SANTIAGO.- Un total de nueve mapuches se encuentran a esta hora en el antejardín de la embajada de Holanda en la comuna de Providencia, protestando por las condiciones de esa vida de ese pueblo.
Los mapuches, portando carteles, llegaron hasta la sede de esa representación diplomática, ubicada en la calle Las Violetas 2368, en la comuna de Providencia.
Ocupaciones forestales
Más de un centenar de indígenas mapuches mantienen ocupados desde el viernes tres predios de una empresa forestal alegando de que esas tierras les pertenecen, informaron hoy fuentes policiales.
Se trata de los fundos Santa Ana, Pantahue y Santa Elisa, propiedad de la empresa maderera Millalemu y ubicados cerca de la ciudad de Temuco, a 676 kilómetros al sur de Santiago.
Hasta el momento la ocupación ha sido de carácter pacífico, sin incidentes con funcionarios de la forestal o la policía.
El lonco (jefe) Armando Coillá, portavoz de las comunidades que participan de la ocupación, pidió la "devolución" de las tierras y parte de las plantaciones de bosques de pino que tiene la compañía a modo de indemnizaciones por el uso del suelo indígena.
Las comunidades que ocuparon los predios son las de Felipe Carilaf, Juan Antipi, Manuel Levín, José Aniñir y Coillá Nahuelñir.
Las ocupaciones de predios de empresas forestales, que los mapuches reclaman como propios por haber pertenecido a esa etnia desde tiempos inmemoriales, comenzaron en 1999.
La mayoría se ha centrado en las zonas de Concepción y la Araucanía, a 500 y 650 kilómetros al sur de Santiago, respectivamente, tierras que originalmente pertenecieron a los mapuches.
Los mapuches son cerca de un millón de personas, representan casi el 8 por ciento de la población chilena y, en su mayoría, viven sumidos en la pobreza.
En un intento por frenar los conflictos y ayudar al desarrollo de la etnia, el entonces presidente Eduardo Frei y líderes mapuches suscribieron el 5 de agosto de 1999 un Pacto de Respeto Ciudadano, a través del cual el Ejecutivo se comprometió a invertir 280 millones de dólares en obras en beneficio para los indígenas hasta el 2001.
Este pacto puso fin a las ocupaciones de terrenos durante casi un año, pero a fines del 2000 volvieron a registrarse tomas de tierra.