
"Son personajes que forman parte de mi generación, de los que nacimos en los años ochenta", comenta Samsofy, que en los últimos quince años ha sido vendedor de tablas de "skate", operador de mantenimiento, monitor de deporte, animador de una ludoteca y padre.
Cuando no están posando, los personajes que crea desmembrando muñecos y accesorios de LEGO residen en una inmaculada estantería acristalada de su casa, un inquietante santuario donde decenas de muñecos esperan de pie su llamada en pedestales distribuidos en filas y columnas equidistantes.
"Mi hijo sabe que en casa hay unos LEGO que son suyos, para jugar, y otros que no se pueden tocar", bromea este innovador artista.