SANTIAGO.- "El pueblo chileno sobrepasó todas las convocatorias previstas", afirmó Pablo Lizama, obispo castrense y presidente de la Comisión Nacional del Jubileo 2000, al evaluar la jornada que vivió la Iglesia Católica el año pasado tras la conmemoración de los dos mil años del nacimiento de Jesucristo.
Por su parte, el padre Joaquín Alliende mencionó que el Jubileo ayudó a la incorporación de muchas personas en las actividades pastorales de la Iglesia. Asimismo, precisó que los actos como la Purificación de la Memoria y el Congreso Eucarístico Nacional, han demostrado el gran sentido religioso de Chile.
Con el cierre en la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, en Roma culminará el próximo 6 de enero el año jubilar. Mientras tanto, en Santiago en la misma fecha se realizará una ceremonia en la Catedral Metropolitana, en la cual serán ordenados siete nuevos sacerdotes y cuatro diáconos.